El PP presiona al Gobierno con un acuerdo europeo para elevar a más del 3% del PIB el gasto militar

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido con el resto de líderes del Partido Popular Europeo a elevar el gasto militar de España a más del 3% del PIB, tal y como figura en un comunicado conjunto que suscribieron este martes los principales dirigentes del partido conservador, incluido el español, en una reunión de urgencia. “Necesitamos un aumento excepcional del gasto de defensa de los Estados miembros hasta más del 3% y sobre la base de los compromisos ya acordados”, dice el texto del Partido Popular Europeo (PPE) que ha respaldado el PP español.

El compromiso implicaría para España un esfuerzo ingente de recursos, de unos 30.000 millones adicionales a los que se destinan ahora. El Gobierno de Pedro Sánchez, como adelantó EL PAÍS, prevé elevar el gasto militar hasta el 1,32% del producto interior bruto (PIB) este año y llegar al 2% en 2029; lo que supondrá más que duplicar los 17.523 millones de euros destinados a defensa en 2024, con el objetivo de alcanzar los 36.560 en solo un lustro.

Con este movimiento, el PP presiona al Gobierno a ir más lejos, aunque no prefija un plazo concreto para hacerlo. El propósito del PP adquiere más relevancia en el contexto de que La Moncloa puede verse en la tesitura de tener que apoyarse en los populares en el caso de que no pueda contar con sus socios para cualquier incremento del presupuesto en defensa, que está sobre la mesa derivado de la negociación de paz en Ucrania.

El comunicado del PPE, que Feijóo, según fuentes de su equipo, decidió respaldar personalmente tras la reunión del martes ―en la que participó por videoconferencia―, no estipula plazos concretos para alcanzar ese 3%. El documento añade que para llegar a ese porcentaje se permitiría no cumplir reglas fiscales, y que el Banco Europeo de Inversiones (que preside la exvicepresidenta española Nadia Calviño) debería revisar sus políticas de préstamos, lo que supone también un mensaje a la banca privada, apuntan fuentes del PP.

En todo caso, en el gabinete del líder popular precisan que el documento firmado “no implica en ningún caso que el PP apoye algo similar si lo plantea el Gobierno español”. Para respaldar un hipotético aumento del gasto en defensa que pudiera plantear Sánchez, los populares quieren que el presidente del Gobierno pida formalmente el apoyo al PP y después conocer a qué se destinarían exactamente las partidas aprobadas. Feijóo abrió la puerta a un acuerdo el domingo pasado en El Mundo con estas palabras: “El señor Sánchez primero tiene que informarme. Segundo, pedírmelo. Y tercero, le responderé. Por ese orden”.

Uno de los puntos en común de la cumbre parisina del lunes a la que asistió Sánchez fue la necesidad de aumentar el gasto en defensa y seguridad. Algo a lo que no se negó el presidente español, pero recordando que el objetivo mínimo de gasto está fijado en el 2% del PIB de cada país y España “se mantiene en ese compromiso”. Sánchez consideró “prematuro” debatir el envío de tropas a Ucrania. El PP no ha dicho nada al respecto, mientras Vox sí ha anticipado su rechazo frontal.

Con el nuevo contexto internacional tras la sacudida de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el PP se ha movido con respecto al gasto militar, porque en el programa electoral de Feijóo para las últimas elecciones generales el compromiso del partido era cumplir con el 2% del PIB en seguridad y defensa.

Mientras las Administración Trump ha pedido que se destine el 5% del PIB a defensa, el secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, ha planteado la necesidad de superar el 3%, en línea con la demanda del Grupo Popular europeo. Será, en todo caso, en la cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos), el próximo mes de junio, la primera a la que acudirá Trump tras su vuelta a la Casa Blanca, donde se apruebe el nuevo objetivo de inversión en defensa.

En todo caso, y pese a la firma de este acuerdo europeo, la estrategia doméstica del PP es esperar a que se mueva primero el Gobierno, con el objetivo de que emerjan las divisiones en el seno del Ejecutivo de coalición y con sus aliados parlamentarios, teniendo en cuenta la tradición antimilitarista de la izquierda española. En la sesión de control de este miércoles, los populares han obviado el debate de la seguridad europea, y en cambio han centrado el tiro en la política fiscal.