La Generalitat cerrará el punto de vacunación de Fira de Barcelona contra la covid el lunes 19

Fira de Barcelona baja el telón como punto de vacunación masiva contra la covid. El Departamento de Salud de la Generalitat anunciará el lunes el cierre del recinto barcelonés y derivará las nuevas vacunaciones al CAP Casernes, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Inicialmente, el departamento había previsto habilitar un nuevo espacio de vacunación contra el virus en la Casa Seat, en el centro de la ciudad. La escasa actividad que mantenía el palacio ferial desde hace meses ha llevado al Departamento a readaptar los recursos destinados a la lucha contra la pandemia y reubicarlos en el nuevo espacio.

Salud habilitó en abril del 2021 el palacio 4 de Fira como el principal punto de vacunación masivo de Cataluña contra la covid, y su cierre formaliza el cambio de paradigma de la lucha contra el coronavirus, tras un 2022 marcado por el regreso absoluto a la normalidad. En sus primeros siete meses de funcionamiento, entre mayo y diciembre del 2021, el personal sanitario administró un millón de dosis a un ritmo de unos 10.000 pinchazos diarios, con una especial carga de actividad durante los meses de junio y julio, a las puertas del verano, cuando se habilitó el pasaporte covid para viajar a países de la Unión Europea. La alta demanda convirtió a Cataluña y a España en general en los territorios donde la tasa de vacunación aumentó más rápidamente de Europa.

A partir de enero del 2022, y con la mayoría de la población protegida, el ritmo de vacunación en Fira descendió paulatinamente hasta alcanzar una actividad de mínimos, aunque el recinto siguió abanderando el mensaje de contención y prudencia del Departamento. Más del 90% de las personas mayores de 45 años tienen al menos dos dosis inoculadas en Cataluña. Salud está actualmente focalizada en aumentar el ritmo de vacunación de la segunda dosis de recuerdo a los mayores de 60 años y los pacientes vulnerables, y considera que no precisa de un centro de las dimensiones del de Fira de Barcelona.

A lo largo de la pandemia, Fira también asumió otras dos cargas sanitarias. Se convirtió en punto de acogida y vacunación de los refugiados ucranios desplazados a Barcelona por la invasión rusa a Ucrania y también fue habilitada como espacio de protección contra la viruela del mono en Cataluña desde el pasado 12 de septiembre.

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