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La crisis en los Mossos estalla y deja al comisario jefe al borde de la destitución

El Departamento de Interior cita al mando a una reunión después del desencuentro por la lista de nuevos comisarios

Rebeca Carranco
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela.
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela.Albert Garcia

La grave crisis en los Mossos d’Esquadra estalló definitivamente el pasado viernes, en la reunión en la que se debían elegir los seis nuevos comisarios del cuerpo. El jefe policial de los Mossos, Josep Maria Estela, y el Departamento de Interior, dirigido por Joan Ignasi Elena (ERC), defendían listas distintas, tal y como avanzó la agencia Efe. Hasta el punto de que Estela abandonó la reunión, según fuentes policiales, ahondando en una división ya profunda, con una cúpula policial fracturada. El Departamento de Interior ha citado este lunes al comisario jefe, que se encuentra al borde de la destitución.

El anuncio oficial de los nuevos comisarios tuvo lugar el viernes: cuatro mujeres y dos hombres. La elección supuso un duro debate, en el que el comisario Estela defendía la elección de tres mujeres y tres hombres, según fuentes policiales. Esa batalla que podría considerarse técnica afecta a la piedra angular de la dirección del Departamento de Interior: la feminización de los Mossos. Desde Interior, la oposición de Estela se entiende como una resistencia a esa directriz política, que, sin embargo, fuentes policiales aseguran que el comisario jefe comparte.

El desencuentro plasma la nula capacidad de decisión del nuevo jefe del cuerpo, ya muy debilitado después de que antes del verano hiciese un pulso al Departamento de Interior, desvelado por EL PAÍS, en el que pedía el cese de su segundo, el comisario Eduard Sallent, al que acusaba de deslealtades e injerencias políticas. El Departamento apeló entonces al trabajo en equipo, dejó claro su apoyo al comisario Sallent e intentó zanjar la crisis con una carta interna que envió el comisario jefe a todos los mossos d’esquadra.

Pero lejos de solventarse, la fractura ha empeorado en las últimas semanas hasta el punto de que la destitución del comisario, si no renuncia al cargo, algo que fuentes policiales descartan, es la opción que está sobre la mesa del Departamento de Interior. La cúpula quedaría en interinidad, con Sallent como cabeza visible, hasta el nombramiento de una nueva responsable policial. Inicialmente, el equipo del consejero Elena contemplaba materializar el cambio del jefe del cuerpo en diciembre, con la elección de una mujer entre los nuevos comisarios ya formalmente nombrados después del curso de capacitación.

“La promoción de comisarios nace deslegitimada”, critican fuentes policiales, sobre la batalla que ha volado por los aires el delicado equilibrio en el que se movía el Departamento de Interior y su jefatura “coral” nombrada el mes de diciembre, con Estela a la cabeza, Sallent como segundo, la intendenta Rosa Bosch (ahora ascendida a comisaria) y la inspectora portavoz, Montse Escudé. “La situación será ingobernable”, vaticinan otros mandos del cuerpo, que muestran su apoyo al todavía comisario jefe y señalan, a su juicio, la intención de Interior de fulminar cualquier resistencia en la cúpula policial a las injerencias políticas. “Esas purgas no paran de sumar enemigos y malas relaciones”, sostienen otras fuentes policiales. El probable relevo del comisario Estela agrega malestar a la tensión que ya generó el del mayor Josep Lluís Trapero en diciembre, y con él a toda una serie de responsables policiales considerados afines.

Si finalmente el consejero Elena le cesa, Estela el segundo responsable operativo al que destituye en menos de un año, y la séptima vez que se cambia a un comisario jefe de los Mossos desde 2017. “Es insostenible”, lamentan otros mandos consultados, que viven con desencanto e impotencia la enésima crisis en la policía catalana. “Estamos en una interinidad constante”, se suman a la crítica otras fuentes de los Mossos, donde cada nuevo capítulo de desencuentros se vive con “tristeza” y con “preocupación” interna y externa, por la imagen que se transmite del cuerpo.

Una imagen también perjudicada por otros episodios en las últimas semanas, como la denuncia de injerencias en investigaciones de corrupción política por parte del exjefe de investigación de los Mossos, cesado en diciembre, Toni Rodríguez, que señala al comisario Sallent, la suspensión de las convocatorias a intendente e inspector por el hallazgo de un teléfono móvil grabando, o la denuncia contra las bases del concurso de comisarios, sobre la que aún debe pronunciarse un juez.

Desde su llegada en junio al Departamento de Interior, ERC navega en aguas agitadas. El aterrizaje ya fue complicado por los pactos del partido de Aragonès con la CUP. El Departamento se comprometió a evitar la intervención de los antidisturbios en los desahucios, se derivó la defensa jurídica de los Mossos del Departamento de Interior a Presidencia y se limitó su uso en los casos en los que hubiese policías lesionados. También se ahondó en la interpretación de la ley de seguridad ciudadana, conocida como la ley mordaza, para evitar su uso en algunos supuestos. Actuaciones propias de la dirección política de un Departamento, insiste Elena, y una incursión indebida en el trabajo policial, para algunos mandos del cuerpo.

El sindicato de mandos apoya a Estela

El sindicato de mandos de los Mossos d'Esquadra SICME se pronunció ayer a favor del comisario jefe, Josep Maria Estela. En un escrito contundente y muy poco habitual, expresaron su "apoyo" a Estela, aseguraron que no "entenderían" su cese y exigieron "estabilidad y continuidad", además de "respeto a la jefatura del cuerpo". También anunciaron una petición de reunión con el consejero, Joan Ignasi Elena (ERC) y con el director de la policía, Pere Ferrer. E incluso expresaron la posibilidad de convocar un "congreso extraordinario" para escuchar el punto de vista de los mandos del cuerpo ante la grave crisis abierta en los Mossos d'Esquadra, con la cúpula rota y la intención de Interior de destituir a Estela.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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