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Cataluña 2021: El año de los tres toques de queda, del adiós de Messi y el fin de los peajes

Los doce hitos de 365 días marcados por la pandemia, la esperanza de las vacunas, el indulto de los políticos presos y el cambio de Govern

El País
2021 Covid en Barcelona
Largas colas en el punto de vacunación Covid en la Fira de Barcelona.Carles Ribas

La vacuna alimenta la esperanza en la comunidad con más restricciones

Si 2020 fue el año de la enfermedad, 2021 ha sido el año del remedio. La vacunación ha cambiado el panorama de la pandemia, aunque no de manera definitiva. Las dosis contra la covid se anunciaron como la luz al final del túnel y los resultados de la protección farmacológica fueron un éxito: los índices de mortalidad se derrumbaron y se recuperó un ritmo de vida cercano al de 2019. Pero cercano no significa completo. Cataluña se ha consolidado como uno de los territorios más estrictos en la aplicación de medidas para combatir las sucesivas olas de contagios: el actual toque de queda para combatir la variante ómicron es el último ejemplo.

El primer gran éxito de la vacuna fue convertir las residencias en lugares seguros. Los ancianos aceptaron sin reservas los pinchazos y los brotes prácticamente desaparecieron de las residencias a los pocos meses. Aquello fue entrar en otra dimensión para todas aquellas personas mayores que acumulaban meses de soledad, distancia, encierros y, sobre todo, miedo. En los primeros tres meses de pandemia fallecieron 6.000 personas en las residencias. En los tres primeros meses de 2021, unas 900. Otra vida.

La vacunación, sin embargo, sufrió una primera brecha en los mismos colectivos sanitarios que sufrieron en sus propias carnes el impacto de la covid. Uno de cada cinco trabajadores de las residencias catalanas seguía sin protegerse en abril. En el trasfondo existía el miedo a los efectos secundarios y las dudas de las profesionales que querían ser madres.

Aquel recelo reavivó el debate entre la libertad individual y la protección colectiva en un contexto de absoluta excepcionalidad. Cataluña y España, en todo caso, mantuvieron la vacuna como una opción voluntaria, a pesar de la petición de entidades sociales que de requerir la vacuna a los profesionales sociosanitarios para trabajar con grupos de riesgo. La evidencia científica, sin embargo, fue definitiva y las dudas se disiparon: el 95% de los sanitarios y de los trabajadores en las residencias tiene la pauta completa.

La cobertura vacunal encontró otro escollo entre los jóvenes. Su percepción del riesgo del virus fue menor porque el mensaje de los científicos era que afectaba especialmente a la gente mayor. Su interés para protegerse también fue más reducido. Eso condicionó los planes de la Generalitat, que desplegó en septiembre un dispositivo para acelerar la vacunación de cara al nuevo curso escolar y al regreso de la actividad tras las vacaciones. La respuesta fue escasa y Cataluña fue la primera comunidad en reconocer que algunas vacunas habían caducado ante la falta de brazos interesados.

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No ha sido hasta la aplicación del certificado covid en bares, restaurantes y ocio nocturno que el ritmo de inoculación de primeras dosis ha vuelto a subir. Un 87% de los catalanes mayores de 12 años tienen al menos una dosis.

El problema es que la explosión de la sexta ola con una cobertura vacunal tan alta genera incertidumbre y dudas entre la población sobre la salida definitiva de la crisis sanitaria. Los responsables políticos reclamaron inicialmente alcanzar una cobertura vacunal del 70% de la población para conseguir la inmunidad de grupo, pero los científicos reclamaron aumentar esa cifra ante la llegada de nuevas variantes. La eclosión de ómicron ha saturado de nuevo la atención primaria en Cataluña y algunos países plantean administrar una cuarta dosis.

La frustración de los ciudadanos y los sectores económicos aumenta ante las nuevas restricciones. Cataluña ha decretado por tercera vez el toque de queda desde el 24 de diciembre y se confirma como la comunidad más estricta en las medidas de contención de la pandemia. El confinamiento nocturno estuvo activo hasta el fin del estado de alarma, el pasado 9 de mayo; y entre mediados de julio y agosto, cuando el Tribunal Superior de Justicia tumbó la ampliación de la medida prevista por el Govern.

