El independentismo desdeña la amenaza de ilegalización del PP

Las amenazas de disolución o de ilegalización de partidos y asociaciones independentistas que el PP y Vox han vuelto a poner encima de la mesa no parecen inquietar a sus eventuales destinatarios. Los partidos independentistas optaron este jueves por desdeñar la propuesta del PP de disolver aquellas fuerzas que promuevan declaraciones de independencia o referéndum ilegales. La sugerencia de los populares está recogida en la enmienda a la totalidad a la ley de amnistía y persigue introducir en el Código Penal una serie de delitos por “deslealtad constitucional”. Los grupos soberanistas calificaron la idea entre autoritaria y totalitarista pero no mostraron sorpresa alguna por el paso dado por el PP y la mayoría despacharon el asunto, en medio de las vacaciones, con un par de mensajes de valoración en las redes.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y su govern guardaron silencio y solo la consejera de Feminismos e Igualdad, Tània Verge, reaccionó a la enmienda acusando al PP de “hipocresía” y de “falta de cultura democrática”. La consejera recordó, en una entrevista a SER Catalunya, que existe un informe del Consejo de Europa que insta al Estado a “reparar toda la represión y a dejar de perseguir un movimiento que defiende per vía pacífica y democrática del derecho a decidir”. La republicana animó con ironía a los populares a ir a Estrasburgo a explicar su propuesta a ver “qué respuesta” reciben y si es coherente con la Convenció Europea de Derechos Humanos u otros parámetros de la democracia y la libertad de expresión”.

La diputada Marta Vilalta, secretaria general adjunta de ERC, interpretó la decisión del PP como un paso más en su “carrera con Vox hacia el totalitarismo”. “No es la primera vez que intentan eliminar a los adversarios políticos y los confrontaremos como siempre. Porque hacer un referéndum no es delito. Tendremos amnistía y votaremos por nuestra libertad”, afirmó en la red. En la misma línea, la portavoz republicana, Raquel Sans, acusó a los populares de no aceptar las reglas de la democracia. “Cuando no puedes ganar el juego de la democracia, optas por disolver y eliminar al adversario. El pensamiento único. Si no es totalitarismo se le parece mucho”, recalcó.

Conscientes de que la propuesta del PP no tiene ningún viso de prosperar, Junts per Catalunya optó mayoritariamente, al igual que la CUP, por el silencio. El exconsejero Josep Rull, presidente del Consell Nacional de Junts, fue prácticamente el único que reaccionó y, a preguntas de EL PAÍS, juzgó así la decisión del PP: “Es una expresión de la impotencia política. Cuando ya no les quedan argumentos solo quieren abatir la disidencia. Demuestra una debilidad política extraordinaria”. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) no se pronunció y el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, apuntó: “Quien más dice que defiende el Estado de Derecho es quien más lo acaba desmenuzando. Sus amenazas no nos dan miedo, seguiremos defendiendo la autodeterminación y la independencia sin renuncias. ¡Tenemos todo el derecho!”.

Es la expresión de la impotencia política. Cuando ya no les quedan argumentos solo quieren abatir la disidencia”, afirma el exconsejero Josep Rull (Junts)

En un año preelectoral en Cataluña, ERC y el PSC están ahora sumidos en una pugna sobre el futuro de los Presupuestos catalanes que los republicanos quieren vincular a su apoyo a los del Estado. El socialista Salvador Illa ya ha avisado que non jugará a “ningún cambio de cromos”. Pese a los reproches recíprocos, republicanos y socialistas comparten diagnóstico sobre el PP: La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, afirmó este miércoles que las políticas del PP están “cada vez más cerca de la extrema derecha”. “Cada vez se hace más difícil distinguir a PP y Vox cuando han dicho ‘vamos a ilegalizar partidos’”, concluyó Illa en un acto en Gandesa, en Tarragona.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal