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Bàscara se niega a abrir la escuela por falta de seguridad

Educación asegura que enviará un requerimiento al Ayuntamiento gerundensey tomará las acciones necesarias según la respuesta que reciban

Un aula vacía en un colegio.
Un aula vacía en un colegio.Efe

Pulso entre el Ayuntamiento gerundense de Bàscara (1.000 habitantes) y el Departamento de Educación por la reapertura de las escuelas. El Consistorio de este municipio del Alt Empordà ha decidido no abrir los dos centros educativos -una escuela pública y una escuela infantil- porque no pueden asumir la limpieza constante de los centros, tal y como dictan las instrucciones de Educación. “Nos envían medidas de seguridad que nos vemos incapaces de cumplir”, admite el alcalde, Narcís Saurina.

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El Ayuntamiento se encarga de la gestión de la escuela infantil, pero la de primaria es competencia de la Generalitat. El problema es que esta se ubica en un edificio propiedad del Consistorio y es este el responsable del mantenimiento, desde la limpieza a las reparaciones o pagar las facturas de los suministros. El alcalde apunta que este gasto puede comerse hasta el 5% del presupuesto municipal e invita al departamento a asumir las tareas de limpieza. “Ellos dicen que tienen el derecho de uso del edificio. Pues yo mañana abro y que vengan y que limpien y desinfecten”, lanza. “Si ellos [Educación] toman una decisión, que asuman la responsabilidad. Es muy fácil decir que abramos y dejarnos la responsabilidad a nosotros de si pasa algo”, se queja Saurina.

El Departamento de Educación asegura que enviará un requerimiento al Ayuntamiento y que, dependiendo de su respuesta, “se decidirá qué acciones emprender”. Educación también recuerda que se está impidiendo el derecho de las familias de llevar a sus hijos a la escuela. “Llegaremos donde tengamos que llegar, veremos cómo acabamos”, responde el alcalde, que precisamente se presentó bajo las siglas de ERC, las mismas que defiende el consejero del ramo, Josep Bargalló, algo que no preocupa al edil porque asegura que “los pequeños pueblos no entienden de política de partidos”.

Bàscara es, hasta el momento, el caso que ha ido más allá en su protesta y oposición a la orden de apertura de los centros educativos en aquellos municipios en fase 2 de la desescalada. La instrucción ha generado un movimiento de rechazo inédito y masivo entre las direcciones de los centros, que ven el regreso en junio arriesgado y piden que las etapas de infantil (hasta los seis años) no vuelvan hasta septiembre.

Además de Bàscara, solo la escuela Camins de Les Franqueses del Vallès ha expresado su intención de no abrir, aunque este centro no entrará en fase 2 hasta, al menos, el 8 de junio. Grupos de directores de varios territorios que también se han mostrado críticos han negociado un retraso en la reapertura, como el Garraf y el Alt Maresme -ya en fase 2-, que han negociado con Educación abrir unos días más tarde para tener más tiempo para rematar las medidas de seguridad. Este lunes, día de inicio de la reapertura, el Departamento informó de incidencias en seis centros por varios motivos (falta de alumnos, obras de mantenimiento…), pero no explicitó el caso de Bàscara.

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La Generalitat puede ordenar abrir escuelas e institutos y otros centros educativos, pero no escuelas infantiles, que dependen de los ayuntamientos. En este caso, algunos de ellos ya se han negado rotundamente a abrir, entre ellos, Reus, Montcada i Reixac, Mollet del Vallès, Cerdanyola del Vallès y la misma Bàscara.

Amenazas en Reus

La polémica por las medidas de seguridad también ha generado una agria polémica en Reus. Los directores de este municipio habían preparado una carta para las familias advirtiéndoles que no podrían garantizarles las medidas de seguridad, básicamente por no poder cumplir la distancia mínima, de manera que instaban a las familias a no llevar a sus hijos, según ha informado la cadena SER. Entonces, el delegado de Educación de Tarragona amenazó con destituirlos si no retiraban ese fragmento, cosa que al final los directores hicieron.

El consejero de Educación, Josep Bargalló, no ha negado los hechos. “Se entiende que los directores tengan miedo. Pero lo que hemos hecho es hacerles entender que somos un servicio público y que hay que dar la oportunidad de ir a la escuela a los alumnos que lo necesitan”, ha justificado en una entrevista en la cadena SER este martes.

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