Los restaurantes han podido servir con normalidad durante tres meses en todo el año, de octubre a diciembre, y ahora tienen sus aforos reducidos, como ocurre en la cultura o el deporte. Peor lo tienen las discotecas, que vuelven a estar cerradas a diferencia de la mayoría de territorios de España. Ante la sexta ola, Cataluña retrocede unas cuantas casillas en su avance contra la covid, pero la vacunación se mantiene como la principal solución.

Pere Aragonès 2021
Pere Aragonès alza el brazo tras ser investido presidente.Albert Garcia Gallego

ERC vuelve a la presidencia del Govern

Algunas cosas han cambiado en el Palau de la Generalitat. Desde el pasado 24 de mayo, ERC ostenta la presidencia del Ejecutivo catalán, en la figura de Pere Aragonès (Pineda de Mar, 39 años). Los republicanos no estaban en esa posición desde el retorno del exilio de Josep Tarradellas. La intención de traer aire fresco tras la hegemonía del entorno convergente ha topado no solo con la demandante gestión de la pandemia, sino también con los choques internos en el seno del secesionismo. El más grave con la CUP, que en la práctica terminó por dinamitar la primacía del eje nacional en la política doméstica.

En esos cambios pesa bastante la estética. No hay que ir muy lejos para encontrar un ejemplo: Aragonès adelantó a Sant Esteve el discurso que tradicionalmente el president daba el día de fin de año. El discurso de la Diada lo sacó del Palau para llevarlo al recinto modernista del hospital Sant Pau. Y en un esfuerzo por apartar al Ejecutivo de la bronca política, retomó la figura de una portavoz externa a los consejeros.

El resultado del 14-F, muy influido por el virus, dejó un panorama endiablado. La gran batalla por la hegemonía política y del independentismo no fue tal. El PSC fue la fuerza ganadora aunque sin capacidad de formar Govern. En el bloque independentista, que sí sumaba, ERC logró sacarle 35.607 votos (y un diputado de diferencia) a Junts. Los de Carles Puigdemont, tan amantes de las metáforas deportivas, obviaron cualquier principio aritmético y se enfrascaron en defender la idea de empate técnico. Y con ese dogma, dilataron hasta el límite la investidura de Aragonès.

El Ejecutivo de ERC y Junts caminó sus primeros cien días siendo más discreto respecto a los desencuentros, en comparación con la imagen de bronca permanente en el Gobierno de Quim Torra. Pero la verdadera oposición al Govern Aragonès no está en los escaños de los grupos del Parlament sino en la silla de la presidencia. La líder de la Cámara, Laura Borràs, se ha convertido en el látigo contra los republicanos y empuja a su partido a tomar posiciones mucho más frentistas. El ruido ha vuelto.

Aragonès tomó posesión del cargo prometiendo cuatro revoluciones: social, feminista, verde y democrática. La herramienta básica para intentar seguir ese camino, los Presupuestos, salieron gracias a En Comú Podem y no a la CUP, descontenta con lo que considera políticas continuistas en lo social y autonomistas en lo nacional. No es la única mayoría que se ha cocinado más allá del independentismo. Junts y el PSC hicieron pinza en la fracasada ampliación de El Prat. El decreto de las energías renovables también salió adelante sin los anticapitalistas. Republicanos, comunes y socialistas defienden, contra viento y marea, la bandera del diálogo con el Gobierno central.

El futuro del aeropuerto de El Prat queda en el aire

En agosto de 2013, el aeropuerto de El Prat superó por primera vez al de Barajas en número de pasajeros en lo que parecía una demostración de que la segunda mayor instalación de Aena tenía todavía mucho que decir en el futuro. En septiembre de 2021, la enésima demostración de lo que cuesta entablar el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno se llevó por delante un debate sereno sobre esas opciones y que la empresa semipública confirmara una inversión de 1.700 millones de euros en su ampliación.

