Moreno se autoenmienda y promete que los andaluces serán atendidos por un médico de familia en menos de 72 horas
El presidente de la Junta anuncia una batería de medidas en materia sanitaria en el debate sobre el estado de la comunidad en plena ofensiva de la oposición por el abuso de contratos de emergencia sanitarios
A menos de dos años del final de la XII legislatura andaluza, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno ha planteado de partida el debate de la comunidad, que ha comenzado este miércoles, como un nuevo proceso de investidura, en el que ha mezclado el obligado balance sobre lo hecho, pero sobre todo nuevos anuncios y propuestas. El objetivo claro es refrescar el mensaje de un Gobierno que lleva seis años al frente de la Junta de Andalucía y que tiene problemas graves en la gestión sanitaria —el presidente andaluz destituyó a la consejera de Salud en el mes de julio aunque la mantiene en la mesa del Consejo de Gobierno con otra cartera— y una denuncia judicial de incierto, pero posiblemente de largo recorrido, presentada por los 30 diputados del grupo socialista.
Aparentemente, el Ejecutivo de Moreno dice no estar preocupado por la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla y la Fiscalía Anticorrupción. Estos indagan sobre la firma de contratos de emergencia sanitaria por valor de 243 millones de euros sin la cobertura legal que el decreto aprobado con motivo de la pandemia permitía para contratar a dedo y sin concurrencia. Existen 19 informes de los interventores de la Junta advirtiendo de esta situación. Ni una palabra ha dicho de este asunto en su intervención inicial.
Con todo, Moreno sabe que la sanidad es el talón de Aquiles de su gestión con las listas de espera disparadas, un caos en la atención primaria que no se resuelve y que se ha traducido en un creciente malestar entre los ciudadanos, como se manifestó en la última marcha convocada en octubre por Marea Blanca y que fue la más concurrida de las cuatro convocadas desde 2022. Por eso, ha querido adelantarse a las previsibles críticas de la oposición, contraatacando con una batería de medidas para acelerar la cita con los médicos de familia, la más relevante, que si un ciudadano no consigue fecha ni por la aplicación ni por teléfono, deberá ser atendido en menos de 72 horas, “aunque sea con un médico que no es el suyo o por un médico de un distrito sanitario o incluso de otra provincia que tenga disponibilidad”, ha señalado Moreno.
“Sé que conseguir cita con un médico de familia es a veces desesperante. Y les aseguro que estamos haciendo cambios para lograr que sea más fácil”, ha reconocido el presidente andaluz, después de enumerar el incremento en gasto sanitario, en la plantilla del Servicio Andaluz de Salud, en la mejora de sus condiciones profesionales o en el número de operaciones, previsto en el tercer plan de choque para hacer frente a unas listas de espera quirúrgicas disparadas —los andaluces son los que más esperan para operarse, 169 días, 48 más que la media estatal―, para constatar con “hechos” que la sanidad está “objetivamente mejor” que en 2018, frente a lo que ha denominado “relatos fake e interesados” sobre los problemas que afronta el sistema sanitario de la comunidad.
El presidente de la Junta se ha enmendado a sí mismo inmediatamente después, al reconocer “fallos en la gestión” sobre todo en materia de atención primaria, al anunciar esos cambios en los que se está trabajando y que se traducen en tres medidas: limitar solo hasta el 7% las reservas de citas en los centros de salud para imprevistos. De acuerdo con el presidente, la Consejería de Salud ha constatado que en algunos se reservaba hasta el 50%, de modo que los usuarios que querían reservar cita por la aplicación no encontraban hueco, y sí lo hacían al acudir al centro de salud. “Era un fallo en la gestión que hemos detectado y se está corrigiendo”, ha afirmado Moreno.
La segunda pasa por incrementar la continuidad asistencial en la atención primaria, ofreciendo la opción de que todos los médicos de cabecera puedan trabajar por las tardes si lo desean, modificando el sistema actual que bloqueaba el número de profesionales que podían solicitar ampliar su jornada. La tercera medida es la obligación de los centros de salud de garantizar que los pacientes sean atendidos en menos de 72 horas, si no han podido obtener cita a través de la aplicación o por teléfono. Esto pasa, de acuerdo por lo que ha indicado el presidente, por que sea atendido por otro médico de familia que no sea el del usuario, dentro de su propio distrito o que la consulta la resuelva por teléfono otro profesional de otro distrito sanitario o de otra provincia que tenga disponibilidad. Todas estas iniciativas han sido comunicadas a los sindicatos que, en general, han cuestionado la eficacia de la última por entender que la consulta depende en buena medida del conocimiento que un médico tiene de su paciente. “No va a funcionar”, vaticina Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz.
Reivindicación en la Conferencia de Presidentes
Moreno ha dedicado parte de su discurso a hablar de la gestión futura o la ya realizada y ha dejado en un segundo plano los socorridos contenidos reivindicativos. Pero no los ha obviado. Ha puesto especial énfasis en diferenciar el clima político que se vive de Despeñaperros para arriba al que existe en Andalucía. Según él, en la comunidad autónoma más poblada de España impera un “modelo andaluz” basado en la “moderación, la tolerancia y el respeto al adversario” político. “Debemos evitar que el debate andaluz se contamine de la crispación y el ruido que busca destruir e impedir construir”, ha subrayado.
