La Generalitat solo asume la sustitución del 4% de los cuidadores contagiados en las residencias
Asuntos Sociales niega errores en la gestión de los centros de mayores pese a registrar 571 fallecidos con coronavirus
La crisis del coronavirus se ha cebado con las residencias de mayores. La pandemia no solo ha dejado 571 ancianos fallecidos en las residencias catalanas (60 de ellos en apenas 24 horas), sino que también ha diezmado las plantillas, donde las bajas por contagios superan las 3.600. El secretario de Asuntos Sociales de la Generalitat, Francesc Iglesias, ha confirmado este viernes que, para reforzar el personal, el Govern ha incorporado a 154 profesionales, lo que supone la suplencia del 4% de las bajas registradas por la Covid-19. “Tenemos problemas para encontrar profesionales”, admitió, aunque aseguró que “habrá más contrataciones”.
“Hemos creado 30 equipos de cuatro profesionales cada uno que los hemos asignado a las residencias con más problemas para darles apoyo estable. Estamos haciendo llamadas para incorporar en residencia a profesionales del ámbito social y estamos trabajando con el Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) en una bolsa de trabajo", señaló Iglesias. En total, 3.689 de los 75.000 trabajadores de las residencias catalanas están aislados o tienen síntomas compatibles con la Covid-19.
Pese a las quejas de los profesionales por falta de material y a las denuncias de familiares por presuntas irregularidades en la atención a sus mayores en algunos centros, el Departamento de Asuntos Sociales niega que haya habido errores en la gestión de las crisis sanitaria en las residencias. “Errores nunca hemos cometido. Hemos actuado desde el primer día. Directrices ha habido y hemos escrito muchas, otra cosa es que lleguen y se apliquen. La preocupación de los profesionales la entendemos porque se han doblado jornadas, hubo escasez de medios de protección... La realidad hizo imposible trabajar desde el primer día con elementos de protección”, apuntó Iglesias.
Sin embargo, el impacto de la emergencia en las residencias es tal, que los problemas en la gestión de esta crisis han trascendido los muros de los centros de mayores y han alcanzado al propio Govern. A propósito de esta cuestión, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, volvió a cristalizar las desavenencias con sus socios de gobierno (de los que depende el Departamento de Asuntos Sociales) al reprochar la falta de “claridad” al comunicar el estado de las residencias. El consejero del ramo, el republicano Chakir El Homrani, que está confinado tras dar positivo por coronavirus, ha respondido este viernes en Radio 4 que se sentía “frustrado” por su situación. “Seguramente, lo podríamos haber hecho mejor, y nos podremos haber equivocado”, dijo, aunque se excusó por tener que utilizar “medios telemáticos, y no poder hacer una rueda de prensa”.
Los ancianos residentes en centros de mayores en Cataluña que han dado positivo son 1.357. De ellos, 264 están hospitalizados. Hay 216 residencias con casos positivos y otras 338 tienen residentes con sintomatología compatible con la enfermedad. “El virus ha entrado en las residencias, sí. Pero la presencia de la muerte en las residencias ya era un hecho natural antes del coronavirus. Cuando entra el virus en las residencias, hace su trabajo de forma eficiente y nuestra lucha es para cortar su avance. La buena noticia en Cataluña es que la Covid-19 ha entrado solo a un 30% de las residencias", zanjó Iglesias. En Cataluña hay en total 64.093 ancianos viviendo en 1.073 residencias.
El secretario de Asuntos Sociales insistió en que no ha habido improvisación en el abordaje de la emergencia, aunque admitió que “el sistema social no estaba preparado para la Covid-19”. Según su relato, los mandos del Departamento se reunieron con las patronales del sector ya el 6 de marzo, antes de que se detectasen casos en las residencias, y el día 11 desplegaron una guía sobre el manejo e aislamiento de residentes con la Covid-19 y un aplicativo para que las residencias reportasen la situación de sus ancianos. “Todas las residencias tuvieron un correo electrónico avisándoles. Es cierto que el grado de respuesta fue un camino progresivo. Hay residencias que no están encuadradas en asociaciones o patronales, hay mucho minifundio de empresas familiares que, por su propio planteamiento, tienen dificultades para estar conectadas con el sistema sanitario y social. Hemos enviado varias veces a todas las residencias todas las herramientas a su disposición para actuar lo más rápido posible”, ha insistido.
Falta de previsión
Tanto familiares como residencias rebaten a Iglesias. “Lo primero que se hizo mal fue no prever la situación, costó mucho que se cerrasen los centros de día”, critica Maria José Carcelén, portavoz de la asociación de familiares Coordinadora 5+1. Carcelén añade que la falta de previsión continuó con la carencia de equipos de protección individual, con la falta de personal y con la falta de pruebas de detección: “Durante días, los trabajadores iban al centro sin mascarilla ni guantes, y evidentemente contagiaban a los ancianos”. Asuntos Sociales garantiza que se han repartido 550.000 dispositivos de protección, se han desinfectado 86 centros y están pendientes otras 300 actuaciones de limpieza por parte de personal de la Generalitat, de la Unidad Militar de Emergencias, de los ayuntamientos y de los propios centros.
Según fuentes de dos residencias distintas en el Vallès, una recibió solo dos test, que se usaron para comprobar el estado de dos trabajadores, y otra optó por comprarlas a una empresa privada. La carencia de estas pruebas y la propia infraestructura de algunas residencias también ha dificultado, en ocasiones, el aislamiento de los usuarios. No ha sido hasta esta semana que han empezado los traslados de residentes con coronavirus a clínicas de mutuas que estaban disponibles. Asuntos Sociales no descarta habilitar residencias medicalizadas, incorporando más apoyo y personal sanitario a algunos centros para atender residentes enfermos
Los familiares también denuncian “errores muy graves” en la calificación que la Generalitat pone a las residencias públicas para determinar la urgencia de la intervención. “En la residencia donde está mi madre, en Sants, han muerto ocho personas, 24 tienen síntomas y dos trabajadores están de baja. Y nos han puesto la calificación A, de mínima urgencia. Están ocultando información”, denuncia Carcelén. Fuentes patronales apuntan que en Asuntos Sociales están desbordados: “Van muy perdidos”. Y señalan, además, que “se está muriendo mucha más gente”, más de la que reportan las cifras oficiales.
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