Ángel Víctor Torres prepara una demanda a Aldama tras el informe de la UCO: “Ni mordidas ni mujeres explotadas sexualmente ni pisos en Atocha”
Según el equipo del ministro, el conseguidor se presentó a Torres en julio de 2020 antes de una cena con Ábalos a la que no asistió. Al día siguiente le escribió para intentar colocar un envío de test de antígenos


Ángel Víctor Torres ha recibido con “satisfacción” el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que, según el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, acredita que no cometió “ninguna actuación delictiva” en el contrato de mascarillas por un importe de más de 12 millones con la empresa Soluciones de Gestión, de Víctor de Aldama, en lo peor de la pandemia de 2020 cuando era presidente de Canarias. “Se arroja luz después de dos años en los que he sufrido ataques difamatorios con insidias y vilezas, una persecución tremenda y no había mordidas, ni mujeres explotadas sexualmente ni pisos en Atocha”, ha comparecido Torres, que considera que la unidad de anticorrupción del instituto armado evidencia que su relación con el conseguidor al que la presunta red corrupta de Koldo García y José Luis Ábalos abrió las puertas del Ministerio de Fomento se limitó a un breve encuentro y un mensaje de WhatsApp en julio de ese año.
La UCO recoge en su informe que un mensaje de Aldama a Torres del 16 de julio de 2020 “confirmaría que el día anterior se habría visto con él, supuestamente junto a Koldo”, el exasesor de Ábalos a través del que la Guardia Civil considera que Aldama pudo influir en el Ejecutivo canario. “Buenas tardes Ángel Víctor. Soy Víctor de Air Europa [Aldama trabajaba ya entonces para la compañía aérea]. Estuvimos ayer un momento por la tarde”, escribió el empresario, que propuso un envío de unos test de antígenos. El entorno del ministro limita el contacto a ese mensaje y a un breve encuentro el día anterior, como se desprende del wasap. En el informe de la UCO no consta que Torres le respondiera. "No soy yo, es Víctor de Aldama el que dice que tiene una estrecha relación conmigo. Se lo dice al juez Puente. Hoy la UCO, después de analizar todas mis conversaciones durante cinco años con todas las personas que están en la investigación, concluye que solo hay un mensaje que él me envía, que no lo tengo yo agendado, en el que me dice que quiere hablar conmigo de los test, y que lo había visto el día anterior por la tarde un momento. Por tanto, yo no cené con él, cené con Ábalos. Y esa fue mi relación con él", ha afirmado Torres en una caótica comparecencia por los problemas con el sonido de su micrófono.
“Si hubiese habido una relación estrecha, habría decenas de mensajes, conversaciones entre el señor Aldama y yo, y la carpeta que está en el anexo [del informe] solo tiene esa conversación, con lo cual se demuestra claramente quién ha estado ante la mentira permanente para enfangar la imagen del responsable público. Lo que desconozco es por qué lo hace. ¿Por qué se inventó que yo iba a pisos con mujeres explotadas sexualmente? ¿Por qué se inventó que yo iba en varias ocasiones a pisos a Madrid para abrir, para hablar de temas de refinería? Si eso hubiera sido así, estaría en este informe de la UCO. Y no está“, ha remarcado el ministro. Torres presentará una nueva demanda contra Aldama por intromisión al honor, la intimidad y la imagen. ”El daño es irreparable", ha lamentado. El comisionista del caso Koldo ha llegado a asegurar sin aportar pruebas que había alquilado un piso en la calle de Atocha para que el expresidente de Canarias, Ábalos y García tuvieran “encuentros de diversa naturaleza” con mujeres. Torres lo refutó presentando como pruebas tres certificados de compañías aéreas que acreditaban que no se encontraba en Madrid en las fechas que Aldama afirmó que había reservado la vivienda.
El ministro de Política Territorial también ha justificado, a la pregunta por los recelos de una funcionaria por el precio de las mascarillas que ofrecía Soluciones de Gestión —“¿Estamos seguros? Hemos comprado más baratas”—, que no tuvo conocimiento de esos mensajes y que intervino meses después de la contratación para que se abonase la cantidad que reclamaba la compañía de Aldama. “Desconocía esos mensajes de los funcionarios... Estamos hablando del mes de marzo de 2020. Sí puedo asegurar que en el mes de marzo, abril y mayo de ese año no teníamos material sanitario. Los aviones venían y no llegaban al destino. Los presidentes nos reuníamos todos los domingos para ver cómo podíamos conseguir ayudarnos para obtener material sanitario. Y ahí está el Tribunal de Cuentas que termina concluyendo que idénticas mascarillas se pagaban en un lugar a una cantidad determinada y muchísimo más en otros. Y eso fue lo que ocurrió en el mes de marzo, abril y mayo de 2020. Por eso hay que ubicarse en ese momento”, ha observado.
“A mí la empresa me llega [a contactar], y está en el informe de la UCO, meses después de haber sido contratada, después de llegar el material, y cuando había problemas. Problemas que al final tenía razón la empresa, no se le había abonado y también tenemos la obligación los gestores públicos de responder a nuestras obligaciones. ¿Qué había que hacer? ¿No abonar cuando tienes un contrato que el 50% era el momento del pedido y el otro 50% cuando llegaba al material, cuando llegaba al material se había distribuido entre la población civil?“, ha argumentado Torres. El contrato con Soluciones de Gestión establecía que el Gobierno de Canarias pagaba una parte por adelantado y el resto una vez se entregase el material: las conversaciones de García con Torres se produjeron para desbloquear el pago de 7,5 millones que se habían quedado bloqueados de los 12 millones pactados en el contrato.
“A diferencia de otros informes [de la UCO], no hay ningún añadido en que le pida al juez que investigue”, ha recalcado Torres, que ha puesto el acento en que el Tribunal Supremo ha mandado a juicio el caso de las mascarillas procesando a Ábalos, Aldama y García. Esto es, sin que a él le señalara. “El Supremo ha cerrado la instrucción de la compra de mascarillas y en ningún caso se me cita ni exige ninguna ciscunstancia. Las pruebas que decía Aldama que tenía se ha demostrado que no las tenía porque no existían por parte del Gobierno que tuve el honor de presidir”, ha sentenciado.
“Este informe de la UCO determina que yo tengo razón tras haber sufrido dos años ataques. El PP llegó a afirmar que yo era Rudolph, un pseudónimo mío para cobrar mordidas que el PP ha amplificado a través de la difamación e infundios. Deberían disculparse”, ha concluido el ministro.
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