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Sen Senra y El Petit de Cal Eril, dos triunfos en el festival Vida

La cita musical de Vilanova i la Geltrú echó el cierre superando los problemas organizativos

El músico Sen Senra durante su concierto en la última jornada del Vida.
El músico Sen Senra durante su concierto en la última jornada del Vida.Alejandro García (EFE)

Hace años pasó casi anónimamente por el festival, en uno de sus escenarios pequeños. En la noche del sábado Sen Senra actuó en el escenario principal y fue la figura más destacada de la última jornada del Vida Festival. La veteranía y solvencia de Love Of Lesbian en uno de los veranos de su carrera y el intimismo de El Petit de Cal Eril fueron otras de las notas destacadas de un festival en el que se ha evidenciado la dificultad de mantener el uso de mascarilla. Por lo demás el Vida sigue camino de convertirse en un festival familiar con un público cada vez más entrado en canas y un aporte de criaturas que le confieren un delicioso aire de guardería musical.

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Y así, cuando El Petit De Cal Eril cantaba “cosas inútiles como las cajas y los bancos / cosas terribles como las balas y los tanques / si fuesen tan fáciles de eliminar” parecía estar cantando a cualquiera de los niños y niñas que en ese momento, cerca de medianoche, se iban adormeciendo envueltos por la música de ese duendecillo de Guissona. El suyo fue otro concierto de fragilidades y detalles, de vocecitas que no gritan, propias de un artista que como el público atrapado por la música, habla bajito.

Fue el caso también de Sen Senra, otro artista que canta bajito, en su caso aflautando además su voz hasta parecer otro post adolescente sigiloso. Sus canciones, a veces una estructura mínima para guitarra y voz, se despliegan lentas, como habitaciones vacías, prendidas en unas melodías pop irrefutables que en ocasiones muestran el estribillo ya a las primeras de cambio. Y no cansa. En eso también se parece a El Petit, aunque Sen Senra está más vinculado a la estética urbana, una mezcla de tenues patrones de rhythm anb blues, canción electrónica y producción digital, y su directo va también en esta línea, con solo dos músicos y apoyos pregrabados. Canciones como Ya no te hago falta, Perfecto, Me valdrá la pena o Sublime fueron ganchos que conectaron al Vida con los sonidos que ahora captan a los jóvenes, allí en su salsa. Sin duda, Sen Senra es un artista con notable proyección.

Y mientras Chaqueta de Chándal echaban vitriolo con canciones como Cayetana, Pastillas o Artículo primero en uno de los escenarios pequeños del festival, el Vida iba concluyendo. La siguiente cita, el Cruïlla, el próximo fin de semana, tiene la misión de solventar los problemas que han presentado tanto Vida como Canet, principalmente relacionados con la agilidad de los test y la consecuente formación de colas. También se comprobará si la dirección del festival barcelonés toma medidas para manifestar la obligatoriedad de las mascarillas. En este sentido, la imagen del Vida se produjo avanzada la noche del sábado, cuando una señora se puso la mascarilla entregada a la entrada del festival cuando lo abandonaba. Se sentía más segura dentro que fuera.

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