Una misión europea elige un centro de educación especial para analizar la inmersión lingüística en Cataluña
El grupo estará formado por cinco eurodiputados conservadores tras el boicot de la izquierda por considerarla una delegación “manipulada”
Un grupo de seis eurodiputados de partidos conservadores inician este lunes una visita de tres días a Cataluña para analizar el modelo de inmersión lingüística. Durante la misión, los representantes políticos se reunirán con las familias que piden el fin de la inmersión y con la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña (que solicitó la inspección europea), con representantes judiciales y con el Departamento de Educación, pero además visitarán dos centros educativos: uno de educación especial como ejemplo del modelo de inmersión y un instituto que aplica el 25% de castellano a un alumno.
La petición de la AEB, entidad crítica con el modelo de inmersión en catalán, se remonta a 2017, y ya desde un primer momento la Comisión aseguró que las políticas lingüísticas “son competencia exclusiva de los Estados miembros” que “deben tratarse en el ámbito nacional”, así que concluía que no tenía “autoridad para investigar si la política cuestionada es compatible con las disposiciones de la Constitución española”. Con todo, la solicitud continuó tramitándose en el seno de la Comisión de Peticiones del Parlamento europeo, actualmente presidida por Dolors Montserrat (PP), y se materializó en esta misión que aterriza en Barcelona este lunes.
Los eurodiputados primero se reunirán con los impulsores de las peticiones ante el Parlamento Europeo: la AEB y dos padres. En el encuentro también participarán otras tres familias que han solicitado el 25% de castellano, entre ellas la de Canet de Mar. En cambio, la misión europea no tiene previsto reunirse con el Affac (Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña) ni con otras asociaciones de familias.
Asimismo, el grupo político se citará con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, y con Javier Aguayo, de la Sala de lo Contencioso. En cuanto al Departamento de Educación, se entrevistará con la consejera Anna Simó, además de con los responsables del Consejo Escolar de Cataluña, del Consejo Superior de Evaluación y de la inspección educativa. Finalmente, también se verán con Ustec (el principal sindicato educativo), Docentes libres (entidad de profesores en contra de la inmersión), la Fundación Bofill y la Síndica de Greuges.
Pero la atención de la visita está centrada en los dos centros educativos elegidos, ambos del Prat de Llobregat: una escuela de educación especial (que concentra alumnos con alto grado de discapacidad) como modelo de inmersión y un instituto que aplica el 25% de castellano en el aula del hijo de unos de los padres peticionarios de la misión europea. La propuesta de los centros a visitar se vota en el seno de la Comisión de Peticiones (de mayoría conservadora), pero nace de los propios peticionarios. Y, es que, en el instituto que visitarán estudia el hijo de uno de los padres solicitantes de la misión europea.
Sobre el hecho de que se haya elegido un centro de educación especial y no conste ningún centro ordinario, la presidenta de la AEB, Ana Losada, justifica que en Cataluña se produce una “discriminación a los alumnos castellanohablantes, pero también a los que tienen necesidades especiales y el catalán es una barrera para los que llegan de otras comunidades”. Losada también explica sus expectativas de la misión: “Queremos que el Parlamento europeo conozca lo que está pasando en la escuela catalana y que dé apoyo real para acabar con la inmersión”.
La consejera de Educación, Anna Simó, se refirió el miércoles en el Parlament a la visita, que tachó de “demencial”. La consejera tiró de ironía para valorar el hecho de que se elija un centro de educación especial y un instituto para estudiar el modelo de inmersión. “Bravo, no sé qué tipo de inmersión quieren ver en un centro de educación especial y un instituto” (los estudios muestran que en secundaria el uso del catalán cae y el modelo de inmersión desaparece). Simó también pidió a la misión que la comitiva no entrara en el centro de educación especial para no alterar la cotidianidad de unos alumnos especialmente sensibles a cualquier irrupción o elemento extraordinario.
“Misión sesgada”
La misión la forma los eurodiputados Yana Toom, del eurogrupo Renew (donde se integra Ciudadanos); Peter Jahr y Laurence Sailliet, del EPP (del cual forma parte el PP); Kosma Zlotowski, del ECR (donde está Vox); Gianna Gancia, de la extrema derecha de la Liga Norte italiana; y Maria Angela Danzi, del Movimiento 5 estrellas italiano. De forma informal, los acompañarán otros eurodiputados españoles —el grupo oficial no puede estar formado por miembros del país que es visitado—, como Dolors Montserrat (del PP y presidenta de la Comisión de Peticiones), Rosa Estaras (PP), Maite Pagazaurtundúa (Ciudadanos), Jorge Buxadé (Vox) y Diana Riba (ERC).
Los partidos de izquierda optaron por desmarcarse de la misión porque consideran que “está manipulada” por las formaciones conservadoras, que tienen mayoría en la Comisión de Peticiones. Los socialistas denuncian que “la agenda está sesgada por la derecha” y lamenta que no se haya aceptado su petición de que la elección de centros y de encuentros con entidades “tuviera en cuenta toda la diversidad”. “El resultado de esta visita, ya sabemos cómo será, puesto que estará redactado y manipulado por la estrategia de la ultraderecha de Vox y el PP de acoso e insulto al Gobierno de España”, critica Cristina Maestre, eurodiputada del PSOE.
Desde las filas socialistas, pero también de ERC, van más allá y acusan a Dolors Montserrat de convertir la Comisión de Peticiones “en un foro a medida para atacar al Gobierno. “Montserrat no ha dudado en forzar los procedimientos y llevar a esta Cámara una y otra vez cuestiones que la propia Comisión Europea ha reiterado que no son competencia de la UE”, remacha Maestre.
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