Vecinos de Cabrera d’Anoia denuncian que las pruebas de presión por la sequía reventaron su red de suministro
La Agencia Catalana del Agua asegura que los ensayos son competencia municipal. El pueblo lleva invertidos más de 600.000 euros en medidas antisequía
La grave sequía que sufre desde hace tres años Cataluña llevó a que la Generalitat buscara en octubre nuevas fórmulas para reducir el consumo de agua entre la población. Entre esas pruebas se encontraba la reducción de la presión en las cañerías de suministro de algunos municipios, como Cabrera d’Anoia (1.600 habitantes). Ahora, sus vecinos denuncian que estos ensayos realizados por los técnicos de Aigües de Barcelona, la empresa público-privada que gestiona el abastecimiento en estas localidades, se hicieron sin avisar y destrozaron las tuberías de una red que de antemano ya tiene serias deficiencias por el desnivel del terreno sobre el que están construidos los hogares, dispersos entre diferentes núcleos urbanos como Canaletes, Can Ros o Can Formiga.
Tanto el alcalde de Cabrera d’Anoia, Joan Manuel Díaz, como la portavoz de la Plataforma vecinal Aigua Per Cabrera, afirman que nadie de la Generalitat ni la empresa avisó de que se iba a testear la red de suministro, dividida en las partes alta y baja. Según cuentan, cortaron el agua y redujeron la presión. “Aquí no mandaron nada. Solo nos avisaron de que teníamos que reducir el consumo ante la gravedad de la situación que vivimos, como todos los municipios afectados”, explica el alcalde, quien asegura que ha solicitado 308.000 euros de subvención a la Generalitat para arreglar una parte de la red de abastecimiento, la que va de los depósitos a los hogares, aunque de momento no han obtenido respuesta. “No solo no nos avisaron, sino que los vecinos tendremos que pagar las reparaciones de los daños que hicieron las pruebas”, afirma la portavoz Aigua Per Cabrera.
Por la maltrecha red se pierden, según la plataforma vecinal, hasta seis de cada 10 litros que van a parar a los hogares y a un sexto pozo en el que el Ayuntamiento ha invertido 180.000 euros para abastecer a una población que durante 11 horas no tiene acceso a agua. Aunque abrir el grifo en las horas permitidas no quiere decir que los vecinos tengan recursos hídricos. “Hay días que yo tengo agua y el vecino de en frente no tiene ni una gota. La eficiencia de la red es totalmente nefasta”, cuenta Carbonell. La portavoz asegura que los hogares localizados en la parte alta del municipio son los más perjudicados.
De los seis pozos que hay en Cabrera d’Anoia, cinco están en desuso. El sexto proporcionó en septiembre el consumo del 46% de los hogares, según el Ayuntamiento. “Por eso, muchos vecinos nos hemos visto obligados a instalar depósitos con bomba de 500 o más litros”, afirma la portavoz. Es una situación que se repite en muchas localidades, incluso fuera de esta provincia, como L’Espluga de Francolí (Tarragona). Los vecinos evitan los cortes en el suministro establecidos por la Generalitat (de hasta 16 horas) con la colocación de un depósito con bomba que cuesta alrededor de 500 euros. “Algunos han sacrificado sus vacaciones para poder tener agua en casa. Otros ni siquiera pueden comprar el depósito”, afirma Carbonell. El alcalde recuerda que en los peores días vividos en el pueblo, en la verbena que se celebra en junio por San Joan, solo hubo agua durante una hora en tres días. “En el momento en el que se ocuparon las segundas residencias, el sistema colapsó”, destaca Díaz, que recuerda cómo se duchaba en su autocaravana con garrafas de agua cuando del grifo no salía nada.
El alcalde considera esencial la instalación de depósitos con bomba en lugares como el Centro de Salud o el colegio que, junto a los camiones cisterna que llegan a diario, las cubas y las reparaciones de la red, acostumbrada a tener grandes fugas, están formando “un gran volumen de deuda económica”. Díaz explica que han solicitado acceso a una parte de 50 millones de fondos europeos para el arreglo de las cañerías, pero de momento no han obtenido respuesta. Según los datos de Aigua Per Cabrera, el Ayuntamiento, con un presupuesto de 1,5 millones de euros, ha gastado 612.000 euros de subvenciones para paliar la sequía. Sin contar la reciente petición de los 308.000 euros ni los casi 200.000 euros del sexto y último pozo, que de momento no ha tenido financiación y del que no se sabe hasta cuándo dará agua.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha explicado a este diario que no ha recibido ninguna solicitud por parte del Ayuntamiento para la reparación de las tuberías “ni con financiación europea”. Aunque aclara que puede que hayan requerido alguna ayuda “de los fondos Next Generation que maneja Presidencia”. La ACA también ha subrayado que están pendientes de recibir un estudio, que debe elaborar el Ayuntamiento de Cabrera d’Anoia, para valorar su conexión a la red de abastecimiento Ter-Llobregat. Aigües de Barcelona ejecutará la adhesión si el municipio cumple con las condiciones técnicas. El Área de Abastecimiento de Agua de la ACA ya ha emitido un informe favorable para la conexión de la localidad.
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