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LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
Crónica
Texto informativo con interpretación

Pandemia, punto y seguimos

El virus empieza a dejar de contarse. El ministerio y las comunidades han acordado dejar de notificar cada caso de coronavirus

Punto de vacunación masivo contra la covid-19 (coronavirus) de la Fira de Barcelona. 24 de febrero de 2022 [ALBERT GARCIA]
Punto de vacunación masivo contra la covid-19 (coronavirus) de la Fira de Barcelona. 24 de febrero de 2022 [ALBERT GARCIA]Albert Garcia (EL PAÍS)
Ana Pantaleoni

Sale corriendo. Sin una lágrima. El segundo pinchazo ha resultado mucho más llevadero. Y además la enfermera le ha regalado una tirita con un corazón alado dibujado en negro. “Ahora”, se explica la niña de seis años, “tendré que esperar dos semanas y ya podré viajar a Madrid a ver a mi amiga Mar porque la vacuna ya funcionará”. Llueve esta mañana de miércoles en Barcelona. Pero llueve tímidamente. En lo alto de la ciudad permanece abierto el centro de vacunación, de Fira de Barcelona. Y, en sus paredes exteriores, enormes fotos de sanitarios con mascarilla recuerdan lo vivido. Hasta allí, en cuentagotas, van apareciendo personas que acuden a vacunarse. En la puerta, dos agentes, amabilísimos: el cívico, que no deja de bromear con todo aquel que se le acerca y asegura que esto de la covid ya no es noticia, y el de seguridad, quien recuerda que los martes es el día de las personas en situación irregular y es entonces cuando hay mucha gente.

”¿Qué le han puesto?”, le pregunto a Rosa que sale escopeteada del enorme pabellón, que mucho antes acogió el Salón del Manga y que ahora está lleno de sillas negras y compartimentos para recibir pinchazos. “Buena pregunta, no lo sé, aunque toda la publicidad grande pone Moderna, así que supongo que será esa. Supuestamente es mi tercera dosis, pero es la segunda porque ya he pasado el virus”. Rosa, ¿estamos viviendo el final de la pandemia? “Más o menos. La gente todavía anda asustada, pero es como una gripe. La vida se te puede ir en un minuto”. Originaria de Chimbote (Perú), explica que ha cuidado a personas mayores y trabaja limpiando por horas. “Ahora estoy buscando trabajando, si alguien desea... mi número: 631827715... ponlo por favor”. Rosa ya no tiene miedo. Y huye escopeteada, como entró, después de asegurarse de que sí, le han puesto Moderna. “Esto no ha acabado porque el virus todavía circula entre nosotros por todo el mundo y con mayor prevalencia en los países que no tienen vacuna”, alerta Maria Pi-Figueras, médico del servicio de Geriatría del Hospital del Mar. Y dos lecciones, según esta doctora: “No volvería a infravalorar el poder de un elemento desconocido. Somos más vulnerables de lo que pensamos. Y se debería tratar de ser más próximos a las familias, que nos dieran los medios para evitar el aislamiento del paciente”. Poco a poco regresa la normalidad. Lo reconoce Nuria, que ha vivido lo peor de este virus, perder a un familiar: “Cuando parece que todo va mejor sale una nueva cepa y volvemos a empezar”.

La realidad es que hay muy poco movimiento esta mañana en este enorme centro de vacunación de Fira. De momento, sigue abierto a diario y es necesario acudir con cita. Pero, poco a poco, la pandemia empieza a dejar de contarse. Los datos, grandes protagonistas de esta terrible crisis sanitaria, no se escuchan tan fuerte. El ministerio y las comunidades han acordado dejar de notificar cada caso. Sanidad solo contará los graves y vulnerables de covid. Un punto y aparte. También en Madrid, esta semana, su consejero de Salud ha afirmado que la enfermedad “se encuentra en una fase de clara tendencia descendente” y por eso han decidido que ya se podrá beber en las pistas de baile.

“Acabar probablemente no acabará nunca la enfermedad, pero sí que finalizará la situación de pandemia. No será de forma regular sino que irá bajando y se irá normalizando a diferentes velocidades. Ahora estamos más cerca de pasar a una situación de endemia, con un número determinado de casos, más previsible, más integrada y sabiendo cómo evolucionará. Creo que pasará de aquí poco tiempo, siempre que no haya sorpresas que podrían venir o por una nueva variante que nos tire todo por tierra, o porque no nos aguante la inmunidad”, explica Toni Trilla, uno de los médicos que más explicaciones públicas han dado durante estos dos años.

Con suerte, pronto decaerán las mascarillas. Si tenemos en cuenta el 20 de mayo de 2020, cuando se dictó la orden del BOE de llevar el cubrebocas, y sumamos los 281 días de entre 20 de mayo de 2021 al 9 de marzo de 2022, el resultado es que una persona ha usado un total 646 mascarillas, teniendo en cuenta que usara una quirúrgica por día y no la lavara para el día siguiente. Y, en el caso de una familia de cinco miembros, la mía, son 3.230 mascarillas. Una ruina.

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“Esto va de bajada, seguro”, se escucha en la redacción de este diario. “Calla”, espeta la gallega con mal tono desde la otra punta. “O vendrá una variante Raval que arrasará con todo el barrio de Gràcia”, añade otro compañero. Jessica Mouzo, redactora y relatora de esta crisis sanitaria, es de las que no creyó en la sexta ola hasta que se vio envuelta en ella. Y ahora alerta: no hay que bajar la guardia.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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