El cisma llegó de la mano del alargamiento de la pista sur: Aena dio por hecho en uno de sus documentos que se vería afectada la zona protegida de La Ricarda, amparada por la Red Natura 2000 de la UE, y el Govern, a través de un tuit del president Pere Aragonès y en contra de lo que defendía Junts, dio por liquidadas unas posibles negociaciones pese a haber oficializado un acuerdo en una comisión mixta Generalitat-Estado. El Gobierno central ha defendido que con ese “no” el aeropuerto pierde una ventana de oportunidad que no se volverá a abrir en cinco años, mientras que desde el Govern existen esperanzas de iniciar un debate técnico que permita no comprometer el crecimiento del aeropuerto.

Solo el colapso del negocio de la aviación provocado por la covid ha permitido ganar tiempo antes de que El Prat alcance su límite de 55 millones de pasajeros; en 2019 pasaron por él casi 53 millones de usuarios. La voz del empresariado se ha dejado oír con fuerza para presionar a Aragonès, que ha tenido a su lado en contra de la ampliación a los comunes de Ada Colau. En su defensa, la relevancia de la inversión prevista y la palanca que supondría para atraer inversiones. Otra vez en los fieles de la balanza se sitúan crecimiento económico y medio ambiente.

salen de la cárcel de LLadoners
Los políticos presos salen de la cárcel de LLadoners tras la concesión de un indulto parcial.massimiiano minocri

Los indultos que pacificaron el ‘procés’ a las puertas del verano

Ninguno de los condenados quiso pedir en nombre propio el indulto, ninguno lo reivindicó. Pero la medida de gracia formó parte, casi desde el mismo instante en que el Tribunal Supremo dictó la sentencia sobre el procés, de las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat para retomar el diálogo tras los años más duros del proceso independentista.

En octubre de 2019, la condena a penas de 9 a 13 años de cárcel a los líderes independentistas —con el exvicepresidente Oriol Junqueras a la cabeza— provocó jornadas de graves disturbios en Cataluña. La necesidad de calmar las calles y de abrir un nuevo tiempo político hicieron que, poco a poco, la posibilidad de un perdón gubernamental se fuera abriendo paso. El Gobierno de Pedro Sánchez preparó la medida con sumo cuidado, entre críticas furibundas de los partidos de la derecha, que pedían el cumplimiento íntegro de las penas.

El Consejo de Ministros aprobó los indultos parciales “por utilidad pública” a las puertas de la verbena de Sant Joan para alivio de los familiares de los presos, pero también de Esquerra Republicana. El 23 de junio a mediodía, el presidente Pere Aragonès fue a recibir a los nueve presos a su salida de las cárceles. De la prisión de Lledoners salieron los siete varones exhibiendo una estelada y un cartel: “Freedom for Catalonia”. Los líderes políticos y sociales, ya libres, reivindicaron su compromiso con la independencia. Para el Govern de Aragonès, los indultos fueronsobre todo un aval a su a puesta por reabrir el diálogo y una forma de que la herida abierta por el procés dejara, al menos, de sangrar.

2021 plataforma Preservem el Maresme
Miembros de la plataforma Preservem el Maresme levantan una de las barreras del peaje de Premià-Vilassar en la C-32.Albert Garcia Gallego

Y los peajes levantaron las barreras

El año 2021 marcó el fin de los peajes en Cataluña. O de algunos de los peajes. Las autopistas de concesión estatal, AP7 y AP2, eliminaron sus barreras, poniendo fin a décadas de pago obligatorio entre La Jonquera y Alcanar, así como en la ruta que une El Vendrell con Lleida, en dirección a Aragón. De igual modo, también se liberaron la C-32 (Barcelona-Lloret de M ar) y la C-33 (Barcelona-Montmeló), éstas, de titularidad autonómica. La Generalitat conserva el pago, sin embargo, en otras vías que dependen de su gestión directa. Se trata de la C-16 a su paso por los túneles de Vallvidrera, la autopista de Montserrat y los túneles del Cadí, y de la C-32, entre Castelldefels y El Vendrell, tramo conocido como túneles del Garraf. Los cuatro peajes serán en 2022 un 5,4% más caros, un aumento equivalente al incremento del IPC entre octubre de 2020 y el mismo mes de 2021. Según el departamento de la Vicepresidencia, Políticas Digitales y Territorio, el contrato existente con las empresas concesionarias establece una revisión automática de las tarifas en función principalmente de la variación del IPC, si bien también se aplica “un coeficiente corrector” sobre la base de la diferencia entre el tráfico real registrado y lo que se estimó que se daría, tres años antes.

