El PSOE andaluz da por hecho el relevo de Espadas y mira a Montero
El partido espera tener un nuevo secretario general para Reyes Magos
“Le vamos a pedir a los Reyes Magos un secretario general”. La frase se dice con guasa pero no es ninguna broma. La pronuncia un destacado dirigente andaluz a la espera, como muchísimos otros responsables del PSOE de Andalucía, de que encajen las muchas piezas que se están moviendo para resolver quién dará el paso para liderar la federación socialista más numerosa. Muchos apuestan, desean y quieren a la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero (Sevilla, 58 años), pero pocos a la hora de escribir estas líneas lo dan aún por hecho. Por el contrario, varias fuentes consideran “irreversible” el relevo de Juan Espadas al frente de la secretaría general.
Todo depende de la decisión del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, según varias fuentes. “Si se lo pide, no puede decir que no”, coinciden varios dirigentes que apelan a lo que en el PSOE se llama “la cultura del partido”, un bien inmaterial (como el silbo gomero o el flamenco) muy apreciado, consistente en saber interpretar en cada momento el latido de la organización, situada muy por encima de los deseos personales. Aunque empezó a militar tarde en el PSOE –”no es una histórica”, asegura un pata negra socialista–, Montero conoce muy bien ese catecismo interno.
Fuentes de Ferraz aseguran que hay muy pocas personas participando en la toma de decisiones: Sánchez, Montero, el secretario federal de Organización, Santos Cerdán, y posiblemente el propio Juan Espadas. De ahí que haya una discreción absoluta, además del temor de algunos a equivocarse y a dar por cierto lo que no aún saben. No hay pacto de silencio, “sino que la decisión no está tomada y se están cuadrando muchas cosas”. Montero parece, pero oro todavía no es.
De lo que se trata ahora, aseguran varios dirigentes, es de que el PSOE andaluz busque la solución menos mala para el partido y no abrir heridas aun sin cicatrizar, por lo que creen que la número dos del partido y del Gobierno tapona ambas vías de agua.
Las primarias para la elección del secretario general están convocadas, pero muy pocos la quieren. Del 7 al 10 de enero a las 14.00 está abierto el plazo para la presentación de precandidaturas, por lo que lo “lógico”, dicen algunos, es que el día antes de Reyes estén las cartas boca arriba. Pero en el PSOE andaluz hace tiempo que la brújula de la lógica está imantada, y el sur apunta al norte. “Lo razonable es que antes del día 7 hubiera una propuesta, pero con lo que está pasando en mi partido no descarto nada y nos vayamos al día 10 a las dos de la tarde”, asegura un miembro de la ejecutiva regional.
La incapacidad del PSOE andaluz para consensuar hace tiempo y desde aquí un nombre da cuenta de la extrema debilidad de esta organización desde que perdió la Junta de Andalucía en las elecciones autonómicas de diciembre de 2018, aunque eso no fue lo peor. Lo peor llegó con las municipales de 2023, cuando el PSOE salió de muchas alcaldías, no logró la de ninguna de las ocho capitales y conservó solo dos diputaciones, las de Sevilla y Jaén. La reciente moción de censura en el Ayuntamiento de Jaén, ahora ya de nuevo con alcalde socialista, ha roto la estampa hegemónica del PP en Andalucía, aunque la imagen tiene más peso simbólico que real.
Tan desmadejado y pachucho está el PSOE andaluz que hay muy pocos que crean las palabras de su líder federal cuando el pasado 23 de diciembre en su balance de final de año como presidente del Gobierno aseguró: “Los militantes del PSOE de Andalucía serán quienes decidan su futuro”. No es lo que quieren los dirigentes provinciales, como le han trasladado a Sánchez y no solo ellos sino otros muchos. “En Andalucía esperamos que Pedro Sánchez nos lo dé hecho”, asegura una de las fuentes, que se muestra seguro que no habrá elecciones internas si Montero es la elegida. “Si esa es la decisión significa una apuesta clarísima por Andalucía para volver a ser contribuyente neta a los resultados electorales en España”, asegura otra que apunta con cautela: “Con Pedro Sánchez no se sabe. Su gestión de los recursos humanos es un poco dura”.
¿Seguiría Montero al frente de Hacienda, intentando negociar los presupuestos con las formaciones independentistas, la quita de la deuda, la financiación singular de Cataluña? ¿Eso es compatible con la secretaría general del PSOE de Andalucía y con su lema: ‘No somos más ni menos que nadie’? Mantienen los socialistas andaluces que sí.
Los dirigentes que han hablado con este periódico dan por hecha la salida de Espadas de la secretaría general. “Eso es irreversible”, comentan. “Si antes había razones, la situación actual es de descomposición. No hay nada, no hay un pronunciamiento. Es necesario no solo una nueva cabeza, sino un equipo que resucite al partido y encender las luces de San Vicente [la sede regional], que ahora parece un hospital robado”. Otro alto responsable añade: “Espadas no puede seguir, y menos ahora”. Un tercero señala: “Si se presenta va a haber una alternativa e iremos a unas primarias duras”. Eso sí, todos creen que el actual secretario general “no puede salir triturado de esta operación, sino bien”.
Tras su intervención en el comité director del pasado 20 de diciembre, el exalcalde de Sevilla no ha vuelto a la primera línea. Ha lanzado algunos mensajes en sus redes, pero ni siquiera acudió al pleno municipal en el que el PSOE recuperó la alcaldía de Jaén, una ausencia que llamó mucho la atención. Hasta esa fecha, Espadas no dudaba en asegurar que se presentaría a la reelección. Ahora calla. Su entorno asegura que hasta el próximo 7 de enero, cuando se abra el calendario de candidaturas, no hablará de nada.
Tampoco María Jesús Montero ha dado su opinión, aunque ella era partidaria de un relevo generacional y descartaba cualquier vuelta política a Andalucía. Ahora, según algunas fuentes, evita dar un negativa. Y Juan Francisco Serrano (36 años), diputado al Congreso, adjunto a Organización de la dirección federal, la apuesta del PSOE de Jaén y de otros muchos si la operación Montero no sale, nunca ha dicho ni sí ni no, ni todo lo contrario.
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