El PSOE andaluz teme a las primarias: dirigentes socialistas buscan una salida consensuada a Juan Espadas que las evite
El diputado Juan Francisco Serrano asistirá al comité director que dará el pistoletazo de salida del congreso regional
Tres semanas después del 41º Congreso Federal que se celebró en Sevilla, las incógnitas sobre el futuro inmediato del PSOE andaluz siguen intactas. Habría que añadir al cierre de esta edición, como cuando los estrictos horarios de la rotativa no esperaban a las noticias, salvo las que lo merecen. Este viernes están convocados en Jaén los 420 miembros del comité director, el máximo órgano de decisión entre congresos, para aprobar el calendario propuesto por la ejecutiva andaluza para su 15º Congreso Regional. A la cita de Jaén tiene previsto asistir Juan Francisco Serrano, adjunto a Organización de la dirección federal y uno de los nombres no confirmados que circulan para liderar el PSOE andaluz. Serrano (Bédmar, Jaén, 36 años) es miembro de esa agrupación por la que es diputado en el Congreso.
Las señales de Ferraz y de Moncloa, que muchos esperan como agua de mayo, siguen sin llegar porque no se ha tomado ninguna decisión. Varias fuentes aseguran que “la reflexión” y el “periodo de escucha” siguen abiertos. Las preguntas llevan mucho tiempo formuladas: ¿Debe seguir Juan Espadas como secretario general y candidato a la Junta?; ¿se le va a ofrecer a Espadas lo que eufemísticamente llaman “una salida digna”, es decir, un ascenso institucional, para que se eche a un lado?; ¿quién es la alternativa?; ¿es Juanfran Serrano?; ¿se llama María Jesús Montero?; ¿habrá primarias?
A esta última pregunta sí contestan muchos dirigentes de todas las provincias, pero con un deseo. “Las primarias es lo peor que le puede pasar al PSOE de Andalucía”, aseguran al unísono varias fuentes. Lo que intentan es buscar una solución consensuada en la que participen la mayoría que aupó a Espadas a la secretaría general en 2021 y que desde hace tiempo está en otra onda, y los críticos que se subdividen en dos grupos: los susanistas y los que aún mantiene el catedrático sevillano Luis Ángel Hierro. Es decir, solo si Espadas se presenta habrá primarias.
Los dirigentes consultados destacan la debilidad en la que se encuentra no solo el PSOE andaluz, sino la mayoría de las agrupaciones provinciales. Durante su mandato, Espadas se ha apoyado en los secretarios provinciales y estos en Espadas, pero ninguno pisa suelo firme. Salvo los de Sevilla y Jaén (donde también hay mar de fondo), el resto está cogido con alfileres, y sus responsables no pueden presumir de mayoría rotundas y se encuentran con una militancia desmovilizada que no milita, aunque sigue pagando sus cuotas. El declive comenzó tras perder la Junta de Andalucía en las elecciones de diciembre de 2018, tras 37 años ininterrumpidos en el poder; pero cuando el PSOE andaluz tocó fondo fue tras los pésimos resultados en las municipales de 2023. Eso dejó un costurón y con mucha gente en el desempleo.
Varias fuentes consultadas aseguran que el PSOE andaluz aún no se ha repuesto de las primarias que perdió Susana Díaz frente a Pedro Sánchez en 2017, lo que provocó que Díaz se atrincherase en Andalucía con la ambición de construir un PSC a la andaluza. Cuatro años después, y tras perder el Gobierno andaluz, Díaz volvió a quedar segunda en las elecciones internas en junio de 2021 para elegir al candidato a la Junta. Ganó por casi 17 puntos Juan Espadas, una apuesta de Ferraz y de los secretarios provinciales. Esas batallas internas provocaron que los perdedores se mantuvieran al margen de los procesos electorales, en una especie de huelga de brazos caídos.
Esas guerras dejaron muchas heridas y aún no están cicatrizadas, mantienen dirigentes andaluces, por lo que creen que ir a un proceso de recogida de avales, campaña interna, debates y votación es “una locura” tal y como está el PSOE andaluz, y cuando en frente tiene a un Juan Manuel Moreno fuerte y sin apenas desgaste. Cuando el PSOE inventó el proceso de primarias para elegir a sus líderes, los dirigentes que estaban entonces lo celebraban como “la fiesta de la democracia” y ya entonces hubo veteranos dirigentes, como el malagueño Enrique Linde, que advertían: “Ojo, las primarias son bonitas, pero buenas, no”.
Pero la federación andaluza, que tiene 40.138 militantes, según el censo utilizado para el congreso federal, no está para fiestas. “Lo más apropiado es que no las haya tal y como está el partido. Si hay consenso no debe haber problemas”, asegura un destacado alcalde. “Las primarias nos llevan al revanchismo y a los brazos caídos”, remata un dirigente provincial.
En lo que vaya a pasar es clave la alianza que mantienen Sevilla y Jaén, las únicas provincias que gobiernan en las diputaciones y que ahora van a sumar también la alcaldía de Jaén capital tras una moción de censura que Espadas, que no estaba al tanto del contenido, ha celebrado lo justo. En el PSOE de Sevilla es donde temen más las primarias, porque si Espadas se enroca no parece lógico que los principales dirigentes de su agrupación le den la espalda. El secretario general del PSOE de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, y de Jaén, Paco Reyes, se mostraron muy tibios en el reciente congreso federal a la hora de pronunciarse a favor de Espadas, aunque el sevillano matizó 24 horas después que Espadas contaba con su “compromiso personal y político” para “las decisiones que tenga que tomar”. Esta alianza se mantiene como el propio Serrano se encargó de destacar en una foto que subió a sus redes sociales.
Si no hay acuerdo, las precandidaturas se presentarán del 7 al 10 de enero y las votaciones el 1 de febrero. El 15º Congreso Regional se celebrará en Armilla (Granada) el 22 y 23 de febrero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.