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El coronavirus se muda a la zona alta de Barcelona: de Nou Barris a Sarrià

Los distritos de rentas altas sufren más positivos desde que se recuperó la movilidad

Coronavirus Barcelona
Un vecino pasea por Ciutat Meridiana, uno de los barrios con la renda más baja de Barcelona.Carles Ribas (EL PAÍS)
Bernat Coll

El coronavirus se ha mudado. La pandemia se ha trasladado de la periferia de Barcelona a la zona alta. Los barrios con rentas más altas presentan por primera vez una incidencia superior que en el resto de zonas. La tendencia es creciente y se observa desde Semana Santa, cuando se aceleró la apertura y decayó el confinamiento comarcal. La diferencia se acentuó especialmente a partir de la verbena de Sant Joan. Hasta entonces, los barrios con rentas más bajas acumulaban la incidencia más alta por covid. “En las primeras olas el virus golpeó a las clases más deprimidas, y ahora es al revés”, explicó el miércoles el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, en TV-3. “La covid golpea ahora más a las clases altas. Las tasas de contagio se triplican en las zonas económicamente más favorecidas”, aseguró, aunque no concretó el cálculo.

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Los expertos atribuyen este cambio de tendencia a diversos factores, pero principalmente reivindican el “valor” de la movilidad en los diferentes tramos de la crisis. “Estamos habituados a concebir la movilidad como un signo de estatus social. Quién más tiene, más se mueve”, analiza el geógrafo y experto en estudios urbanos Oriol Nel·lo. “Pero en la pandemia, el que más ha tenido ha sido el que menos se ha movido”.

Desde el 5 de abril, después de Semana Santa, el 53,7% de los casos se registran en los distritos de rentas más altas: Sarrià Sant-Gervasi, Les Corts, Eixample, Gràcia y Sant Martí. El 43,3% se dan en el resto de distritos: Sant Andreu, Sants, Horta, Nou Barris y Ciutat Vella. La diferencia es aún mayor si se analizan las semanas posteriores a Sant Joan, donde los barrios más ricos rozan el 60% de los casos detectados.

Para la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el cambio de tendencia se da a partir de la verbena de Sant Joan, el 23 de junio. “La hipótesis es que estos nuevos contagios se producen entre jóvenes con más poder adquisitivo y capacidad económica para participar en eventos de ocio nocturno, viajes u otras actividades sociales que conllevan un mayor riesgo”, analiza una fuente del ente, que reclama tiempo para comprobar la evolución de los positivos en los barrios de Barcelona. “Aún es pronto y es necesario más tiempo para confirmar o desmentir esta hipótesis”.

A la izquierda, la incidencia acumulada afectó a los distritos periféricos de Barcelona durante el primer confinamiento de 2020. A la derecha, los positivos crecieron en la zona alta durante el periodo entre abril y julio de 2021. Fuente: ASPB
A la izquierda, la incidencia acumulada afectó a los distritos periféricos de Barcelona durante el primer confinamiento de 2020. A la derecha, los positivos crecieron en la zona alta durante el periodo entre abril y julio de 2021. Fuente: ASPB
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La hipótesis de la ASPB gana fuerza cuando se observa el perfil de las personas infectadas en los barrios de Sarrià y Les Corts, los más ricos de la ciudad. El 84% de los casos son menores de 35 años, cuando en el resto de los distritos representan el 75%. “Recibimos cada día a muchos jóvenes que se han ido de viaje con grupos de su edad y que regresan con síntomas”, explica una enfermera de un CAP del distrito de Les Corts. “Son personas sin vacunar, pero que tienen una percepción baja del riesgo y se juntan en reuniones o celebraciones con muchas personas”, añade.

La actual afectación en los territorios más acomodados se repite también fuera de Barcelona. Las áreas básicas de salud de Sitges, Vilassar de Mar y una de Sant Cugat, tres de los seis municipios con una mayor renta de Cataluña, registraron la semana pasada más contagios que en ninguna otra área.

Afectación por el confinamiento

El escenario actual es inverso al del resto de la pandemia en la capital catalana. Los barrios ricos sufrieron el 45,3% de los positivos desde la llegada de la covid hasta el 8 de junio del 2020, cuando Barcelona pasó a la fase 2 de la desescalada. Las zonas más vulnerables sufrían el 53,3% de los casos.

“En un confinamiento estricto, la incidencia se basa en lo que ocurre en el mercado laboral porque la movilidad de ocio y personal se reduce a la unidad familiar”, resume Lídia Arroyo, miembro del Colegio de Profesionales de Ciencia Política y de la Sociología de Cataluña e investigadora de la UOC. “Ahora que las restricciones se levantan, la incidencia se focaliza en los contactos sociales y el peso de la ocupación pasa a un segundo lugar”, completa.

El 84% de los casos positivos en los dos distritos más ricos son menores de 35 años

Los expertos entienden que el acceso a la actividad laboral en los primeros meses de pandemia fue más complicado en las zonas más vulnerables. Ya fuera por no poder trabajar a distancia o por formar parte de los servicios esenciales, los vecinos afectados vivieron situaciones de más riesgo para cumplir con sus obligaciones laborales. Un estudio de la Autoritat Metropolitana del Transport (ATM) de Barcelona observó que el uso del transporte público se utilizó durante el confinamiento un 5% de lo que era habitual antes de la covid en los barrios acomodados, mientras que en algunas zonas más pobres de la ciudad el porcentaje alcanzó el 30%. “En la capacidad de quedarse en casa y de utilizar los medios de transporte públicos parecen incidir no solo la voluntad de las personas, sino también sus condiciones socioeconómicas”, concluyó el documento. Nel·lo considera que la inmovilidad se convirtió en una especie de privilegio. “Quien no se movía tenía ahorros, una casa más grande, o más recursos”, ejemplifica. “En cambio, quien no podía teletrabajar, tenía que desplazarse”.

Arroyo incide, además, en la diferencia del impacto de la covid entre hombres y mujeres. Si bien al inicio de la pandemia el 54% de los casos eran mujeres, ahora lo son el 47%. “Las mujeres están más vinculadas al sector de los cuidados, que requieren más proximidad física”, apunta la socióloga. “Y en los barrios más pobres esta relación aumenta”.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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