Albares defiende desde China el compromiso con la OTAN: “Somos un aliado sólido y fiable”
La visita del jefe de la diplomacia española coincide con la amenaza de aranceles de Trump a España, y el recrudecimiento de la guerra comercial entre Washington y Pekín

En medio de la recrudecida guerra comercial entre China y Estados Unidos, y después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya amenazado a España con aranceles si no cumple con el acuerdo de la OTAN de elevar al 5% del PIB el gasto en defensa, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido el compromiso español con la Alianza Atlántica precisamente desde la República Popular: “Una cosa no quita la otra”, ha dicho el jefe de la diplomacia española este miércoles al ser interrogado si España corre algún riesgo por su acercamiento a China.
“España es un país europeo y europeísta”, ha añadido durante su comparecencia al término de un encuentro con su homólogo chino, Wang Yi, en Hangzhou (provincia de Zhejiang, en la costa este). “Está fuera de toda duda el compromiso y todo lo que España aporta a la seguridad euroatlántica”. Albares ha descrito a su país como un “un aliado sólido, fiable, importantísimo” de la OTAN en un momento crítico de amenaza de seguridad en el flanco este de Europa. A la vez, ha subrayado que Madrid tiene “una visión global del mundo y una política exterior global”, capaz de dialogar con América Latina, con África y con “todas las grandes potencias mundiales, como es China”.
El viaje de Albares ―a invitación de su homólogo chino, que visitó Córdoba en 2024― se suma al del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que estuvo en Pekín en abril, su tercera visita al gigante asiático en poco más de dos años. Los reyes de España también tienen previsto un viaje oficial en noviembre. La relación pasa por un buen momento, mientras crecen las inversiones de China en España, sobre todo en sectores vinculados a la transición energética. “Hemos estrechado y reforzado nuestro diálogo”, ha resumido Albares, quien ha anunciado también la construcción de una nueva cancillería en China a partir de 2026.
El idilio coincide, sin embargo, con el choque con Washington, tanto de China como de España, aunque salvando las distancias entre uno y otro. El país asiático aseguró la víspera que estaba dispuesto a luchar “hasta el final” en un conflicto comercial con Estados Unidos. Las tensiones entre los dos grandes colosos económicos se dispararon la semana pasada, después de que China anunciara nuevos mecanismos de control de exportaciones de tierras raras y de materiales vinculados a las baterías de litio de los coches eléctricos, dos campos sobre los que China ejerce un fuerte control en las cadenas de suministro globales.
En respuesta, Trump, amenazó con aprobar aranceles adicionales del 100% sobre la República Popular y con cancelar el encuentro previsto a finales de mes en Corea del Sur con su homólogo chino, Xi Jinping. La situación parece haberse calmado parcialmente tras el fin de semana, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, aseguró el lunes que el encuentro entre ambos mandatarios, en principio, tendría lugar.
Entre tanto, España recibió el martes un nuevo zarpazo dialéctico por parte del presidente estadounidense. Trump se declaró “muy descontento con España” al ser “el único país de la OTAN que no va a subir su gasto militar al 5%”, e indicó que se plantea imponer aranceles a los productos españoles, una amenaza con la que ya había coqueteado en junio, en la cumbre de la Alianza Atlántica en La Haya. “Es posible que lo haga... España es el único [que no paga], tiene que ser castigada por eso”, dijo el republicano, reiterando su irritación después de que este país lograra una excepción sobre el compromiso de gasto. La semana pasada, durante su encuentro con el presidente finlandés, volvió a criticar a España por haberse quedado rezagada: “Quizás deberíais expulsarlos de la OTAN”.

En China, en cambio, el trato oficial hacia España es muy distinto. La visita de Albares “refleja el enfoque pragmático de Madrid hacia las relaciones bilaterales”, destaca este miércoles el Diario del Pueblo, órgano de propaganda oficial del Partido Comunista Chino.
“La reciente ola de intercambios de alto nivel ha contribuido a impulsar las relaciones bilaterales hacia una mayor estabilidad, racionalidad y optimismo, y a disipar malentendidos”, asegura Jiang Feng, un investigador de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái, citado en el artículo. “Se espera que países como España desempeñen un papel constructivo dentro de la UE para impulsar una relación más estable entre China y Europa”.
Durante el encuentro con Wang Yi, Albares le ha recordado también los profundos desequilibrios comerciales entre España y China, y ha reclamado reciprocidad y un “terreno de juego equilibrado” en el acceso al mercado chino en materia de inversiones y licitaciones públicas, una de las principales quejas de la UE.
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