Una ceremonia fugaz en el Palau

El poema Cançó de fer camí, de Maria Mercè Marçal y el canto de Els Segadors abrieron y coronaron la fugaz ceremonia de posesión este miércoles del nuevo Govern. El acto, de media hora, se celebró en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat ante 74 personas, entre ellas el Ejecutivo saliente y familiares de los políticos. Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, se reafirmó en un breve discurso en que la resolución del conflicto soberanista pasa por la amnistía y la autodeterminación, omitiendo los indultos a los que se refirió abiertamente este martes el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

La ceremonia del acto de toma de posesión de los 14 consejeros —ocho mujeres y seis hombres— consistió en la lectura del decreto del Govern y la pregunta que les formuló el president para asumir el cargo. “¿Prometes cumplir fielmente las obligaciones del cargo que asumes al servicio de Cataluña y con lealtad al presidente de la Generalitat?”. Todos lo hicieron y con la mano derecha se tocaron el pecho e inclinaron la cabeza en señal de saludo. Alguno, como Teresa Jordà, consejera de Acción Climática, Agricultura y Alimentación, hizo un gesto de agradecimiento a la zona donde estaban el Govern saliente. Solo repiten ella y Jordi Puigneró, ahora vicepresidente y consejero de Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbana.

Los consejeros, que se saludaron en el Pati dels Tarongers —muchos no se conocían— se hicieron luego en una foto de familia en la plaça de Sant Jaume ante las cámaras. Después, celebraron el Consell Executiu y el traspaso de carteras. Posiblemente, uno de los más emotivos fue el que reunió a Puigneró, que dirigirá una consejería resultante de fundir la suya \[Política Digital\] con la de Territori y Sostenibilidad [Damià Calvet]. Tras la renuncia de Elsa Artadi, Puigneró se impuso en la pugna a Calvet. Los dos comparten trayectoria —fueron ediles en Sant Cugat— y juntos coronaron el Aneto. Calvet regaló a su sucesor una maqueta de un convoy Stadler 115, que FGC pondrá a circular en el Metro del Vallès. “Me subo al tren de la consejería de Territorio, que representa mucho para el país. En el siglo XX y XXI ha sido una referente y debe seguir así”, dijo Puigneró.

Meritxell Budó, exconsejera de Presidencia, traspasó su cartera a Laura Vilagrà, y la de nueva creación de Feminismos e Igualdad a Tània Verge. También exprimera edil de La Garriga, Budó aconsejó a su sucesora que siga “su instinto” de “exalcaldesa” \[lo fue de Santpedor\] y a Verge que acabe con la “lacra” de la violencia machista. “Un país con desigualdad de género no puede ser nunca libre”, afirmó Verge, con una mascarilla lila. En el Departamento de Economía, Jaume Giró dijo afrontar el cargo con “humildad” y expresó su deseo de que el nuevo Govern sea “muy cohesionado” y “fuerte” todo el mandato.

Ester Capella entregó la cartera de Justicia a Lourdes Ciuró admitiendo que a nadie se le escapa la “contradicción” que supone gestionar las prisiones estando encarcelados los presos del 1-O. “Justicia ha vivido los momentos más difíciles desde 1977”, dijo. Joan Ignasi Elena, nuevo titular de Interior, que releva a Miquel Sàmper, admitió que el departamento que asume es “muy duro” aunque apuntó que es justo el puesto en el que quería estar ya que es la cartera donde más se puede trabajar para los “más vulnerables” de Cataluña.

Natàlia Garriga, consejera de Cultura, accedió al departamento de la mano de su paisana, la sancugatense Àngels Ponsa, que la recibió con un abrazo. Garriga citó por primera vez la cifra del 2% que todos los consejeros de Cultura, siete en los últimos cinco años, repiten como un mantra, aunque el presupuesto no llega al 1% de la Generalitat. “¡Voy a tope en este asunto!”, dijo.

Con información de Camilo S. Baquero, Bernal Coll, José Ángel Montañés y Àngels Piñol.