Feijóo acelerará una nueva interlocución con el PSOE ante la crisis de Ucrania
El equipo del líder gallego quiere establecer otro tipo de relación con el Gobierno distinta a la de la etapa de Casado
A Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP en el que se concentran ahora todas las miradas, nunca le ha gustado trabajar con prisas, agobios y urgencias. Por eso aclaró este lunes que tomará su decisión sobre si presenta su candidatura a presidir el PP nacional “a partir del miércoles”, que es el día en el que se abre oficialmente el plazo y justo después de que este martes se convoque formalmente el congreso extraordinario del partido para el 2 y 3 de abril en Sevilla. Pero un factor externo de gravedad, la invasión de Ucrania por Rusia, podría variar en este caso su tendencia a apurar al máximo los plazos. En el PP gana adeptos los que piensan que Feijóo debe y podría acelerar la comunicación de su candidatura de manera inminente, incluso al día siguiente de la apertura del calendario oficial para presentarse, este miércoles, para disponer ya de una interlocución nueva con el Gobierno y su presidente.
El dirigente gallego, la apuesta de todos los barones, cuadros y aparatos del PP por toda España para dirigir el partido, sí tiene claro que “el partido necesita solventar cuanto antes algunas lagunas, como la de disponer de una interlocución directa y al máximo nivel con el Gobierno y su presidente, Pedro Sánchez, y más ante la crisis abierta en Ucrania tras la invasión rusa y la amenaza económica y nuclear”, según fuentes de su equipo directo.
“Con la grave amenaza que se cierne sobre Europa, el PP, como partido que lidera la oposición en España, no puede estar sin interlocución directa con el Gobierno, eso hay que arreglarlo con urgencia”, destacan miembros del partido que han tenido contacto en estos días con el presidente gallego. El jueves, el actual presidente del PP, Pablo Casado, publicó un tuit —al día siguiente de su reunión con sus barones territoriales en la que forzaron el final de su carrera política— para revelar que había llamado a Sánchez para reiterarle su respaldo y condenar la agresión rusa. Desde entonces está desaparecido públicamente, y en su entorno no saben ni pueden transmitir si tras su discurso de despedida de hoy ante la Junta Directiva Nacional (el máximo órgano entre congresos) volverá a participar en alguna sesión en el Congreso de los Diputados, donde todavía conserva su escaño por Madrid.
La mayoría de los consultados en el PP entienden que Casado ya se despidió de la vida parlamentaria el miércoles de la semana pasada, durante su última sesión de control al Ejecutivo. Casado no ha aclarado aún cuál será su futuro. Su número dos, Teodoro García Egea, sí precisó en su entrevista en La Sexta que piensa conservar su escaño por Murcia.
Ni la dirección nacional del PP ni el grupo parlamentario pudieron aclarar ayer, sin embargo, quién será el portavoz de su partido que intervendrá mañana durante el pleno extraordinario en el que el presidente comparecerá para explicar la situación con respecto a Ucrania. La opción más fácil y viable es dejar ese papel para la actual portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, que ha sido nominada ahora coordinadora general del partido y que ha tenido ya varios contactos en estos días con el futuro nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo.
Ucrania es una urgencia imperiosa, pero en el entorno de Feijóo admiten que en general este intentará reconstruir no solo la unidad en el partido y un liderazgo con autoridad y previsible, sino también otra relación con el PSOE, el Gobierno y su presidente. Ese objetivo, sin embargo, no se vislumbra a corto plazo ni siquiera para buscar alguna solución al grave atasco en la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pendiente desde diciembre de 2018. Las tareas de pacificación interna, los congresos pendientes y la formación de un equipo de consenso le ocuparán los próximos meses. La negociación de asuntos pendientes con el PSOE ya quedaría para después del verano.
Feijóo ha podido reunirse y hablar varias veces también con el designado como responsable de montar el cónclave de Sevilla, el eurodiputado Esteban González Pons, que está rescatando a experimentados cargos medios de la anterior etapa en la secretaría de Organización del PP para diseñar la logística del congreso.
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