Vox acusa a Sánchez de meter a “delincuentes en el Gobierno” y se queda solo al reclamar la ilegalización de Junts y ERC
El PP se desmarca de la moción de la extrema derecha en el Senado, que ha sido derrotada: “Saben que no va a prosperar y buscan un protagonismo forzado”
Vox se ha quedado solo este martes en la Cámara alta, donde cuenta con tres senadores, en la moción por la que pretendía instar al Gobierno a solicitar la ilegalización de ERC y Junts, a los que se han referido como “ultraderecha supremacista”. La moción del partido de Santiago Abascal se ha encontrado con 257 votos en contra, frente a los únicos tres de sus senadores.
Paloma Gómez, que ha expuesto la moción en el Senado, ha asegurado que Pedro Sánchez es “el presidente más traidor que ha tenido España”; que el PSOE “promueve la impunidad de grupos terroristas” y ha dado “un golpe de Estado” y que “ha metido a delincuentes en el Gobierno”. La senadora popular María Yolanda Ibarrola, que se estrenaba en la tribuna del Senado, ha rechazado la moción con contundencia: “La traen a sabiendas de que esta demanda no prosperaría en el Tribunal Supremo. La disolución de un partido político es de las medidas más graves que pueden ser adoptadas en democracia. Esto era innecesario. ¿Por qué traen este debate a la Cámara? En busca de un forzado protagonismo, de un altavoz que les haga aparecer como los principales defensores de España. El PP estará siempre en la defensa del Estado de derecho y en el respeto a los valores superiores de la Constitución”.
El senador de Junts Josep Lluís Cleries calificó la iniciativa de Vox como una muestra de su “enfado” por la investidura y les acusó de no aceptar la democracia, es decir, la negociación entre partidos. “Es una vergüenza que hayan traído esto al Senado, son apreciaciones de barra de bar”, añadió. Enric Xavier Morera, de Compromís, anticipó “un no como un camión” a la moción y aseguró que la extrema derecha estaba arrastrando al PP a una “involución muy peligrosa”. Estefanía Beltrán de Heredia, del grupo parlamentario vasco, planteó desde la tribuna, dirigiéndose a Vox: “¿Se les ha ocurrido promover su propia ilegalización? Porque son ustedes quienes vulneran los derechos fundamentales, quienes promueven la persecución y la exclusión de personas por razones de ideología, nacionalidad, raza u orientación sexual y quienes fomentan una cultura de enfrentamiento contra el que piensa diferente”.
La popular Ibarrola recordó que no es la primera vez que Vox planteaba una moción de este tipo “sin elementos de prueba” y que no existe ni una sola sentencia firme que avale las acusaciones de terrorismo que Vox lanzó a Junts. Sí coincidieron PP y Vox a la hora de presentar a Carles Puigdemont como “presidente de facto” y al criticar los pactos de investidura de Sánchez, que la senadora popular encuadró en lo que llamó la “deriva tiránica del Gobierno”. Durante todo el pleno, independientemente del tema a tratar —otras dos mociones reclamaban reforzar el ámbito de la ley de memoria democrática y garantizar el mantenimiento del principio de caja única de la Seguridad Social—, ambos bloques —izquierda y derecha— se echaron en cara sus respectivos pactos a nivel nacional y autonómico, con los independentistas y con Vox, respectivamente.
La senadora socialista Inmaculada Sánchez Roca ha recordado cómo el PP y Vox han iniciado los trámites para derogar las leyes regionales de memoria en Cantabria, Baleares y Aragón —en esta última comunidad, los portavoces parlamentarios de ambos partidos escogieron el 20-N, aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, para presentar la iniciativa—. El senador del PP Luis Javier Santamaría le replicó denunciando los acuerdos del PSOE con la izquierda abertzale: “EH Bildu se atreve a hablar del derecho a la verdad. ¿Y las víctimas de ETA no tienen derecho a saber?”, preguntó.
Durante el debate, se mencionaron en repetidas ocasiones las concentraciones contra la ley de amnistía frente a la sede del PSOE en la calle de Ferraz de Madrid. Por parte de Vox, para decir que no había una protesta en la calle de esa magnitud “desde el atentado contra Miguel Ángel Blanco”, y por parte de los socialistas, para denunciar la violencia y simbología franquista y nazi que han exhibido los manifestantes. “Hemos visto”, denunció la socialista Sánchez Roca, “a dirigentes de ultraderecha retando a las fuerzas de seguridad del Estado, tratándoles con el paternalismo y desdén propios del señorito de la finca que se cree que la Policía Nacional está a su servicio. Todo eso son tristes indicadores de la España de los Santos Inocentes”.
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