Podría interpretarse que el presidente de la Junta y líder del PP andaluz se distancia de la propia oposición que su partido ejerce en las Cortes, basada en la vocinglería permanente, aunque también hubo reproches al Gobierno central que preside Pedro Sánchez. Moreno se ha referido a la tardanza de la convocatoria de la conferencia de presidentes que se celebrará el próximo viernes y que Moreno llevaba esperando desde hace tres años. Según él esta demora se debe la “inestabilidad y los equilibrios que tiene que hacer el Gobierno de España para subsistir”, obviando el carrusel de elecciones autonómicas y generales celebradas en el país.
Moreno ha asegurado que acudirá a Cantabria con “ánimo leal y constructivo, pero sin renuncia a la reivindicación” basada en la defensa del principio de igualdad. En la cartera, el presidente andaluz lleva la reforma del sistema de financiación, un fondo de nivelación para las comunidades infrafinanciadas y el rechazo a la financiación singular de Cataluña. Moreno ha pedido a todos los grupos que se sitúen detrás de estas pancartas “Si hay que elegir entre el partido y Andalucía, elijamos siempre Andalucía”, ha dicho Moreno, evocando en cierta manera a su antecesora en a la presidencia de la Junta, Susana Díaz, cuando en un congreso socialista instó a Pedro Sánchez a que no le pusiera en el brete de elegir entre el PSOE y Andalucía.
El presidente de la Junta, que no han parado de comparar cifras de 2024 con las de 2018, —último año del mandato socialista, para destacar, según él, la mejora de la comunidad―, ha presumido de datos económicos: un crecimiento del PIB del 9,1% en seis años; 3,5 millones de ocupados; “líder” en descenso del paro en España; recorte del desempleo en siete puntos; aumento de las exportaciones en un 25%; o de la inversión extranjera en un 88%. Todos estos datos no los ha compartido con la marcha de la economía en el conjunto de España, sino a lo que él llama “la vía andaluza”.
Además de las sanitarias, Moreno ha ido desgranado otra serie de anuncios en distintas materias, entre ellas la vivienda, uno de los asuntos que más preocupa a los andaluces y que en Málaga y en Sevilla se ha traducido en multitudinarias manifestaciones exigiendo medidas a la Junta de Andalucía y al Gobierno central. Además de recordar la aprobación de la futura Ley de Vivienda andaluza que se aprobará en el primer semestre del 2025 también ha adelantado un Decreto Ley de medidas urgentes para activar un plan de choque para impulsar 20.000 nuevas viviendas protegidas y poner en marcha iniciativas para delimitar el uso de la vivienda para fines turísticos, aunque no ha concretado cómo se van a implementar.
Espadas desaprovecha las tres imputaciones por los contratos sanitarios
El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, acudía al debate con la baza de la investigación en los juzgados del presunto abuso de los contratos de emergencia por parte del Gobierno de Moreno por el que están imputados los tres gerentes del Servicio Andaluz de Salud desde que el PP llegó a la Junta. Sin embargo, el líder de la oposición ni siquiera se ha referido a esas imputaciones en su intervención, en la que ha sacado las contrataciones a dedo sin cobertura legal en el minuto 16 de sus primeros 20 minutos de intervención. En esta legislatura, Espadas ha pedido un debate monográfico sobre la sanidad andaluza y orto sobre esos contratos de emergencia, que la mayoría del PP impidió, pero en su turno de interpelar a Moreno, apenas han tenido protagonismo, algo que también han notado entre sus propias filas, tal y como ha podido confirmar este diario. “Ha destinado dinero que necesita la sanidad pública y debería reconocer aquí que lo está derivando a las clínicas privadas”, ha dicho Espadas.
Moreno le ha replicado con el argumentario que ya ha empelado en las sesiones de control al Gobierno: “Los contratos de emergencia que utiliza para arremeter contra el gobierno en una estrategia de fango dirigida por Moncloa porque a usted no le veo. Usted y su grupo han acudido a los tribunales. Ahí tiene su cauce y el tiempo dirá por qué y para qué se hizo eso. Confíe en la justicia y déjela progresar”. El presidente de la Junta ha reprochado a Espadas que esté copiando inercias del Gobierno de Pedro Sánchez al judicializar la política y le ha censurado que haya cuestionado los conciertos con la privada, sosteniendo que se trata de “una actitud desesperada” que hace “por necesidad política y para poder seguir liderando a su partido”.
El dirigente socialista ha hecho hincapié en los datos macroeconómicos sobre la renta per cápita, la edad de emancipación de los jóvenes o los salarios, donde Andalucía está a la cola, para censurar a Moreno que su Gobierno “está desconectado de la realidad”. Unas cifras a las que el presidente de la Junta le ha confrontado con otras positivas para recriminarle que es el PSOE andaluz quien lleva “mucho tiempo sin sintonía en la sociedad” y, consciente de que el liderazgo de Espadas está siendo cuestionado en su propio partido, el barón popular le ha echado hasta un capote: “¿Por qué cree que no le han votado en las últimas cuatro elecciones? No es por usted. Tiene entereza, determinación y capacidad política para llevar esto, el problema es que en su partido no están conectados con la sociedad, siguen con los mismos discursos antiguos que yo escuchaba cuando llevaba pantalones cortos”.
Aunque el debate era con Espadas, Moreno se ha dirigido en varias ocasiones a la portavoz socialista, Ángeles Ferriz (que se sienta al lado del secretario general socialista), que ha interrumpido su discurso con comentarios desde la tribuna, una actitud habitual de la parlamentaria en los plenos. “Tenga cuidado con su izquierda, que le están robando protagonismo”, ha ironizado el presidente andaluz.
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