Los “papeles de Pandora” dejan a Albiol sin la alcaldía de Badalona.

El popular Xavier García Albiol fue destituido en noviembre como alcalde de Badalona tras la moción de censura que presentó la oposición. El socialista Rubén Guijarro le sustituyó en la alcaldía afirmando que se habían acabado las “mentiras” y empezaba el tiempo de la “regeneración”. La salida del popular se produjo tras la investigación periodística conocida como Los Papeles de Pandora en la que apareció como apoderado de una firma en el paraíso fiscal en Belice. Tras negar reiteradamente cualquier relación con el caso, Albiol insistió en que volverá a concurrir a las elecciones municipales de 2023.

Adiós de Messi

Messi sin poder contener el llanto. Fue la imagen que acompañó el adiós del genial futbolista. Un momento que el mismo calificó como el más difícil de su carrera deportiva. Messi dejó el Barça, al que llegó cuando tenía 13 años. Un año de profundos cambios en el club azulgrana que dejó atrás la etapa de Bartomeu con la irrupción en escena de Joan Laporta que en marzo pasado asumió su segundo mandato once años después de que lo dejara. Laporta logró la presidencia al imponerse a sus rivales con el 54,28% de los votos emitidos.

La covid hunde en la pobreza a casi un tercio de los catalanes

Las causas estructurales que llevan a una persona a estar en situación de pobreza —las principales, la inestabilidad del empleo y la dificultad para acceder a una vivienda, situaciones que se agravan en las personas sin papeles— se amplificaron durante la pandemia. Y 2021, lejos de ser el año de la recuperación, hundió en la vulnerabilidad a aquellas familias que durante los confinamientos perdieron ingresos. La encuesta de las condiciones de vida del Idescat indica que el 26,3% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social, y que el 21,7% está ya por debajo del umbral de la pobreza. Otro informe, el Foessa, destaca que cuatro de cada 10 familias con hijos en el área de Barcelona vive en riesgo de exclusión.

La pobreza está, pues, a la vuelta de la esquina y este año varios sucesos lo han puesto de relieve. El más reciente, hace un mes, el incendio en un local ocupado en el centro de Barcelona en el que murió una pareja con dos hijos. Pero también dan cuenta de la pobreza el deshaucio de una nave industrial de L’Hospitalet de Llobregat en la que vivían 70 personas, o los casi 5.000 desahucios que hubo en la capital catalana de enero a septiembre.

Colas de turistas en la Sagrada Familia 2021
Colas de turistas en la Sagrada FamiliaJoan Sanchez

El turismo levanta (un poco) la cabeza

La actividad turística en Barcelona capital no ha sido este año, ni de lejos, la que era antes de la pandemia. Sin embargo, 2021 ha marcado una ligera recuperación. Barcelona cerrará el año con unos 6,5 millones de visitantes. Muy lejos de los 12 de 2019 pero por encima de los 4,4 del año pasado. Turismo europeo, especialmente francés, italiano, Países Bajos y Bélgica y, el resto, nacional. Un turismo internacional que también ha sido el balón de oxígeno para el resto de Cataluña.

Una recuperación que ha ido a la par de la confianza que generó el alto nivel de vacunación contra la covid hasta el jarro de agua fría de la expansión de la variante ómicron. Hace un año, en diciembre de 2020, el 80% de los hoteles de la capital estaban cerrados; ahora el 73% están abiertos. Eso sí, con unas ocupaciones discretas salvos los meses de verano y entrado el otoño. Y con un fenómeno de cambio de manos de grandes hoteles, como el Sofía o el Juan Carlos I, antes nunca visto.

