Aldama se reunió con un socio del fraude de hidrocarburos al poco de ser excarcelado por confesar en el ‘caso Koldo’

El empresario Víctor de Aldama viajó el pasado 30 de noviembre hasta Calatayud (Zaragoza) para reunirse con uno de sus principales socios implicados en el fraude de los hidrocarburos, Luis Alberto Escolano, tan solo unos días después de que la Audiencia Nacional lo pusiera en libertad gracias a la Fiscalía Anticorrupción a raíz de su confesión en el caso Koldo, cuando acusó sin pruebas a varios miembros del Gobierno y del PSOE por el supuesto cobro de comisiones ilegales. La Guardia Civil resalta este encuentro en uno de sus informes, donde detalla la estrecha relación existente entre ambos imputados; y destaca sus sospechas de que esa cita sirvió para que Escolano le devolviera un sobre de la petrolera venezolana PDVSA con “documentación sensible” a Aldama.

Escolano fue detenido el 16 de diciembre, poco más de dos semanas después de esa reunión con Aldama en Calatayud por su presunta participación en el fraude de los hidrocarburos —que, en un primer momento, se cifró en 182,5 millones de euros, aunque posteriormente se ha elevado por encima de los 220 millones—. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lo describe como “una de las personas de la máxima confianza de Aldama, llegando a compartir asociación y órganos de gobierno en diversas mercantiles domiciliadas en Portugal”. “Además, Escolano es el administrador de empresas receptoras de fondos por parte del entramado empresarial dirigido y organizado por Aldama”, señala el organismo.

Esta reunión evidencia, según las pesquisas de la Guardia Civil, que Aldama no ha cesado en sus oscuros tejemanejes, pese a las dos detenciones que ha sufrido y pese a haber pasado un mes en prisión provisional. El comisionista fue capturado por primera vez en febrero de 2024 por su presunta implicación en el caso Koldo, la trama de corrupción que anidó en el Ministerio de Transportes en época de José Luis Ábalos (PSOE) para conseguir contratos públicos a cambio de favores. El magistrado Ismael Moreno, que dirige esa investigación desde el Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, lo dejó entonces en libertad bajo fianza. Pero, aunque ya estaba en el punto de mira de los agentes, el empresario no escarmentó y siguió maniobrando con sus socios del fraude de hidrocarburos, según apunta el instituto armado.

De esta forma, en octubre de 2024, la UCO volvió a detener a Aldama. Esta vez, por ese fraude de los hidrocarburos, que se investiga en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, bajo la supervisión del magistrado Santiago Pedraz y de forma paralela al caso Koldo. Pedraz sí ordenó entonces el ingreso del comisionista en prisión, pero Aldama logró salir de la cárcel solo un mes después, cuando la Fiscalía Anticorrupción decidió apoyar su puesta en libertad después de que confesase en la causa abierta por la trama que implica a Ábalos —no en la de los hidrocarburos—.

Esa iniciativa del ministerio público provocó que Pedraz no pudiese evitar la excarcelación de Aldama, ya que en ese momento no había ninguna otra acusación personada en el procedimiento de los hidrocarburos al estar secreta y, por tanto, ya nadie pedía la permanencia entre rejas del empresario. Pese a que el juez había señalado al enviarlo a prisión que existía el riesgo de que tratase de destruir pruebas al no haber concluido las pesquisas, Anticorrupción alegó que había manifestado “su plena disposición a seguir cooperando con la Justicia”.

Sin embargo, según revela el sumario del caso de los hidrocarburos, al que ha tenido acceso EL PAÍS, la Guardia Civil no se cree esa plena disposición de Aldama. Los recelos de la UCO se multiplicaron al ver una noticia en la prensa regional fechada el 30 de noviembre, nueve días después de su excarcelación, que decía que el empresario se paseaba por las calles de Calatayud. Precisamente, en esa localidad de 20.000 habitantes reside Luis Alberto Escolano, al que los agentes ya tenían en la diana y al que iban a detener días después.

El instituto armado comprobó entonces que, efectivamente, Aldama se había desplazado hasta el municipio aragonés, donde se reunió a comer con Escolano en la Hospedería Mesón de La Dolores —un trabajador del establecimiento los identificó—. Después, ambos se fueron a un bar-cervecería, el Baviera Lounge, donde el gerente también los reconoció después de que la Guardia Civil le enseñara su foto.

La UCO otorga cierta relevancia a ese encuentro. Los agentes intuyen que Escolano era el “custodio de documentación sensible perteneciente a Aldama”. Entre otras cosas, los investigadores creen que Escolano guardaba un sobre de la petrolera venezolana PDVSA, que la vicepresidenta Delcy Rodríguez habría hecho llegar a Aldama en febrero de 2020 —Escolano le envió una foto del sobre al comisionista en una conversación de WhatsApp—. Sin embargo, según los agentes, debido a la investigación sobre el caso Koldo que provocó su primera detención, “resultaría lógico que Aldama optara por no almacenar documentación de carácter sensible en su domicilio o en su lugar de trabajo, delegando su custodia a una persona de su máxima confianza, como en este caso sería Luis Alberto Escolano”. Los agentes afirman que, aun así, no se lo encontraron a Escolano al detenerlo el 16 de diciembre. Según infieren, porque ya se lo podría haber devuelto a Aldama en ese encuentro en Calatayud del 30 de noviembre.