_
_
_
_

ERC y PSC calientan el clima electoral en Cataluña con la sequía y los pactos de Barcelona

Ante la fase de emergencia por falta de agua, el equipo de Aragonès contraataca para evitar su desgaste

Marc Rovira
Salvador Illa observa a Pere Aragonès, durante una sesión del Parlament.
Salvador Illa observa a Pere Aragonès, durante una sesión del Parlament.MASSIMILIANO MINOCRI

La falta de agua recalienta el clima político en Cataluña. La gestión de la sequía se erige en un termómetro de la relación entre los partidos y, ante la inminencia de las restricciones en hogares e industrias por el estado de emergencia, todas las flechas apuntan al Govern de Esquerra. Se ha hecho poco, y se ha hecho tarde, mantiene la oposición. ERC replica redirigiendo las culpas hacia el Gobierno del PSOE y su filial en Cataluña, el PSC, a los que acusa de entorpecer el desarrollo de obras imprescindibles para ganar más reservas de agua, como es el caso de las plantas desaladoras: “Por mucho que haya quien aproveche la sequía para hacer una guerra del agua, el Govern seguirá trabajando, pese a los obstáculos que a menudo encuentra en otras formaciones”, denuncia el diputado republicano Eugeni Villalbí. “A algunos les molesta que las instituciones catalanas sí hagan los deberes”, ha abundado Villalbí.

Esquerra sostiene que los socialistas prometieron “falsamente” asumir los costes de una nueva planta desaladora para reforzar el suministro de agua potable en Barcelona y Girona; pero, según los republicamos, lo que han hecho realmente tanto el PSOE como el PSC ha sido poner “escollos” que han demorado la ejecución de la obra entre nueve meses y un año.

La dirección de ERC formalizó este sábado su apoyo a Pere Aragonès para que sea el candidato en las elecciones catalanas, previstas para primeros de 2025. Despejadas las dudas sobre el cabeza de lista, tras intensos rumores alimentados desde dentro del partido para dejar en Oriol Junqueras la responsabilidad de conservar el mando de la Generalitat, los republicanos pasan al ataque. El primer dardo se lanza contra el Gobierno, a quien ERC acusa de retrasar la ampliación de la desalinizadora de la Tordera en Blanes (Girona). Se trata de una de las dos instalaciones de este tipo que la Generalitat tiene planificadas para hacer frente a la falta de lluvias, un fenómeno que se anuncia cada vez más frecuente y extremo por el efecto del cambio climático.

La sequía adquiere la categoría de arma arrojadiza en la política catalana y la desaladora de la Tordera se ha convertido en un campo de batalla. Hace 10 días, durante una visita a la instalación, Salvador Illa, primer secretario del PSC, afirmó que el Govern “no está preparado para afrontar la sequía porque las infraestructuras se quedan cortas”. Esquerra, después de que una delegación del partido inspeccionara el viernes la misma desaladora, ataca a los socialistas afirmando que el Gobierno tenía la misión de abonar la factura de la ampliación, pero no lo ha hecho. ERC acusa de dejadez al PSOE, tras haberse comprometido a destinar 435 millones de euros para costear las dos nuevas desalinizadoras previstas por la Generalitat, la Tordera II y la de Foix, que se ubicará entre los términos municipales de Cubelles (Barcelona) y Cunit (Tarragona). El partido independentista aseguró este domingo que el Gobierno finalmente “no sólo no asumirá su coste, sino que ha duplicado sus trámites técnicos retrasando su ampliación en un contexto de urgencia”.

La ampliación de la desaladora de la Tordera tiene que permitir cuadruplicar la capacidad de esta infraestructura, que pasará de producir anualmente de 20 a 80 hectómetros cúbicos. La previsión de la Generalitat es que entre el 2027 y el 2030 estén construidas las dos nuevas desalinizadoras —la de Tordera iría antes y después la del Foix—, lo que contribuirá a que el área metropolitana de Barcelona dependa mucho menos de los pantanos (del agua de la lluvia).

El líder del PSC y jefe de la oposición se refirió este domingo a la ratificación de Aragonès como candidato. “Lo que hace falta en Cataluña no es un candidato, es un presidente”, y pidió al Govern “que gobierne”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Barcelona es otra liga

Los reproches entre Esquerra y el PSC en clave de pelea por reivindicarse como el mejor gestor para gobernar la Generalitat bajan de tono en el Ayuntamiento de Barcelona. Ada Colau afirmó este fin de semana que, tras una reunión con el alcalde socialista Jaume Collboni, este le manifestó que la prioridad es atar un pacto tripartito progresista entre PSC, ERC y los comunes. “Su opción prioritaria”, reveló. “Por primera vez en siete meses puedo decir que el alcalde Collboni ha dicho que no quiere un pacto con Junts, sino que prioriza un pacto progresista, un tripartito con nosotros y ERC”, concretó Colau.

Las declaraciones de la exalcaldesa llegan tras producirse intensas negociaciones entre el equipo de Collboni y el grupo de Junts en Barcelona, que capitanea Xavier Trias. El pacto Collboni-Trias ha aparecido como una opción muy real en las últimas semanas, pese al revés que supuso para el veterano político convergente, vencedor de las elecciones, perder la alcaldía en el último momento por el apoyo del PP, y de los comunes, a Collboni. Ada Colau, siempre contraria a la entrada de Junts en el gobierno municipal, defiende que el tripartito de izquierdas sería la mejor solución para el Consistorio y que “permitiría aprobar los presupuestos municipales y tirar adelante un proyecto de futuro para la ciudad”.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_