El Gobierno y el PSC suben la presión sobre ERC para que vote el decreto de ayudas por la guerra
La portavoz Vilalta dice que las sospechas de espionaje son “un escándalo mayúsculo” y deja en el aire su apoyo a las medidas del Ejecutivo
El Gobierno de Pedro Sánchez y el PSC han salido este lunes en tromba para intentar persuadir a Esquerra Republicana de que vote a favor el jueves del decreto de ayudas de 6.000 millones de euros para mitigar el impacto de la guerra de Ucrania. El Ejecutivo avisa de que en la votación del Congreso está en juego, por ejemplo, el precio de los carburantes. El objetivo es aislar el paquete de ayudas para combatir el impacto generado por el conflicto bélico de la enorme tensión derivada del caso Pegasus, el episodio del supuesto espionaje a más de 60 políticos y activistas independentistas, entre ellos el president Pere Aragonès. ERC considera que la respuesta que ha dado el Gobierno hasta ahora es del todo insuficiente, que la situación es “gravísima”, que tomará su decisión sobre el decreto en los próximos días y que una posibilidad es su voto en contra.
Félix Bolaños, ministro de Presidencia, ha mostrado su confianza en que ERC distinguirá la situación, y ha señalado que prefiere quedarse con las palabra del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que sostiene que son “planos diferentes”, en alusión al caso del supuesto espionaje y al de las ayudas por las consecuencias de la guerra en Ucrania. “Quien vota en contra el jueves está votando para que suba el precio de la gasolina y para que suba el precio de la factura eléctrica”, dijo este lunes en una entrevista en Rac1, interpelando también al PP. “Lo que se vota el jueves es si hacemos más fácil la vida a los ciudadanos”. Salvador Illa, líder del PSC y de la oposición en Cataluña, se ha mostrado a favor de “reconstruir puentes”, y ha advertido a los republicanos de que no apoyar el decreto del Gobierno “no aporta nada ni resuelve nada”.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que no cree que el decreto corra riesgo, pero la realidad es que ahora mismo ERC considera que todas las medidas están en peligro tras “el escándalo mayúsculo”, así lo definen, del caso del espionaje. Marta Vilalta, portavoz de ERC, ha puntualizado que no se trata tanto de qué va a hacer su grupo parlamentario, sino lo que está dispuesto a hacer el Gobierno. Los republicanos consideran que las investigaciones que ha ofrecido ―una en el CNI, otra abierta por el Defensor del Pueblo, una tercera en la comisión de Secretos Oficiales y la desclasificación de documentos― son absolutamente “insuficientes y vagas”. “Son medidas cosméticas. Nadie en el mundo duda de que el Gobierno o el Estado ha espiado. La pelota está en su tejado: tienen que investigar, dar información, ser transparentes y asumir responsabilidades”, ha afirmado. “No sirven las excusas y mirar hacia otro lado. En ningún país democrático del mundo esto quedaría impune”.
No parece que ERC vaya a conformarse con un cabeza de turco porque aspira a saber quién dio la orden de espiar, por qué, dónde está toda esa información y qué garantías, por ejemplo, hay de que no se repetirá. La incógnita es que pasará el jueves, y si Esquerra primará el apoyo a las ayudas o visualizará esa fractura. Pero de entrada, ERC recuerda que no es un socio que garantice siempre al 100% cualquier votación. Por ejemplo, los republicanos no apoyaron la reforma laboral. “Veremos en las próximas horas cómo evolucionan los hechos. ¿Si se votara hoy? No es el caso. ¿El voto en contra? Es una posibilidad. El Gobierno tiene de tiempo hasta el jueves para estar a la altura”. Los republicanos lamentan también el silencio que ha mantenido hasta ahora el presidente del Gobierno.
Es una posibilidad (el voto en contra). El Gobierno tiene de tiempo hasta el jueves para estar a la altura”, avisa la portavoz
El caso del supuesto espionaje ha vuelto a evidenciar las diferencias entre los socios del Govern. Jordi Sànchez, secretario general de Junts, ha anunciado que van a suspender “toda relación política con el Estado”, y ha pedido al Ejecutivo catalán que lo haga de manera clara e inequívoca”. Sànchez ha exigido “depurar responsabilidades” en relación con los supuestos pinchazos telefónicos. Sànchez, que este lunes comparecía en calidad de portavoz de la formación de Carles Puigdemont, ha reclamado la apertura de una comisión de investigación en el Congreso. “Hay que pedir responsabilidades a los que lo ordenaron, a los que lo toleraron y a los que se aprovecharon de ello”, ha advertido. Mantiene que hay que aislar al Gobierno mientras no se aclare “el mayor escándalo de los últimos años de las democracias europeas”.
Junts ha lanzado un dardo a Esquerra al pedirle “el cese del apoyo al Gobierno de [Pedro] Sánchez” hasta que no se active esa comisión. Sin embargo, los posconvergentes descartan de momento romper los pactos que mantienen con el PSC en ayuntamientos e instituciones, la más poderosa, la Diputación de Barcelona, y postergan la decisión a lo que se acuerde en el marco del próximo congreso del partido. Jordi Sànchez ha manifestado que mezclar los pactos electorales que tiene Junts con el catalangate es “banalizar” las acusaciones de espionaje. La valoración salpica a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, quien la semana pasada reclamó abiertamente quebrar toda relación de Junts con el PSC.
Jordi Sànchez señala que la presión para que el PSOE de su visto bueno a una comisión de investigación debe respetar unas líneas rojas. “Hay que mantener las relaciones administrativas entre administraciones”, ha dicho. El rechazo se ciñe a evitar que mandos de Junts aparezcan de la mano de ministros y cargos del Gobierno. Nada de acudir a encuentros bilaterales o de sentarse en la mesa de órganos multilaterales. En aquellas convocatorias donde no se pueda evitar coincidir con algún emisario del presidente, Pedro Sánchez, como este martes con el estreno de la película Alcarràs (ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín), la premisa es “evitar el contacto explícito con ningún miembro del Gobierno español”.
En las filas de JxCat ha causado contrariedad el encuentro, el fin de semana, entre el ministro Bolaños y la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà. Los republicanos avisaron a sus socios de gobierno una hora antes de que la reunión se hiciera pública. En Junts se está a la expectativa de cómo gestiona ERC el pulso con el Gobierno. “Esquerra será responsable de sus actos”, ha advertido Sànchez.
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