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Sirera admite que sondeó a ediles de Junts para saber sus reivindicaciones para la investidura

Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, pide un partido sin “tutelas” ni “titubeos”: “No nos vamos a callar”

Dani Sirera, en una rueda de prensa del PP. / EUROPA PRESS
Dani Sirera, en una rueda de prensa del PP. / EUROPA PRESSEUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

El presidente del grupo municipal del Partido Popular de Barcelona, Daniel Sirera, ha admitido haber mantenido contactos con ediles de Junts para conocer su postura para la constitución tanto de la Mesa del Congreso como de la investidura, pero ha negado haber ejercido ningún mandato de Alberto Núñez Feijóo para negociar con el partido de Carles Puigdemont. “No he recibido ningún mandato del presidente de mi partido. Solo he escuchado y he trasladado lo que pedían. Si la pregunta es si existió negociación con Junts puedo asegurar que no; sino la presidenta del Congreso no sería una dirigente del partido socialista”, ha afirmado en alusión a Francina Armengol.

Feijóo admitió el pasado martes en una entrevista contactos con Junts a través de concejales aunque no reveló de quienes se trataba. Tras una reunión con sus regidores en el centro cívico Pati Llimona, a la que ha asistido Miguel Tellado, vicesecretario de organización del partido, Sirera ha aclarado que en la campaña del 28-M ya dijo que hablaría con todo el mundo “-Me gusta hacerlo”- y que así lo hizo después con Xavier Trias (Junts) y Jaume Collboni (PSC). “Mi tarea de concejal es hablar con otros concejales, también de Junts y de otros partidos”, ha afirmado a preguntas de periodistas. “Es cierto que he hablado y les he preguntado qué piden para la investidura y la mesa pero sin recibir ningún mandato”, ha insistido subrayando que en Cataluña hay mucha gente preocupada, también empresarios, ante la posibilidad de que Pedro Sánchez revalide el cargo y que además dependa de Puigdemont. “Solo he escuchado a unos y otros y he trasladado lo que decían. La pregunta es si existió negociación con Junts puedo asegurar que no”.

Tras tener un papel residual en el último mandato, el PP, de la mano de Sirera, ejerció un papel capital en la constitución del Ayuntamiento de Barcelona. Los cuatro concejales populares votaron a favor del socialista Collboni para evitar que Barcelona tuviera con Trias un alcalde independentista. “Nosotros no quisimos poner Barcelona al servicio de Puigdemont y los socialistas nos lo agradecieron. Y ahora no podemos poner España al servicio de Puigdemont que es que quiere el PSC”, ha afirmado apuntando cuál es la posición de los socialistas catalanes sobre la amnistía cuando en 2017 participaron en manifestaciones en contra del proces. “Nos preocupa que los que cometieron ilegalidades en el procés quede en nada. Es el mundo al revés”.

La mayor parte de los dirigentes de la formación no han acudido a la conferencia de Fernández mostrando así la división del partido

En la misma línea que Sirera, Trias ha negado tener ningún papel de intermediación en las negociaciones que mantiene su partido por la investidura. Trias, que fue diputado en el Congreso y se le vincula con el talante más dialogante de su partido, ha subrayado que los siete escaños de Junts despiertan interés tanto en el PSOE como en el PP. “Nos necesitan”, ha recalcado. Sin embargo, Trias ha sido tajante a la hora de negar su participación en la ronda de conversaciones por la investidura. “Hay cosas que no han pasado ni creo que vayan a pasar”, ha manifestado el exalcalde. Trias desvincula la situación del Ayuntamiento con Collboni gobernando en minoría y necesitado del apoyo de otros partidos, de una posible negociación entre Junts y el PSOE para la investidura. “Yo no cierro la puerta nunca a nada, pero nadie me ha llamado”, ha señalado Trias.

Las conversaciones sobre la investidura están sacudiendo de arriba abajo al PP catalán después de que su presidente, Alejandro Fernández rechazara con acritud cualquier acercamiento o contacto con Junts. Ante unas 200 personas, en su mayoría militantes, Fernández se ha mostrado contundente al sostener que la solución no puede ser dar “más prebendas a la insaciable burguesía nacionalista que lo tiene todo y los constitucionalistas nada. Nos quieren vender como moneda de cambio. Tenemos derecho a la pataleta y será gorda. No nos vamos a callar”, ha afirmado rechazando los “titubeos”, las “tutelas” y los “bandazos”. La charla ha reflejado la profunda división en el seno del PP catalán al no acudir al acto prácticamente ningún miembro de la dirección como el mismo Sirera, los alcaldes Xavier García Albiol y Manu Reyes; el secretario general Santi Rodríguez, la eurodiputada Dolors Montserrat o el diputado Nacho Martín Blanco.

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En una conferencia pronunciada en un hotel de Barcelona bajo el título El proceso separatista 2ª parte: ¿Y ahora qué?, Fernández ha recordado que hace dos años ya vaticinó que el procés acabaría mutando en “el proceso español” erosionado las instituciones democráticas en su rumbo hacia una España confederal. “Se me rompe el alma cuando nos dice que nos ha faltado empatía con el independentismo cuando todo el mundo dice que nos faltó firmeza”, ha afirmado en alusión a un reproche que le formuló en su día Alberto Núñez Feijóo a quien no ha citado en una sola ocasión. Fernández se ha alineado además con José María Aznar al decir que comparte su opinión de que la amnistía supone un blanqueamiento del proces y un incentivo para volverlo a hacer. “No solo eso: es una humillación sin precedentes a los servicios públicos y a todos los constitucionalistas catalanes que pagamos el precio y eso es inadmisible”, ha dicho acusando a los socialistas de estar fuera del constitucionalismo y de estar aplicando para conceder la amnistía el mismo guion que los indultos.

Tras afirmar que ya sabía que cuando renunció a ser candidato al Congreso acabaría pagando “un precio externo e interno pero sabía que iban a pasar cosas graves”, Fernández ha sostenido que cuando se está ante una desafío de estas dimensiones no se puede dar “titubeos ni bandazos” y ha lamentado que en el pasado su partido no actuara con más mano dura contra el independentismo. Fernández se ha mostrado un firme defensor del Estado autonómico pero ha pedido aplicar en Cataluña, ha dicho, la ley de seguridad nacional; fiscalizar el control financiero de la Generalitat para evitar desvío de dinero; el cumplimiento de todas las sentencias lingüísticas; la aplicación de la ley de símbolos sin excepción y la fiscalización de la política exterior para “no insultar a España”. Fernández ha rebatido el plan de lehendakari Urkullu de una revisión de la Constitución: “Es el plan Ibarretxe segunda parte. Es la antesala de la independencia y es inaceptable”.

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