Torra dice que falta “clima de confianza” para la mesa de diálogo con Sánchez
El presidente de la Generalitat enfría la continuidad del foro tras la abstención de ERC en el estado de alarma
La mesa de diálogo político entre el Gobierno y la Generalitat aún no tiene fecha en el calendario pero el president, Quim Torra, dijo ayer que no hay “clima de confianza” para reactivarla. El ataque al foro pactado entre el PSOE, Unidas Podemos y ERC es el colofón de una semana en la que los dos socios del Govern volvieron a chocar por su estrategia en el Congreso tras la abstención de los republicanos en la sexta prórroga del estado de alarma.
“Para empezar a hablar de la mesa de diálogo hace falta un clima de confianza y, sinceramente, después de ver todo lo que ha pasado en estos dos meses y medio, en estos momentos no lo hay”, aseguró ayer el presidente de los catalanes durante una visita de obras a una promoción de alquiler asequible en El Masnou (Barcelona). El president marca así el tono a un encuentro que sigue sin estar agendado pero que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado abierto a retomar en las próximas semanas.
Fuentes del gabinete de la presidencia de la Generalitat insisten en que Torra nunca ha sacado el tema de la mesa de diálogo en las reuniones semanales que tienen los presidentes de las comunidades autónomas con Sánchez (para hacer seguimiento a la crisis del coronavirus) y en la de mañana tampoco ocurrirá. Torra explicó que esa falta de “clima” viene dada por lo que considera “la unilateralidad” del Gobierno respecto a la gestión de la pandemia y la falta de una apuesta por la “cogobernanza”.
“Ninguna decisión que ha tomado el Gobierno ha sido comunicada previamente”, lamentó el president, que tampoco ve un compromiso real de Sánchez con el diálogo. “Hoy puede estar diciendo esto y dentro de dos semanas puede haberlo cambiado. Es triste, pero es así”, añadió.
En el acuerdo mediante el cual Esquerra Republicana se abstuvo en la pasada prórroga del estado de alarma no figura específicamente la mesa de diálogo pese a ser una de las condiciones que ha puesto sobre la mesa desde el principio para facilitar las extensiones del régimen excepcional. Sus líderes confían en que una vez se haya encarrilado la llamada nueva normalidad la mesa de diálogo también se desconfine. El jefe de filas de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, incluso señaló el mes de julio como un momento propicio. Se trata de una idea que también suscribió la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach.
La hostilidad de Torra hacia la mesa de diálogo no es nueva. Cuando ERC la pactó con el PSOE y Unidas Podemos, el president rápidamente la desdeñó. Posteriormente, al salir adelante la investidura, Torra intentó intervenir en los detalles y después, gustosamente, participó de la cuidadosa puesta en escena del primer encuentro en la Moncloa, el 26 de febrero.
Torra también adelantó que le pedirá el domingo a Sánchez 15.000 millones de euros para afrontar la crisis de la covid-19 en Cataluña. El presidente de la Generalitat quiere que 5.000 millones de euros vengan a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad.
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