Que la ciudad ha empezado a tener turismo de vacaciones se nota en sus puntos más visitados, como el Park Güell o la Sagrada Familia. La asignatura pendiente sigue siendo el visitante de convenciones y negocios.

La cultura se recupera a pesar de las restricciones

Tras un año de crisis generalizada por la pandemia, la cultura ha recuperado, con fuerza, la actividad en 2021, pese a la sensación de que sería imposible conseguirlo. De hecho, en los nueve primeros meses del año la facturación aumentó un 40% con respecto a 2020 y en julio se había superado el nivel del mismo periodo de 2019. El poderoso sector editorial cerrará el año (pese a la alarma de falta de papel y el colapso de las imprentas) superando un 15% la facturación de 2019 y se ha calificado el año como “el mejor del decenio”.

Museos, teatros, auditorios y cines han ido recuperando, poco a poco, el público, que no ha dudado en volver con ganas a visitar y disfrutar de lo programado en estos centros. La Generalitat, como cada año, en una especie de tradición, ha cambiado de titular en Cultura (y van siete en seis años). Desde mayo ocupa el cargo Natàlia Garriga (ERC), que ha concedido 30 millones para paliar los efectos por las pérdidas por la reducción de aforos, cancelaciones y gastos de funcionamiento de las salas con programación estable de música en vivo, el más castigado por las restricciones del Govern. Entre los que han fallecido este 2020: Joan Margarit y Oriol Bohigas, dos grandes de la cultura.

grada del Teatre Lliure de Gràcia 2021
La grada del Teatre Lliure de Gràcia prácticamente llena en el primer día en que el aforo puede ser del 100%.Joan Sanchez

La capital de la marihuana que trae de cabeza a los Mossos

Cataluña se ha consolidado como capital europea de la marihuana, una realidad que trae de cabeza a los Mossos d’Esquadra. La policía autonómica no solo ha de dedicar cada vez más esfuerzos a combatir este negocio ilícito —y, sobre todo, los crímenes que lleva aparejados— sino que ha visto cómo algunos de sus agentes se dejaban seducir por el dinero fácil de la droga.

Con un clima ideal para las plantaciones y con precios muy competitivos, España se ha convertido en el principal exportador europeo. Y Cataluña está a la cabeza de un tráfico ilegal que cada año deja más de 13.000 detenidos. “Somos los números uno exportando marihuana, pero también importamos crimen organizado”, asegura un jefe de investigación de los Mossos sobre uno de los efectos colaterales más peligrosos del cannabis. Las disputas entre grupos por controlar un negocio millonario se solventan, a menudo, con ajustes de cuentas violentos y asesinatos que obligan a la policía a un esfuerzo extra.

Los investigadores llevan tiempo advirtiendo de esta tozuda realidad a los políticos, que parece que al fin han tomado nota. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, advirtió públicamente hace unos días sobre el incremento de delitos asociados a la marihuana. La despoblación rural —que ha permitido tener espacio disponible para el cultivo— y el escaso castigo que, en comparación con otras drogas como la cocaína, recibe el tráfico de marihuana, la han encumbrado como reina del negocio.

A la preocupación por la seguridad se une otra, no menos perniciosa: el veneno de la corrupción y el riesgo de que penetre más allá de las esferas policiales. En el último año, los Mossos han desarrollado operaciones contra agentes por haberse pasado a la otra trinchera en la batalla del narcotráfico.

El Obispo que lo deja todo por amor

Xavier Novell es el protagonista de una de las historias del año tras anunciar su intención de dejar de ser obispo de Solsona por amor. El pasado agosto, Novell anunció que el Papa había aceptado su renuncia “por razones personales”. Pronto se supo que mantenía una relación sentimental con la escritora Sílvia Caballol. En noviembre, la pareja se casó por lo civil en el juzgado de paz de Súria.

Información elaborada por: Bernat Coll, Camilo S. Baquero, Dani Cordero, Marc Rovira, Jesús García, Àngels Piñol, Josep Catà, Blanca Cia y José Ángel Montañés

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