El independentismo recibe la inminencia de los indultos en tono desafiante
Pedro Sánchez expone este lunes en Barcelona su plan para reconducir el conflicto en Cataluña y medirá el apoyo social a su apuesta por las medidas de gracia
Todos los indicios señalan que el Consejo de Ministros aprobará este martes los indultos a los líderes independentistas condenados en el juicio al procés. Antes de dar ese paso definitivo en su apuesta para desinflamar el conflicto político en Cataluña, el presidente Pedro Sánchez expondrá este lunes en Barcelona su hoja de ruta para la comunidad en el nuevo escenario. El jefe del Gobierno, que la semana pasada recibió el espaldarazo del mundo económico y eclesiástico catalán, afronta ahora la respuesta de la sociedad y de un independentismo desafiante.
La víspera de la conferencia de Sánchez en el Liceu, titulada Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España, se subrayó el tránsito de cierta frialdad inicial en las filas secesionistas hacia la concesión de los indultos a la intención de eliminar cualquier mérito personal del jefe del Gobierno en la operación y achacarla a la presión internacional. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) está a punto de comenzar a analizar los recursos de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Cuixart contra la sentencia del Tribunal Supremo que les envió a la cárcel por delitos de sedición y malversación.
Al planteamiento de la presión internacional, lanzado hace una semana por otro de los beneficiarios del perdón, Jordi Sànchez, se sumaron este domingo Oriol Junqueras y Cuixart. “Los indultos son un triunfo pues muestran algunas de las debilidades del aparato del Estado”, dijo el líder republicano en Catalunya Ràdio. “Porque cuando las decisiones que se han tomado en algunos de esos aparatos se confronten con la justicia europea no resistirán el examen. El Estado intenta ahora protegerse contra las medidas abusivas que había tomado antes”.
En una entrevista al digital El Nacional, Cuixart ahondó en esa idea, aunque con una retórica más encendida. “El indulto será el preludio de la derrota que sufrirá España en Europa”, dijo el aún presidente de Òmnium, muy recordado por mencionar aquel “lo volveremos a hacer” en su último turno de palabra en el juicio en el Supremo.
Dentro de las filas independentistas reina la convicción de que el tribunal asentado en Estrasburgo enmendará la plana a la justicia española y se recuerdan todas las victorias judiciales en Alemania y Bélgica. “El tribunal legitimará todavía más que lo que hicimos los ciudadanos de Cataluña no es delito, y al contrario: que la única manera de proteger los derechos fundamentales condenados por los tribunales es ejerciéndolos”, afirmó Cuixart.
El desafío que se encontrará Sánchez no es meramente retórico. Junqueras evitó este domingo referirse al hecho de que ningún miembro del Govern acuda al Liceu. “Si el Gobierno quiere hacer una cosa [la medida de gracia], que la haga y que deje de especular con el sufrimiento no solo de los que estamos en prisión, sino también de los afectados en otros procesos judiciales y el del Tribunal de Cuentas”, añadió el líder republicano, que cumple condena de 13 años de prisión.
En las filas de Junts, cuyos cargos más importantes se reunieron ayer en Waterloo con el expresident Carles Puigdemont, también llovieron críticas al acto de Sánchez, que ven meramente propagandístico. El ahora eurodiputado pidió al jefe del Gobierno español que acuda a explicar su plan al Parlament. “En el Liceu se puede escuchar ópera, incluso hacer teatro”, dijo el expresidente huido de la justicia, pero es en el Parlament “donde se hace política y donde hay que enviar mensajes”, dijo Puigdemont, informa Guillermo Abril. El independentismo presentó en el Teatro Nacional de Cataluña, en 2017, el texto de la ley que daba cobijo al referéndum ilegal.
La organización del acto de Sánchez no precisó cuántas de las 300 butacas del Liceu estarán efectivamente ocupadas para escuchar al presidente. El acto ha sido pensado para ir más allá del influyente mundo económico y llegar a otras capas de la sociedad con un formato “más sosegado”, según explicó el propio jefe del Gobierno la semana pasada en Barcelona.
El Gobierno, que intenta sondear la temperatura de la sociedad catalana, encontrará contestación en la calle. A las doce del mediodía, la misma hora de la convocatoria en el Liceu, pero en este caso en La Rambla, la ANC y la CUP celebrarán sendos actos de rechazo. Tanto la entidad como la formación política comparten, con matices, la idea de que se trata de una “farsa” democrática e insistirán en la necesidad de una amnistía. La anulación de la responsabilidad jurídica también la defiende Junqueras. “Nosotros defendemos la amnistía, el referéndum y la independencia. Si para ello somos más útiles estando fuera que dentro [de prisión], es evidente que queremos ser útiles”, respondió el líder de ERC cuando se le pidió que valorase la posibilidad de ser indultado.
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