Jaume Collboni acepta una nueva rebaja de la tasa de las terrazas y zanja el conflicto con el Gremio de Restauración

El equipo del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha aceptado este martes una nueva rebaja de la tasa de las terrazas respecto al cálculo que su propio gobierno presentó la semana pasada. Un acuerdo con el que, en un comunicado pactado por el consistorio y el Gremio de Restauración, firman la paz tras años de bronca constante con la ex alcaldesa Ada Colau. “El acuerdo con el Gremio pone fin a la discrepancia pública que ha mantenido el sector desde que a finales de 2019 se aprobó el incremento de la tasa de terrazas. Las dos partes reconocen mutuamente el esfuerzo y la generosidad pactada”, afirman el Ayuntamiento y la patronal en el texto.

La relación entre el gobierno de Barcelona y el Gremio de Restauración se ha caracterizado en los últimos ocho años (los de los mandatos de Ada Colau como alcaldesa) por el conflicto permanente, pese a sucesivas concesiones por parte de la administración. Comenzando por la restrictiva ordenanza de terrazas que se aprobó durante el mandato de Xavier Trias y tuvieron que aplicar los comunes, que la acabaron flexibilizando en 2017. En 2019 Colau quiso aumentar el precio de la tasa de terrazas de bares y restaurantes, aunque para poder aprobarlo tuvo que reducir las tarifas un tercio sobre lo planeado. Con la pandemia, los restauradores las pasaron canutas, como la mayoría de sectores económicos, pero consiguieron que se consolidaran las sillas y mesas que se instalaron en la calzada, y suman cuatro años de bonificación del 75% del coste de la tasa de las terrazas.

La semana pasada, el ejecutivo de Jaume Collboni anunció su intención de eliminar el descuento y recalcular la tasa: en función de una fórmula que tiene en cuenta la ubicación de los locales y cuántas mesas tienen. De los dos millones de euros anuales que pagan los restauradores de la ciudad con la bonificación, se pasaba a 5,8 millones, explicó el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. Todavía lejos de los ocho millones que tocarían si se aplicara la ordenanza de 2019 que, debido a la pandemia, no se ha acabado de desplegar, añadió. El Gremio de Restauración mostró su desacuerdo, y este martes a mediodía se han reunido con Valls y han hecho público el desenlace: pagarán 4,6 millones. Es el doble de lo que pagaban con la bonificación, pero menos que los 5,8 millones que dijo el teniente de alcalde. La diferencia está en un recálculo de los tramos (de mesas y ubicaciones) explicado inicialmente por el ejecutivo. Preguntado el consistorio por la vigencia del acuerdo o si se contemplan subidas a posteriori, responden que no.

Con el alcalde de visita a su homólogo en Madrid, las terrazas han sido objeto de debate este martes durante la Comisión de Urbanismo, donde el grupo municipal de ERC ha preguntado por los expedientes caducados de las sanciones a 33 bares y restaurantes de Ciutat Vella a quien en el mandato pasado Colau sancionó y anunció que les retiraría la licencia de terraza. El concejal del distrito, Albert Batlle, ha culpado a los comunes de la caducidad de los expedientes en junio pasado, antes de la investidura de Collboni y su equipo. Con todo, ha asegurado que “la caducidad de los expedientes no supone la impunidad de los infractores”. “Reabriremos los expedientes y actuaremos con la contundencia que corresponde”, ha asegurado. En su réplica, el concejal Guille López, de Barcelona en comú, ha replicado a Batlle asegurando que los expedientes no caducaron con Colau en el Gobierno, sino ya con el nuevo Gobierno de Collboni.

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