Barcelona también se vende en ‘Masterchef’

Exterior día. Y calor. Y trajín, el de este martes en La Rambla de Barcelona: corte de tráfico, camiones con el equipo técnico, cátering delante de La Virreina y mucha seguridad privada. El concurso Masterchef graba en el mercado de La Boqueria y La Rambla un programa de su versión Celebrity que arrancará después del verano. El programa grabado en Barcelona se podrá ver en otoño, cuando solo queden siete concursantes de 16. La productora impide revelar sus nombres. El nerviosismo para que no se publiquen en las redes imágenes de estos famosos es considerable. Masterchef tiene una audiencia de más de tres millones de espectadores a los que conviene no revelar quién seguirá en noviembre. Todo el frenesí es fruto de un acuerdo con Turismo de Barcelona, que ha “luchado”, en palabras de su directora, Marian Muro, para traer el programa a la ciudad con el objetivo de promocionar su gastronomía.

Llega la comitiva del gobierno de la ciudad para saludar al equipo: la alcaldesa Ada Colau y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni. Están más nerviosos los miembros de seguridad del programa que los de la Guardia Urbana, acostumbrados a torear en plazas más complicadas. Foto y tumulto de cámaras en la puerta del mercado más famoso de la ciudad.

“Estamos muy contentos de acoger a Masterchef, un programa de máxima audiencia y que hace pedagogía de la alimentación, en un lugar emblemático y querido como es el mercado de La Boqueria, y en La Rambla, y en una ciudad asociada a la gastronomía de primera nivel”, afirma la alcaldesa. “Es un orgullo poder hacer visible Barcelona con sus 40 mercados y como destinación atractiva que un programa como Masterchef ayudará a visibilizar”, dice Colau antes de despedirse recordando que el año que viene la ciudad será Capital de la Alimentación Sostenible.

El tinglado no tendrá coste para las arcas públicas. Lo han pagado las empresas de transporte, hoteleros y restaurantes de la ciudad, explica el presidente del comité ejecutivo del Consorcio, Eduard Torres. Firmas que no cita que han pagado el viaje, alojamiento y manutención de las 70 personas que mueve el programa. Solo en cámaras, son una quincena: una por concursante, una por miembro del jurado y las que graban planos generales. Se les distingue a la legua, por sus camisetas negras con el logo del programa.

Es fácil identificar a otros miembros del equipo: regidores con el pinganillo, técnicos con un cinturón de herramientas, o maquilladoras que no se separan de neceseres de tamaño considerable. Los concursantes, por su parte, visten zapatillas deportivas, polo, vaqueros y delantal. Entre los de la edición que arranca el 16 de septiembre hay nombres como Florentino Fernández, Celia Villalobos, Ainhoa Arteta, Raquel Merino, Raquel Sánchez-Silva, David Fernández, Melanie Olivares o Gonzalo Miró.

El chef y miembro del jurado Jordi Cruz, que juega en casa, celebra “grabar en una ciudad maravillosa que nos encanta divulgar”. Apenas puede dedicar un momento a la prensa mientras los clientes del mercado le piden que se haga selfis.

En dos días de rodaje se habrá grabado un programa entero en exteriores: la presentación delante del mercado, los concursantes comprando ingredientes en su interior y la prueba en La Rambla, a la altura de Santa Mònica. “Los mercados, los productos frescos y la gastronomía serán ejes de la promoción de los próximos meses, asegura Torres tras reconocer que el turismo afronta un año “muy duro”. A su lado, Muro insiste en la idea de la voluntad del Consorcio de Turismo de que sea la ciudad quien construya su propio relato, que no se lo hagan desde fuera.