Collboni anuncia que si es alcalde de Barcelona frenará la peatonalización del Eixample y apostará por zonas verdes en interiores de manzana

El alcaldable socialista y socio de los comunes en el actual equipo de gobierno de Barcelona, Jaume Collboni, ha situado este miércoles cuáles serán los principales ejes de su campaña para arrebatar la alcaldía a Ada Colau. Más allá de cuestiones genéricas, como la apuesta por la seguridad, el civismo o el apoyo a la economía local, Collboni ha concretado qué haría en cuestiones como el plan estrella de los comunes: la Superilla, que consiste en convertir en peatonales y con zonas verdes 21 calles del distrito del Eixample. “El próximo mandado ha de ser, desde el punto de vista de las transformaciones del Eixample, el de parar y digerir los cambios. No creo que una pacificación sistematizada de calles sea viable, sí plantearé que la ciudad recupere el plan de interiores de manzana”, ha dicho y ha cuantificado en 30 los nuevos que se podrían ganar. “Siete campos de fútbol de verde urbano sin alterar la lógica del plan Cerdà”, ha defendido y ha recordado que en mandatos con alcaldes socialistas se recuperaron 42 de estos espacios.

Arropado por destacados miembros del PSC (desde la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín; la diputada Assumpta Escarp; el vicepresidente del Área Metropolitana, Antoni Balmón; el ex president José Montilla; o los exalcaldes Narcís Serra y Joan Clos) Collboni ha celebrado durante un desayuno informativo que “el PSC haya recuperado la centralidad política en Cataluña y Barcelona”. Y en el caso de la ciudad, ha defendido que el ejecutivo municipal haya recuperado “la agenda Barcelona” después de una década de procés independentista.

Collboni ha sido conciliador con la alcaldesa Colau (ha dicho que “hablar de la superilla como un atentado es excesivo”) y no ha puesto fecha al inicio de la discrepancia y distanciamiento que seguro que se producirá en el contexto electoral. Y ha llamado a ERC y Junts a aprobar el presupuesto del Ayuntamiento y ha advertido que de supondría no disponer de 400 millones de euros. Y, con tres altos cargos de Junts en la sala (el ex alcalde Xavier Trias -que sigue sin anunciar una candidatura que todo el mundo da por hecha-, y los concejales Jordi Martí y Neus Munté), ha respondido a la pregunta de si llegaría a acuerdos con ellos de ser alcalde: “Esta ciudad se ha construido desde el acuerdo y el diálogo, el PSC es un partido central que tiene capacidad amplia de pactos, siempre centrados en Barcelona”. Y ha añadido “si soy elegido alcalde, seré un alcalde progresista que hará políticas progresistas”.

El alcaldable ha presumido de políticas ejecutadas por el PSC en el gobierno de coalición. En materia de seguridad, mil agentes de la Guardia Urbana más y haber “prácticamente acabado con fenómenos cronificados, como el top manta o los bicitaxis”. O sobre la situación económica de la ciudad: “Somos la que más ha reducido el paro de España, la que más gasto social hace, el nivel de protección es muy alto, y hemos estado encima de la pequeña economía de la ciudad, al tiempo que hemos logrado la permanencia del Mobile World Congress o tener la Copa del América”.

Collboni ha apelado a “la Barcelona ambiciosa, la Barcelona del sí” y también ha reconocido problemas en carteras como la limpieza. “Si hay problemas en un barrio habrá que ir contenedor a contenedor, tener ambición no evita ir a lo pequeño”, ha defendido, al tiempo que ha revelado que la ciudad se está postulando para 900 candidaturas a grandes eventos que “ayudan a posicionarnos y dan vida a la ciudad”. Por último, ha defendido la ampliación del aeropuerto de Barcelona: “No se trata de cuántos metros o dónde crece, sino de qué modelo de ciudad y país necesitamos y qué infraestructuras los pueden hacer posibles. Luego nos quejaremos de que tenemos que ir a buscar vuelos a Madrid o a ciudades europeas”.

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