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El PP de Feijóo pone en entredicho a Moreno con su oposición a la desclasificación del asesinato de García Caparrós

El barón andaluz justifica el voto en contra de una norma que el partido apoyó en el Parlamento andaluz, en que no sabían qué estaban votando. “Todo es fachada”, dice la hermana del sindicalista

Eva Saiz

El 28 de noviembre de 2022, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se reunía con las hermanas de Manuel José García Caparrós -el sindicalista de 18 años que murió asesinado por la Policía mientras participaba en las manifestaciones de los andaluces a favor de la autonomía plena el 4 de diciembre de 1977 en Málaga-, para prometerles todo el apoyo institucional para que el Congreso de los Diputados desclasificase el expediente de la muerte de su hermano, tal y como el Parlamento andaluz había acordado hacer con el voto a favor de todos los partidos políticos, salvo de Vox. Con ese encuentro el dirigente popular pudo legitimar, en cierta medida, su esfuerzo por subir al PP al tren del andalucismo, del que se había apeado al rechazar el referéndum por la autonomía del 28 de febrero de 1980, puesto que el joven sindicalista se había convertido en símbolo del 4 de diciembre, fecha que Moreno justo ese año eligió para conmemorar el Día de la Bandera. Sin embargo, el voto en contra de su partido en la Mesa del Congreso, justo esta semana, para garantizar esa desclasificación, ha puesto en cuestión su compromiso con el andalucismo y con las hermanas García Caparrós, pero también su influencia en el seno de su formación. “Visto lo visto, todo es fachada”, se lamenta con tristeza Dolores García Caparros, durante una conversación telefónica con este diario.

Este martes el PP votaba en la Mesa del Congreso en contra de una norma que regula el archivo de la cámara Baja para permitir el acceso a archivos y documentos clasificados, si quien quiere acceder a esa información es un familiar o persona ligada a la misma, modificando así la regulación actual que lo impedía. El partido que lidera Alberto Núñez-Feijóo se opuso, así, a lo que el mismo partido que en Andalucía dirige Moreno había apoyado en el Parlamento tres años antes. Consciente de la difícil situación en la que le ha colocado la postura de su formación, en plena precampaña electoral, el presidente de la Junta ha tratado de responsabilizar a la redacción de la disposición, presentada por Sumar, de lo ocurrido. “Tenían que haber llevado una proposición de ley que al menos hablara de García Caparrós no lleva el nombre de García Caparrós. En ningún momento en esa iniciativa se cita al asesinado. Fíjese usted la importancia del caso que se plantea como una causa general, no como la de García Caparrós”, le ha dicho Moreno a la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, este jueves durante la sesión de control en el Parlamento autonómico.

Moreno seguía así la línea de las justificaciones que el día anterior había ofrecido la portavoz de su Gobierno, Carolina España, que aseguró que los diputados del PP en la Mesa desconocían que estaban votando una norma que “no hacía referencia en ningún momento a la desclasificación del asesinato de García Caparrós”. Posteriormente, añadió que sus compañeros de partido se opusieron por que se trataba de un “procedimiento que se saltaba de la ley de memoria histórica”.

Las explicaciones no han satisfecho en absoluto a la hermana del sindicalista. “Deberían haber votado que sí por respeto al presidente de una de las comunidades autónomas que gobiernan, pero sobre todo porque García Caparrós es hijo predilecto de Andalucía”, sostiene Dolores. “El presidente nos dijo que nos iba a ayudar para poder tener el expediente de mi hermano, pero resulta que en Madrid vota en contra. No me creo nada”, abunda.

Cuando Moreno llegó a la Junta, empezó a hacer también gala de ese perfil más autonomista, hasta el punto de reconocer que había conseguido que los suyos se pusieran la pulsera con la verde y blanca junto con la de los colores de la bandera española, una evidencia de cómo la derecha andaluza siempre había sido refractaria a abrazar el andalucismo. Por eso aprovechó que el 4D estaba en cierto modo huérfano para declararlo en 2022, Día de la Bandera, una efeméride que no tiene sentido sin García Caparrós. La legitimación de ese andalucismo se produjo, en cierta medida, con el encuentro con las hermanas del sindicalista, que llevan casi 50 años luchando por conocer qué pasó realmente ese 4 de diciembre de 1977. El propio barón popular llegó a reconocer entonces que el joven malagueño, trabajador de la cervecería Victoria, había sido “asesinado”, un término que el PP siempre había rehusado utilizar. También acordó que el lugar donde fue tiroteado fuera declarado lugar de memoria, una excepción en el reconocimiento de estos sitios, desde que los populares llegaron a la Junta.

Tras la aprobación por la Mesa del Congreso de la nueva normativa -votaron a favor PSOE y Sumar-, las hermanas de García Caparrós están mucho más cerca de saber lo que pasó y de tener en su poder todas las actas de la Comisión de Encuesta que en 1978 investigó el asesinato, “sin anonimizar”, esto es, con todos los nombres de los implicados al descubierto. “Por fin vamos a saber la verdad, llevamos 50 años queriendo saberlo; quién dio la orden para que salieran los policías a la calle, quién ordenó que se disparara sobre los manifestantes, porque con todos los disparos que se produjeron, poco pasó”, relata emocionada Dolores.

La familia está a la espera de que se publique en el BOE la nueva normativa para empezar a tramitar la petición del expediente de su hermano. “Yo tenía 13 años entonces y ahora tengo 61”, suspira. Le duele la aparente descoordinación del PP –“han metido la pata”, subraya-, pero para ella esta es una más de las muchas piedras que se ella y sus hermanas se han encontrado en un camino que prácticamente han recorrido en soledad, haciendo frente a la incomprensión e indolencia de las administraciones. “Este capítulo debe cerrarse ya”, zanja Dolores.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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