Condenado un joven a siete años de cárcel, la pena más alta por los disturbios del ‘procés’

La Audiencia de Barcelona ha condenado a siete años y medio de prisión, por delitos de atentado a la autoridad y lesiones, a un joven que lanzó pirotecnia y adoquines contra dos agentes de la Policía Nacional durante los disturbios de 2019 que se produjeron en Cataluña tras la sentencia del procés. El condenado, que se enfrentaba a una petición fiscal de 14 años, recibe así la pena más alta de las impuestas ahora ahora en los juicios por esas protestas. Este caso, no obstante, estará previsiblemente entre los amnistiados por la ley presentada por el PSOE tras su pacto con Junts y que está en tramitación en el Congreso.

Los magistrados han impuesto un año de cárcel a otro de los acusados —para el que la Fiscalía solicitaba siete años y cuatro meses— y absuelve a un tercer procesado. A los tres se los exonera del delito de desórdenes públicos porque no se ha podido acreditar que actuaran de forma conjunta para alterar la paz pública, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.

Los hechos ocurrieron el 18 de octubre de 2019, en el marco de los disturbios en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a la cúpula del procés. Según la Audiencia provincial, un grupo de unas 300 personas lanzó esa noche maceteros, piedras, papeleras, adoquines y bolas de metal contra los agentes que estaban frente al edificio de Jefatura de la Policía Nacional en la Via Laietana de Barcelona.

Los jueces han concluido que, en el marco de estos altercados, Oleksandr S. lanzó un artefacto pirotécnico a los pies de dos policías y les arrojó dos adoquines. Los agentes sufrieron varias lesiones, como pérdida auditiva, y golpes en la muñeca y el hombro. Por todo ello, los jueces condenan a Oleksandr S. a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de atentado a la autoridad y a otros tres años de cárcel por uno de lesiones; además, deberá pagar una indemnización a los agentes de 43.393 y 9.468 euros, respectivamente. La sentencia es susceptible de recurso.

Los jueces imponen una pena mucho menor, un año de prisión y 270 euros de multa, a Francesc C., porque no se ha podido demostrar que el objeto que utilizó para atacar a los agentes fuese un “elemento peligroso”. El acusado, detenido la misma noche de los disturbios, permaneció en prisión preventiva por estos hechos entre el 19 de octubre y el 7 de noviembre de 2019. El tercer procesado, Erik B., ha sido absuelto porque, si bien se demostró que participó en la protesta, no se ha podido acreditar que atacase a uno de los policías.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal