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Madrid, única región sin ley de igualdad, no logra poner en marcha el programa de Ayuso contra la discriminación por género

La oposición critica “la miseria” del contrato para externalizar la atención a víctimas de desigualdad, que queda desierto y aboca al Ejecutivo a otro concurso

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presenta la Estrategia Madrileña de Atención a Personas con Discapacidad-Horizonte 2028, en la Real Casa de Correos, a 25 de marzo de 2025.
Juan José Mateo

La Comunidad de Madrid, única región de España sin ley de igualdad, no ha encontrado una empresa a la que externalizarle el programa con el que pretendía ofrecer “una atención integral y especializada, por un equipo multidisciplinar, en materia de igualdad entre mujeres y hombres, a personas, entidades y empresas” de la región. Así consta en el Boletín oficial autonómico de este martes, que declara “desierta” una licitación que ofrecía apenas un presupuesto base de 1,3 millones de euros a cambio de asumir hasta 2026 la contratación de una coordinadora, ocho técnicos (entre ellos psicólogos, abogados o titulados en trabajo social) y un administrativo, y de que se alquilara un local con una superficie mínima de 150 metros cuadrados, cuyo gasto se estimó según los precios de los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro, Arganzuela, Tetuán o Chamartín. Un portavoz gubernamental asegura que ya se está trabajando en la nueva licitación de este contrato.

“Ayuso no solo privatiza la igualdad, es que la subasta al peor postor”, lamenta Lorena Morales, diputada del PSOE especializada en Políticas Sociales. “Y ya no hay empresas que se atrevan a presentarse a sus pliegos donde se paga miseria a los profesionales”, sigue. “Madrid es la única región sin ley de igualdad, con su estrategia caducada desde 2021″, recuerda. “Las mujeres no le importamos nada a Ayuso, así que ni usando los fondos que le llegan de Europa [el contrato se cofinanciaba al 40% con recursos europeos] es capaz de hacer algo para mejorar la vida de las madrileñas, aunque la pobreza aquí tiene rostro de mujer”.

Aunque el contrato puede volver a licitarse, o concederse, Morales cree que la aportación económica de la Unión Europea a su financiación puede estar en peligro por una cuestión de tiempos administrativos. Esa línea combativa expresa también Mariana Arce, diputada de Más Madrid en el Parlamento regional.

“El gobierno del Partido Popular en la Comunidad de Madrid ha vuelto a demostrar una vez más la falta de interés que tiene en el desarrollo de políticas que favorezcan la igualdad de género”, opina. “La prestación de un servicio integral de atención en materia de igualdad a personas, entidades y empresas de la Comunidad de Madrid, que además viene financiado en un 40% por el Fondo Social Europeo, ha quedado desierto por la falta de presupuesto y la precarización que ofrece, como viene siendo habitual en aquellos servicios que no se prestan de forma directa en la región”, analiza. “Y no es de extrañar teniendo en cuenta que el propio Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la Administración de la Comunidad de Madrid lleva caducado desde junio de 2024, siendo la única Comunidad Autónoma que no lo tiene en vigor. También somos la única que no tiene una ley de igualdad autonómica aprobada. Tampoco tenemos en vigor desde 2021 ni la estrategia de igualdad de género, ni la de violencia de género”.

El naufragio del contrato es un revés en la estrategia de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, que dirige Ana Dávila-Ponce de León Municio. El proyecto se licitó como parte de lo que sobre el papel parecía un plan ambicioso. El programa de igualdad estaría en el corazón del Centro de Atención en materia de Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Comunidad de Madrid, que sería su sede. Allí, según documentación pública, se prestarían “servicios dirigidos a mujeres víctimas de discriminación por razón de género”, lo que incluía apoyo psicológico y jurídico; “servicios dirigidos a mujeres en situación de desempleo”, para lograr su inserción laboral; o “servicios dirigidos a entidades y empresas en materia de igualdad entre hombres y mujeres”.

Día del hombre

Se trata, explica un portavoz gubernamental, de “un servicio completamente nuevo en el que un equipo multidisciplinar ofrecerá información, formación, asesoramiento, promoción y sensibilización en materia de igualdad en un centro específico, donde se desarrollará el Programa Madrileño de Igualdad”.

Un planteamiento que por ahora queda en el aire. Momentáneamente en pausa. ¿La razón? Que a mediados de 2024, cuando el proyecto debía empezar a coger velocidad de crucero, solo una empresa se había presentado al concurso. Y no cumplía con los requisitos de solvencia técnica. Para llegar a esa conclusión hicieron falta más de cuatro meses de tiras y aflojas, de papeles que iban y venían, y de subsanaciones que se pedían y obtenían. Así, hasta que el concurso fue declarado desierto en noviembre, una decisión que no se ha publicitado hasta este mes de marzo.

El naufragio del proyecto llega en un contexto concreto. En 2021, una vez conseguido el objetivo de gobernar en solitario, Ayuso, a través del portavoz de su primer gobierno monocolor, explicitó que renunciaba a impulsar una ley de igualdad. Hace un año, la propia presidenta utilizó el 8-M para reclamar un día del hombre. El pasado septiembre, anunció la creación de un centro de atención a hombres víctimas de violencia sexual, y que recuperaría la denominación de la Dirección General de la Mujer (lo que implicaba sustituir la Dirección General de Igualdad). Y, recientemente, la Asamblea, controlada por la mayoría absoluta del PP, ha rechazado una pregunta del PSOE, que quería saber cuándo impulsaría el ejecutivo autonómico una ley regional de igualdad entre hombres y mujeres.

Esa cuestión no se consideró pertinente con el argumento de que no servía para controlar al gobierno, según transmite una fuente socialista, pues, se apuntó, “el impulso legislativo corresponde a la Asamblea”. Lo que es seguro es que al gobierno le corresponde la licitación de los contratos de la administración regional, y que el correspondiente al programa madrileño de igualdad ha quedado desierto.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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