Junqueras se atrinchera en el control de ERC y deja a Aragonès el reto de no perder la Generalitat
Pendiente de que la amnistía le levante la inhabilitación, el presidente de los republicanos aparca la batalla para ser candidato en las catalanas
Esquerra Republicana ha querido acallar el ruido de refriega interna, antes de que los murmullos pasen a ser un vocerío. El partido que manda en la Generalitat oficializará este sábado la apuesta para que Pere Aragonès sea el candidato de cara a las próximas elecciones catalanas. El nombramiento que hará público el Consell Nacional, el órgano de dirección de los republicanos, quedará pendiente de ratificación en unas elecciones primarias que se plantean como un mero trámite, toda vez que la designación de Aragonès cuenta con el beneplácito de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y del presidente de la formación, Oriol Junqueras. No es, este, un apoyo menor, porque en varios círculos de Esquerra se ha extendido el runrún sobre la conveniencia de que sea Junqueras quien luzca como cabeza de lista. De momento, el jefe del partido, pendiente de que la amnistía le levante la inhabilitación, opta por replegarse en los cuarteles de mando del aparato de ERC y deja para Aragonès el reto de revalidar el mandato en la Generalitat. El calendario marca la cita con las urnas para primeros de 2025. Los sondeos sitúan al socialista Salvador Illa como favorito destacado y presagian que las fuerzas independentistas, ERC, Junts y la CUP, dejan de sumar mayoría en el Parlament.
“Al fin y al cabo, esto acaba siendo cuestión de fijarse en las encuestas y elegir a quien garantice mejores resultados”, sintetizaba antes del parón navideño un alto cargo de Esquerra, al ser preguntado sobre si prefería a Junqueras o Aragonès. En la última encuesta publicada por el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS catalán, Junqueras aparece como el líder político mejor valorado, con una nota del 4,9, y un 95% de los encuestados decían conocerlo. Aragonès es puntuado con un 4,6 de valoración.
“El CEO también dice que los ciudadanos aprueban al Govern”, añade ahora una persona del círculo de confianza del president Aragonès. Según el barómetro publicado en diciembre, los catalanes ponen un 5 a la gestión de Aragonès y sus consellers, la puntuación más alta de los tres años de mandato. Desde que, a finales de 2022, ERC y Junts rompieron la coalición de gobierno, el Ejecutivo catalán ha remontado su calificación, pasando de un 4 en diciembre de 2022 al reciente aprobado. “Alguien podría pensar que en unas elecciones sacaría un mejor resultado Junqueras, pero eso habría que verlo. Aragonès es el presidente en activo y tiene recorrido, no tendría mucho sentido apostar por otro candidato”, razona la misma fuente, que se declara más oriolista que aragonesista.
“Todos somos conscientes que la aplicación de la ley de amnistía aún va para largo y dentro del partido se daba por descontado que Junqueras lo tendría muy difícil para ser candidato”, cuenta un cargo de Esquerra. “Anunciando a Aragonès, el partido desactiva las tentaciones que pudiera tener alguien, a la hora de crear un debate artificial”, abunda.
Junqueras y Aragonès se conocen desde hace años. Cuando el primero asumió el cargo de vicepresidente y consejero de Economía del gobierno que comandaba Carles Puigdemont escogió a Aragonès como su mano derecha. El actual president permaneció ejerciendo responsabilidades de Govern mientras Junqueras era procesado, y condenado, por su participación en la organización del referéndum del 1-O. “Su relación ha pasado por distintas etapas, y ahora está en un buen momento. Pero, no es fácil que salgas de la cárcel y veas que el que era tu espacio natural ya está ocupado”, dice una fuente de la cúpula de Esquerra.
“Son amigos desde hace años, de cuando Aragonès formaba parte de las juventudes del partido y Oriol no estaba aún en Esquerra. Tienen una relación que les permite decirse las cosas a la cara y llegar a un acuerdo. Difícilmente se enfrentarían”, vaticina una persona que ocupa una posición de responsabilidad en el Govern, y que ha trabajado tanto con Junqueras como con Aragonès. Insiste en que es complicado que ambos se enmarañen en una disputa pública por el poder.
Los recientes cambios que ha registrado el Govern han alimentado la idea de que dentro de Esquerra crecen los movimientos para poner a personas de la máxima confianza de cada sector de la dirección en puestos clave. Josep Maria Aguirre, abogado con fama de fidelidad a las directrices de Junqueras, ha sido nombrado nuevo secretario general de Economía, y Sergi Marcén ha sido relevado al frente de Telecomunicaciones y Transformación Digital, apenas un año después de su designación. Dentro del organigrama del partido, se han precipitado ceses y relevos en el área de comunicación para diseñar la estrategia en la recta final antes de las elecciones.
Acción de gobierno
Despejado el debate por la candidatura, Aragonès, de 41 años, tiene previsto volcarse en la acción de gobierno y lidiar con la frágil mayoría que le sustenta en el Parlament, 33 diputados sobre 135. La prioridad pasa por lograr aliados para aprobar los presupuestos y evitar salir muy malparado de la gestión de la sequía que sufre Cataluña. La falta de lluvias obligará a activar el estado de emergencia en breve. Las restricciones de agua están al caer en Barcelona y el área metropolitana, con una población de más de 4 millones de habitantes. En Girona ya se ha decretado el cierre de las duchas de las instalaciones deportivas municipales.
Mientras, Junqueras, de 54 años, trata de sembrar complicidades territoriales y tiene previsto intensificar sus visitas a ciudades y pueblos de Cataluña, a imagen de la estrategia que aplicaba Jordi Pujol en sus tiempos de president para hacer visible su figura, y su poder, en todas las comarcas. “Tras pasar por la cárcel tiene que recuperar el pulso del partido, nos está reconectando mucho con la militancia”, indica una voz cercana a la cúpula de Esquerra.
Esquerra revela contactos con el PSC en Barcelona
Elisenda Alamany, la actual líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, anunció este viernes que ha comenzado las negociaciones con el gobierno de Jaume Collboni y admite que los republicanos se encuentran, ahora mismo, en el “mismo nivel” que Junts y Comuns para convertirse en el primer socio del actual gobierno municipal. “El gobierno municipal tiene 10 concejales y es débil. Las reuniones con ERC se han intensificado de la misma manera que hace con Junts y Comuns”, admite Alamany. “No sabemos como acabarán estas conversaciones y es pronto para hacer especulaciones. De momento estamos hablando del modelo de ciudad y de las preocupaciones que tienen los barceloneses”, ha concluido la republicana.
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