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ERC y Artur Mas mantienen la presión a Puigdemont para que se avenga a negociar la investidura de Sánchez

Junts descarta pronunciarse hasta no tener sobre la mesa una oferta del PSOE y Sumar

Gabriel Rufián comparece tras conocer los resultados de la jornada electoral de los comicios generales.
Gabriel Rufián comparece tras conocer los resultados de la jornada electoral de los comicios generales.Lorena Sopêna (Europa Press)
Camilo S. Baquero

La advertencia del expresident Carles Puigdemont, huido de la justicia en Bélgica, sobre la poca eficiencia de las presiones para tomar una decisión ante qué hacer en el debate de la investidura no ha impedido que republicanos y otras voces, incluso desde el entorno de Junts, sigan abogando públicamente por que las negociaciones, al menos, comiencen. La cúpula de Esquerra Republicana ha publicado en el diario Ara una misiva conjunta a su exsocio en el Gobierno de la Generalitat para “sumar esfuerzos” dentro del independentismo en todo el proceso que podría llevar a darle de nuevo la jefatura del Gobierno a Pedro Sánchez. Por otra parte, aunque el expresident Artur Mas no milita en Junts (lo hace en el PDeCAT), desde la pasada campaña se ha alineado con esa formación y, sumando su voz a la del exalcalde de Barcelona y actual concejal, Xavier Trias, ha pedido a Puigdemont que sea “más exigente que intransigente” en la negociación donde la formación pone como centro la autodeterminación y la amnistía.

“El PSOE no tiene ninguna mayoría alternativa”, han recordado los liderados por Oriol Junqueras en su carta. Además consideran que “la negociación con el Estado debe continuar” y pasan a enumerar los logros obtenidos en la vía de diálogo abierta con el actual Ejecutivo liderado por Sánchez: la mesa de diálogo, los indultos y la reforma del Código Penal y medidas como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), las pensiones o el tope a los alquileres. “Cuantos más seamos, más capacidad tendremos de negociar cosas. Si todos remamos en la misma dirección, somos mucho más fuertes”, remacha la misiva en un mensaje directo a Junts. La semana pasada, en el Parlament, ambos partidos dieron muestras claras de avenirse a ese pacto conjunto para poner previo a negociar con el PSOE y Sumar, pero las desconfianzas mutuas siguen.

Los republicanos insisten en cuál debe ser, según ellos, la oferta que se debe poner sobre la mesa: exigir la amnistía y la autodeterminación. Y han abogado por “dar respuesta a las necesidades de la gente”, en cuyo marco ha insistido en el traspaso integral de Rodalies, las Cercanías catalanas, y acabar con llamado déficit fiscal. “El PSOE debe ser consciente de que si quiere gobernar su país, deberá respetar el nuestro”, han apostillado los firmantes. Además de Junqueras, entre ellos están el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la secretaria general, Marta Rovira (huida en Suiza); el candidato al Congreso por Barcelona, Gabriel Rufián; y la portavoz, Marta Vilalta.

La carta de los republicanos se inscribe dentro de la estrategia que desde la noche electoral los de Junqueras han puesto en marcha para blindar la vía de diálogo con el actual Gobierno, frente a una repetición electoral con resultados muy inciertos. Esa estrategia busca también revalorizar el precio de sus votos en la investidura, ante la idea de que se les puede dar por descontado en el bloque del sí, sin que haya ningún tipo de exigencia. Esquerra ya había enviado otros mensajes de presión, como anunciar que someterá a las bases “la decisión final de la investidura”, independientemente de si haya preacuerdo con Junts o no.

Puigdemont, a quien el partido le ha cedido el protagonismo en toda la negociación para reivindicar su figura, había advertido el pasado sábado de que no sucumbirá a “chantajes políticos” ni a supuestos escenarios de castigo personal si descarta apoyar la investidura. Si bien dejó entrever que hay voluntad de negociar, ha dejado claro que las prisas de ciertos sectores no pueden derivarse en perder el foco de lo que se debería obtener según él, que es “resolver un profundo conflicto político”. El expresident, tras recordar como en el pasado él y su familia han sido protagonistas de historias falsas y amenazas, ha sido categórico: “Explico todo esto para que alguien se haga una idea del efecto que causa en mí que digan que si Junts no vota a Pedro Sánchez me caerá el mundo encima y vagaré como un alma en pena”, había escrito en Twitter.

Debate interno

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Aunque en Junts se ha decretado cierto descanso, el debate interno sigue y se perfila de nuevo cierto choque entre el grupo que aspiraba a darle un giro más pragmático al partido y el que se mantiene en una línea más confrontativay que, de hecho, se impuso hace un año en la decisión de salir del Ejecutivo de la Generalitat. Ya el exalcalde Xavier Trias se había posicionado a favor de al menos sentarse a negociar con el PSOE y este lunes lo ha hecho el expresident Artur Mas. En una entrevista a Catalunya Ràdio, ha aconsejado a Puigdemont que sea “más exigente que intransigente” en la negociación de la investidura.

Y aunque no ha cerrado la puerta a que dejar caer la legislatura con una repetición electoral, se debe tener en cuenta que repetir los comicios a toda costa es una “temeridad” y “un escenario no deseable” porque se pierde precisamente “la oportunidad de oro” de presionar. Mas sí que ha cerrado ciertas filas con la petición de los republicanos y ha defendido una “estrategia conjunta de negociación” entre los dos partidos, sin que eso implique “ir juntos al 100 %”. El objetivo, ha remarcado, debe ser que esa unidad fuerce abordar “la solución del conflicto político entre Cataluña y el Estado Español”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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