El socialista Jaume Collboni deja el gobierno de Ada Colau para centrarse en la campaña electoral

El socio de gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el socialista Jaume Collboni, deja el ejecutivo municipal para centrarse en la campaña electoral y optar a desbancar a la líder de los comunes. El número dos en la coalición lo ha anunciado este lunes a mediodía en una comparecencia, tal y como ha avanzado la SER a primera hora. La salida de Collboni del ejecutivo, donde ocupa la cartera de Economía y Promoción Económica con rango de primer teniente de alcalde, no comporta que los socialistas abandonen el gobierno de la ciudad. El socialista ha comunicado su renuncia como teniente de alcalde y concejal y se despedirá el viernes en el pleno. Será efectiva el 1 de febrero. “Las grandes decisiones ya están tomadas”, ha dicho sobre el funcionamiento municipal hasta mayo. Sus funciones las asumirá la teniente de alcalde Laia Bonet. “Volveré al ayuntamiento como nuevo alcalde”, ha asegurado.

Collboni se distancia de su rival para poder elevar su mensaje electoral, y también de la gestión que firma junto a la alcaldesa. “Necesito toda la libertad y tiempo para construir una candidatura”, ha defendido. El socialista ha comunicado a Colau su salida en un whatsapp a las 7:45 horas de la mañana, aunque antes le había llamado y no respondió, ha aclarado. Otros miembros del equipo de los comunes se han enterado por la radio.

La mano derecha de Colau, el teniente de alcalde de Cultura y concejal de Presidencia, Jordi Martí, ha tachado la decisión de Collboni de “irresponsable y poco creíble”. “Es una decisión errónea y la forma lo empeora. Es inexplicable que alguien que quiere liderar la ciudad abandone el gobierno del que forma parte. Le resta valor y confianza, solo lo puedo atribuir a los nervios de las encuestas que sitúan a Collboni fuera de la partida electoral”, ha valorado Martí, que ha sido claro en descartar que se vaya a romper el gobierno e incluso ha afirmada que la salida del primera teniente de alcalde “tendrá pocas repercusiones en el día a día”. Collboni le ha respondido llamando “a la calma”. “Haremos las cosas bien hechas, por responsabilidad y para tener libertad para explicar mi proyecto y mantener la estabilidad institucional”, ha argumentado.

Collboni ha evitado hacer sangre de sus socios en el ejecutivo municipal pero entre las cuestiones que se marca ha señalado que “Barcelona necesita un buen gobierno”, “acabar con las discrepancias”, “dar carpetazo a propuestas concluyentes, partidistas y cerradas”, “y un nuevo alcalde que dé soluciones, que sume”. Sobre si reniega de su paso por el ejecutivo ha añadido: “Me voy con satisfacción por el trabajo hecho, lo hago para hablar de futuro, no para entrar en dimes y diretes”.

A cuatro meses de las elecciones, el tablero electoral se ha visto sacudido con la irrupción en la carrera electoral por el ex alcalde Xavier Trias como candidato de Junts y afecta a los socialistas. Su entrada en la carrera para la alcaldía suma un cuarto aspirante a ser relevante en una contienda, que antes de Navidad apuntaba a un triple empate entre los comunes de Colau, el PSC y ERC. Trias ha llamado explícitamente a los votantes socialistas y republicanos para echar a Colau de la alcaldía. Preguntado Collboni por si la candidatura de Trias está vinculada a su decisión ha respondido que no la ha tomado “por una única cuestión, sino para poner el foco en el futuro”.

La salida del líder de los socialistas en el Ayuntamiento en el sprint final de las elecciones contrasta con su mensaje, durante todo el mandato, de que no rompería el Gobierno municipal, como ocurrió en 2017 coincidiendo con los momentos más álgidos del procés independentista. Romper la coalición supone dar una imagen poco institucional, afirmaban los socialistas, que pese a mantenerse en la comisión de gobierno irán a por todas en las elecciones.

Collboni se marcha del gobierno en una semana de pleno (el próximo viernes, como todos los últimos viernes de mes) en el que debería votarse un proyecto de calado: el plan de usos del distrito del Eixample, que fija cómo y dónde pueden abrirse negocios de alto impacto como bares y restaurantes. El PSC se desmarcó hace unos días del plan de sus socios, en una votación que aseguraron que no tendría consecuencias en el gobierno de coalición.

El rival de Collboni y Colau en las urnas, el republicano Ernest Maragall, se ha afanado en valorar la salida del socialista: “Es una forma desesperada de sacarse de encima la responsabilidad que comparte de estos cuatro años. Parece muy claro que es una necesidad de afirmar su distancia, pero su distancia es lo que han construido, decidido y compartido él mismo y su grupo”. Con su apoyo a los principales proyectos del ejecutivo, Maragall ha sido principal socio de Colau y Collboni.

El resto de la oposición en pleno también han criticado de forma unánime la decisión del socialista. Trias ha visto el anuncio como “muy poco serio” y “una equivocación” que genera “más desconcierto”. Ciutadans lo ha tachado de “pantomima”. Desde el PP, su candidato, Daniel Sirera ha considerado que la salida “es el reconocimiento de su nefasta gestión”. Y Valents ha afirmado que “la salida de Collboni es el reconocimiento de su fracaso”.

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