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Centros de paquetería en los aparcamientos municipales: la receta de Barcelona para distribuir compras por internet

La ‘tasa Amazon’ anunciada por el Ayuntamiento de la capital catalana no tendrá una propuesta definitiva hasta verano

Clara Blanchar
Taquillas para recoger compras hechas por internet en un aparcamiento municipal de Barcelona.
Taquillas para recoger compras hechas por internet en un aparcamiento municipal de Barcelona.Albert Garcia Gallego

Las cifras de compras por internet, que en Barcelona se doblaron el primer año de pandemia, no paran de crecer, al tiempo que las administraciones buscan reducir el tráfico y sus emisiones, al que también contribuye el reparto de estos paquetes. Y la ciudad está diseñando una estrategia de distribución urbana de mercancías (DUM), la llamada última milla, con el horizonte del año 2030. Entre otras cuestiones concretas, se centrará en aprovechar los aparcamientos municipales para ubicar taquillas de recogida o crear centros de microdistribución: espacios donde almacenan a diario paquetes que llegan en furgonetas y se distribuyen por los barrios en vehículos más limpios, eléctricos o bicis de carga. Ya hay 17 pruebas pilotos de centros DUM en aparcamientos, pero el potencial es mucho mayor porque en la ciudad hay 51, desde el centro a barrios periféricos, si se suman los de B:SM. Saba y Bamsa.

La estrategia DUM, presentada por el Ayuntamiento este martes, contempla otras medidas concretas, algunas también en marcha. Como la creación de ocho centros DUM privados (ahora hay ocho gestionados por empresas vinculadas a la mensajería con vehículos sin emisiones); o ampliar las taquillas en mercados municipales donde los vecinos pueden recoger su compra de producto fresco realizada por internet. Actualmente hay seis mercados que cuentan con lockers: son el de La Concepció, Lesseps, Provençals, Ninot, Llibertat y Sants. Y los mercados de La Boqueria, Sant Antoni, Sagrada Familia y Guinardó tienen las taquillas en aparcamientos junto al mercado.

Otras iniciativas pasan por convertir locales en planta baja que eran tiendas y han cerrado en centros de distribución, o potenciar la distribución que realizan grandes vehículos en la franja de noche. En este caso, no se trata de compras en línea, sino de la carga y descarga de grandes volúmenes en supermercados.

Nuevas ordenanzas y la tasa Amazon

Para algunas de estas medidas será necesario modificar o crear nuevas ordenanzas municipales. Por ejemplo, está también sobre la mesa habilitar nuevos permisos para la distribución nocturna. O hacer plazas o carriles “multiuso”, que puedan funcionar para carga y descarga en unas horas; y con otros usos en otros horarios.

Mientras, lo que no llega es la llamada tasa Amazon, que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau lleva años trabajando para gravar el reparto de mercancías compradas por internet en grandes plataformas. Tras encargar varios estudios y llegar a la conclusión de que lo que se gravará será el uso del espacio público en el momento del reparto, el teniente de alcalde de Economía, Jaume Collboni, ha asegurado que antes del verano habrá una propuesta firme. El problema es que Barcelona sería la primera ciudad del mundo en imponer una tasa a las grandes distribuidoras y busca la fórmula jurídica exacta para evitar un alud de recursos de las empresas. “Veremos cuándo se podrá aplicar”, ha añadido.

Collboni ha valorado que la ciudad tenga un modelo de DUM “eficiente, ecológico y ordenado”. La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha defendido la tasa Amazon para proteger al comercio de proximidad: “Distinguir a quien se esfuerza por dar estabilidad a los trabajadores de quien utiliza el espacio público de almacén”. La concejal de Movilidad, Laia Bonet, ha destacado la importancia “de lograr la capilaridad de la red de espacios de recogida y que los ciudadanos tengan máxima información sobre su ubicación”.

En representación del sector, Santiago Bassols, de Barcelona Centro Logístico, ha destacado la “oportunidad de que Barcelona cree un modelo de referencia”, que tenga una visión “integral, integradora, equilibrada, colaborativa y dinámica”. Bassols no ha hecho ninguna referencia al malestar que en otras ocasiones han expresado los transportistas por las medidas en materia de reducción de emisiones y creación de carriles bici impulsados por Colau.

La estrategia DUM contempla otras medidas como ayudas para compra de flotas de vehículos más limpios, crear un centro de datos para agrupar los que genere el sector, hacer campañas para dar a conocer las novedades u optimizar también el reparto de producto fresco que sale de Mercabarna hacia los mercados.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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