_
_
_
_
_

La bronca política tras el homenaje a las víctimas del 17-A alienta el conspiracionismo

Junts se blinda ante las críticas a Borràs recurriendo a la tesis sin pruebas de que el CNI tenía pinchado el teléfono de los terroristas cinco días antes de los atentados

Laura Borràs saludaba a los integrantes de la Plataforma 17A Exigim Responsablilitats el día 17 en Barcelona.
Laura Borràs saludaba a los integrantes de la Plataforma 17A Exigim Responsablilitats el día 17 en Barcelona.Alejandro Garcia (EFE)
Rebeca Carranco

El quinto aniversario de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils ha quedado marcado por la bronca política y el resurgir de las teorías conspirativas, que vinculan al Estado con los ataques. Después de las críticas a la presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, en el homenaje a las víctimas celebrado en Barcelona por su protagonismo político, saludando a quienes rompieron el minuto de silencio, el partido ha recurrido a las teorías de la conspiración. “Cinco días antes de los atentados, el CNI estaba escuchando el móvil de los asesinos”, insistió este viernes la diputada en el Congreso de Junts Miriam Nogueras a las preguntas en TVE de si respaldaba la actuación de Borràs. “El mayor acto de respeto a las víctimas es esclarecer la verdad de lo que pasó”, insistió.

La tesis de los teléfonos pinchados ya fue promovida el mismo día del aniversario por el exconsejero del Interior Joaquim Forn, en el cargo durante los ataques y condenado después por la sentencia del procés. A las once y media de la noche, y tras una jornada de críticas en las redes sociales contra Borràs —suspendida como presidenta del Parlament— Forn tuiteó la noticia de 2019 del diario Público que afirma que el “CNI escuchaba los móviles de los asesinos de Las Ramblas cinco días antes de la matanza”. El tuit fue retuiteado por la cuenta oficial de Junts per Catalunya y diputados como Albert Batet.

Cinco años después de los ataques, no hay ningún dato que verifique esas informaciones. Se trata de un informe sin fecha, sello ni firma que Público atribuye al CNI y que publicó por fragmentos. Las conversaciones citadas en el documento fueron recuperadas del móvil de uno de los terroristas, Mohamed Hichamy, abatido en Cambrils, que usaba la aplicación Call recorder para grabar sus llamadas. También conservaba numerosos chats de Whatsapp. Asimismo, la noticia insiste en que todos los detalles del viaje a París de dos de los terroristas, pocos días antes de los ataques, solo se pudieron obtener si les seguían en directo. En un equipo conjunto con la policía francesa, a través de matrículas, tarjetas de crédito e investigaciones sobre el terreno, se logró reconstruir lo que hicieron.

Teorías infundadas

Conocer una supuesta verdad oculta de los atentados de Barcelona y Cambrils es la demanda habitual de partidos independentistas, que no concretan los detalles que desconocen. Es una petición genérica, “queremos saber la verdad”, en la que encuentran cobijo dudas lógicas sin despejar de una investigación retrospectiva y teorías infundadas, como la defendida por el abogado de una de las víctimas y diputado de Junts, Jaume Alonso-Cuevillas, que cuestiona que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, muriese en la explosión de Alcanar (Tarragona). La sentencia de la Audiencia Nacional sostiene que no hay duda de que murió allí, después de analizar los restos con ADN de familiares de Es Satty.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El imán de Ripoll pasó 20 años en España antes de morir en la explosión de Alcanar. Un personaje con diversas caras, que fue también imán de la mezquita de Vilanova i la Geltrú, escenario de una operación antiterrorista en 2006 de la que Es Satty salió indemne, tal y como explican los periodistas Braulio García Jaén y Matías Escudero Arce en El Confidente y el terrorista (Ariel). Pero fue encarcelado posteriormente por tráfico de drogas. Es Satty recibió cuatro visitas del CNI y la Guardia Civil en la prisión de Castellón, según Instituciones Penitenciarias. El director de los servicios de inteligencia españoles admitió, en la comisión de secretos oficiales, contactos con el imán y el error de no haberle hecho un seguimiento una vez salió de la cárcel.

La relación del imán con los servicios secretos y policiales españoles es uno de los elementos que más suspicacias genera. No se ha profundizado en la explicación pública de esos contactos, si se estableció una relación posterior con él —Es Satty alardeaba de su trato con los servicios secretos españoles—, o los posibles errores cometidos. Tanto el PP como el PSOE han vetado, como reprochan ERC y Junts de forma recurrente, una comisión de investigación en el Congreso. En la llevada a cabo en el Parlamento catalán, se concluyó que Es Satty fue un “informador del CNI” y de la Policía Nacional.

Otro elemento nuclear que no ha quedado esclarecido con la investigación es la relación de la célula terrorista con el exterior. Es Satty vivió en Bélgica, trabajó en la mezquita Youssef de Digem, muy cerca de Bruselas, y fue expulsado del centro de culto tras no certificar que carecía de antecedentes. Pero regresó a Bélgica solo tres semanas después del atentado en el aeropuerto de Zaventem (Bruselas), en el que murieron 30 personas en 2016. La investigación judicial no ha podido aclarar, a pesar de las numerosas sospechas, si mantenía lazos directos con el Estado Islámico.

El grupo de jóvenes de Ripoll captados por Es Satty y que cometieron los atentados ya consumía propaganda del Estado Islámico y estaba en un proceso de autorradicalización cuando el imán llegó al municipio catalán, tal y como explica en su investigación la periodista Anna Teixidor, Los silencios del 17-A (Dieresis). Tampoco se ha podido saber si el imán tenía ya alguna información previa de ellos cuando se instaló en el municipio, donde ejerció como imán.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_