Jaume Collboni, proclamado candidato del PSC para Barcelona: “Nos llamaban casta, pero otros se presentan a la reelección tras ocho años”

“Me llamo Jaume Collboni y quiero ser el próximo alcalde de Barcelona”. Así se ha presentado este sábado el actual teniente de la ciudad en su proclamación como candidato oficial del PSC al ayuntamiento de la capital catalana en las próximas elecciones de 2023. Collboni ha defendido un proyecto “que está a las puertas de la victoria por primera vez en muchos años” y se ha reivindicado como alternativa para abrir una “etapa de reencuentro” tras la “división del procés”. Collboni se ha desmarcado de Colau, su actual socio de gobierno municipal, a quien ha acusado sin mencionarla de hacer aquellas políticas que antes criticaba. “Decían que queríamos eternizarnos en el poder, pero otros se presentan tres veces a la reelección como si no hubiese pasado nada”.

El candidato sella oficialmente una candidatura que a lo largo de los últimos meses ha generado algunas dudas dentro de la dirección socialista. Collboni ha agradecido la “confianza acaparadora” de las bases tras conseguir más de 700 preavales, 14 veces más de los 50 requeridos por la normativa interna para presentarse en unas primarias en las que no se ha presentado otro rival. “Para ir lejos se debe venir de lejos”, ha insistido. “Llegué en 2015 en un momento muy crítico, cuando mucha gente dudaba de nosotros; y ahora estamos por fin a las puertas de la alcaldía”. En la tribuna aplaudían el secretario general del PSC, Salvador Illa; la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay y el exsecretario del PSC y actual ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta; algunos de los nombres que han sonado en los últimos meses para liderar la alternativa socialista en Barcelona.

Collboni ha defendido una “Barcelona del acuerdo y el pacto” y ha remarcado la “coherencia” de su discurso durante la vorágine independentista: “Nos acusaban de dividir el país. Y resulta que aquellos que decían que no representábamos la unidad del pueblo han dejado al pueblo más dividido y no son ni capaces de mantener la unidad de su desgobierno”. El candidato socialista ha insistido en criticar la posición de Esquerra, el partido más votado en la ciudad en los últimos comicios y que ostenta las alcaldías de Lleida y Tarragona. “No sabemos qué piensa ERC sobre el aeropuerto, la ronda de Dalt y el mercat de Sant Antoni”, ha arremetido; “solo sabemos que para ellos los regidores no tendríamos que usar el castellano y que el pregonero de la Mercè, tampoco”.

Sus palabras también han tenido algunas referencias a la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque se ha referido a ella sin citarla. “Otros nos llamaban casta y que nos queríamos eternizar en el poder. Pues tras ocho años, sin inmutarse, anuncian que se presentan tres veces a la reelección como si no hubiese pasado nada”, en referencia a la norma interna de los comunes que impedía repetir a una reelección tras dos mandatos. El socialista ha asegurado querer presentarse para “ganar y no ser la muleta de nadie”. Collboni también ha acusado a al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de “esconderse” ante los problemas. “Yo esto no lo haré. A cada problema, una solución”.

Bajo el lema “La Barcelona del Sí”, Collboni ha defendido en su discurso de proclamación, realizado en el Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC) de Montjuic, una ciudad “limpia, ordenada y segura”, así como “próspera” y “dialogante”. Además, ha llamado a “declarar la guerra al incivismo y ha insistido en la necesidad de construir “más viviendas”. “Necesitamos más oferta de vivienda, pública y privada; podemos construir 20.000 viviendas y tenemos que poner las cosas fáciles para que se consiga”. Collboni ha remarcado la idea de repensar una Barcelona “en grande” y situar la ciudad en el centro de los grandes acontecimientos. “¿Qué es eso de que Barcelona no debe asumir grandes eventos?”, se ha preguntado, en referencia a los recelos de los comunes para asumir grandes pruebas deportivas o proyectos de gran envergadura.

Antes de su intervención, el secretario general del PSC, Salvador Illa le ha pedido abrir “una nueva etapa de política útil” y le ha presentado como una alternativa para poner “punto y final a una etapa en que solo podíamos escoger entre los populismos y la división”.

“La política útil no son buenas intenciones y objetivos imposibles; ni el todo o nada, sino conquistar espacios de calidad de vida” ha señalado Illa, que ha reivindicado “el legado del socialismo” en el ayuntamiento barcelonés. “Narcís Serra abrió la etapa democrática; Pasqual Maragall puso Barcelona en el mundo con los Juegos Olímpicos; Joan Clos revolucionó sectores de la ciudad como el barrio 22@ y Jordi Hereu fue pionero en las escuelas de cero a tres años”.

Illa ha aprovechado la tribuna para mandar dardos al actual Gobierno de la Generalitat y a la Comunidad de Madrid. Pidió la dimisión del consejero de Interior, Josep Ignasi Elena, -”¡con los Mossos no se juega, váyase!”- y ha criticado la gestión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso en la cuestión de la crisis de las urgencias extrahospitalarias: “No es una cuestión de política, sino de defensa de sus derechos. Cataluña y Barcelona está con ellos. Hay algunas [en referencia a Díaz Ayuso] que no se enteran”.

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