El Congreso ignora la crisis internacional en pleno debate en Europa sobre su defensa
El PP solo se interesa por negocios internacionales de Zapatero y los socios del Gobierno demoran pronunciarse sobre el futuro de la OTAN


En el Congreso de los Diputados de España ni se ha producido ni se espera un próximo debate sobre las consecuencias de todo signo del nuevo orden internacional provocado por distintas decisiones unilaterales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus injerencias para la solución de la guerra en Ucrania, la paz en Gaza o sus críticas a los valores de la Unión Europea. Ni se ha producido ni se vislumbra en breve. “Eso ahora aún no toca”, coinciden fuentes del máximo nivel del PSOE, Sumar y otros partidos de la mayoría de investidura del presidente, Pedro Sánchez. En la sesión de control al Gobierno de este miércoles se registraron y discutieron un total de 21 preguntas de la oposición y ninguna versó sobre ese asunto de total actualidad, ni siquiera tangencialmente. El PP, que se queja de que el Gobierno ni los llama ni comparte ninguna información, optó por volcar a todos sus oradores sobre las divisiones entre miembros del Ejecutivo sobre el salario mínimo o sobre presuntos casos de corrupción. Los socios tampoco están cómodos sobre una materia en la que todavía discuten si aumentar el presupuesto para Defensa hasta el 5% del PIB como exige la OTAN y Trump es un gasto o una inversión eficaz.
Los diputados de hasta ocho grupos parlamentarios distintos que plantearon este miércoles, en la sesión de control al Gobierno semanal, hasta 21 preguntas al presidente, Pedro Sánchez, y ocho ministros de su Gabinete no consideraron oportuno o conveniente introducir ni de manera indirecta alguna cuestión de ámbito internacional relacionada con la gran crisis que ha puesto en solfa el orden mundial tal y como se conocía hasta ahora desde la II Guerra Mundial desde la llegada de Donald Trump hace apenas un mes a la Casa Blanca. El PP, que es el que dispone de mayor cupo, interrogó sobre la situación económica, pero sobre todo judicial del país, con todo tipo de excusas.
El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ni mencionó el escenario mundial o alguna alusión a cuál debería ser la posición de España en ese tablero, pese a que en los últimos días sí ha avanzado en distintas comparecencias una postura muy similar a la del propio Sánchez, sobre exigir respeto y un papel para la Unión Europea, pero sin la necesidad de insultar o atacar directamente a Trump y de una manera más diplomática. Pero en el Congreso no abordó esa materia. Tampoco el resto de sus diputados, ni la parlamentaria popular Belén Hoyo que sí se dirigió al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pese a que el enunciado de su interés podría haber facilitado el debate: operación: “¿Es la defensa de la democracia una prioridad de la política exterior de este Gobierno?”. Resultó un espejismo. Hoyo se fue por otros derroteros y en su diatriba cuestionó la bajada de España en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, la presencia física de un presos yihadista en una comisión del Congreso y, sobre todo, el rol como “traficante de presos políticos o embajador ante las dictaduras latinoamericanas” y de sus negocios del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero en Cuba, Venezuela o “los que quiere tener a través de un lobby creado en China”. Hoyo no aportó ninguna prueba de todas esas acusaciones ni comentó nada sobre Ucrania, Gaza, Trump o la OTAN.
No se plantea un debate especial sobre el nuevo orden mundial
El nuevo escenario mundial impuesto por Trump no resulta cómodo para casi nadie tampoco en la política nacional y por lo tanto en el Congreso. Solo desde Vox no muestran problemas en respaldarlo y vuelven a equiparar ahí en el mismo bando al PSOE y al PP. El portavoz socialista en la Cámara baja, Patxi López, no ha querido estos días anticipar ninguna concreción sobre la oportunidad de celebrar en el Congreso un gran debate especial y extraordinario de ambición internacional en búsqueda de algún consenso pero tampoco sobre la posibilidad de enviar tropas españolas a una misión de paz en Ucrania o sobre la alternativa de tener que aumentar el presupuesto del país en Defensa. A todos esos interrogantes López respondió con que por ahora no toca y con la aseveración de que el presidente trasladará esa discusión a la Cámara “cuando haya algo” más preciso al respecto. Eso sí, demandó del PP de Alberto Núñez Feijóo menos “neutralidades o equidistancias porque aquí no caben medias tintas” y criticó duramente el modelo de negocio del nuevo mandatario norteamericano.
El paseo en el alambre de Patxi López no fue muy diferente del que transitó la portavoz parlamentaria de Sumar, Verónica Martínez Barbero, que fue torpedeada a preguntas similares por la prensa y no logró aclarar qué podría hacer su formación en el caso de que llegarse al Congreso una votación sobre un incremento en el presupuesto de Defensa, el envío de militares españoles en misión de paz a Ucrania o el futuro de la OTAN. Tanto Sumar como otras formaciones de izquierdas socios habituales del Ejecutivo argumentan ahí que lo que habría que hacer ante esta crisis es aprovechar el momento para redibujar el escenario internacional, la autonomía estratégica de Europa al margen de EEUU y ser “más eficientes”. La idea de la “eficacia presupuestaria” la manejan en Sumar, ERC y EH Bildu, entre otros, para eludir apoyar un mayor gasto en Defensa que identifican como una solución “belicista” al conflicto y es ahí donde Podemos agrega su oposición frontal a todo lo que signifique más armas y más aún si ello supone un recorte en políticas sociales. El portavoz adjunto de Podemos, Javier Sánchez Serna, ya avanzó el martes que para Podemos la pertenencia de España y los principales países de la UE a la OTAN les subordina a los intereses de Estados Unidos, alejando la posibilidad de una diplomacia efectiva para resolver crisis como la de Ucrania.
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