PNV y Junts: “No hay ningún bloque alternativo al actual Gobierno”

Ni PNV ni Junts están, al menos por ahora, en ningún tipo de operación para que germine una mayoría alternativa a la actual en el Congreso de los Diputados. La coincidencia en una serie muy limitada de votaciones, sobre todo fiscales, de esas dos formaciones nacionalistas vasca y catalana con el PP de Alberto Núñez Feijóo se considera simplemente estratégica y puntual, en una reafirmación de las competencias propias. La relación del PNV con el PP está incluso en uno de sus peores momentos y la formación jeltzale la limita a lo meramente “protocolario”. La vicepresidente de Junts y su portavoz en la Cámara baja, Míriam Nogueras, reafirma así que el partido de Carles Puigdemont “no está en ningún bloque español”. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, va más allá y se anima a reclamar a todos los que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez a respaldar los próximos Presupuestos para culminar la legislatura. En ese contexto, y con la negociación de las cuentas públicas para 2025 pendientes, tanto PNV como Junts han acrecentado en estos días sus diferencias y disputas con EH Bildu y ERC.

La discusión sobre la reforma fiscal que pretendió impulsar el Gobierno de coalición en las últimas semanas del año y que al final aprobó, evidenció lo que se sabía desde el inicio de esta complicada legislatura, es decir que hay intereses y posiciones muy diferentes en particular en el ámbito económico entre los socios nacionalistas de izquierdas y los de derechas. El propio presidente, Pedro Sánchez, lo admitió sin rubor en su comparecencia de balance final del ejercicio y se mostró dispuesto a continuar esa senda de contactos a un lado y otro del hemiciclo en cada proyecto o ley que pretenda llevar a la Cámara. Así se han aprobado en este año un total de 25 leyes y decretos ya en vigor y publicados en el BOE y hay otros 31 en espera de tramitación y como EL PAÍS publicó este viernes, el Ejecutivo ha sacado adelante con la mayoría de la investidura más del 91% de las 899 votaciones celebradas, todas ellas con Junts y PNV.

En el argumentario oficial, el Ejecutivo mantiene que intentará completar la negociación de los Presupuestos en el primer trimestre de 2025, con contactos con todos los partidos menos con Vox, pero a sabiendas de que es muy posible que tenga que prorrogar los actuales y argumentar que tampoco es tan grave porque es más que probable que tengan que hacer lo mismo algunos barones autonómicos del PP tras su ruptura con Vox.

Junts, además, ha reforzado desde el verano su perfil más imprevisible y el Gobierno lo está notando. Las negociaciones abiertas para distintos asuntos entre el PSOE y el partido de Puigdemont son cada vez más tortuosas, se resuelven casi siempre in extremis y en ocasiones de madrugada y se pretenden aislar de otros socios o de asuntos más generales como los Presupuestos.

La vicepresidenta y portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, ratifica en declaraciones a EL PAÍS lo que ha repetido en numerosas ocasiones en el hemiciclo y en sus contadas comparecencias ante los medios de comunicación: “No formamos parte de ningún bloque español. Solo nos interesa Cataluña. Punto. Y para lo que sea bueno para Cataluña allí estaremos”. Da igual de que ley o iniciativa se trate, Junts y Nogueras se suelen reservar hasta el final su posición, la enfoca siempre sobre cómo puede afectar, para bien o para mal, a las competencias de la Generalitat y acaba sus intervenciones con un “Viva Cataluña libre”.

Nogueras ha recordado antes de marcharse de vacaciones que su partido todavía no ha iniciado la negociación nuclear para la legislatura de las cuentas públicas para 2025, a diferencia de lo que sí admiten representantes de otros aliados habituales del Ejecutivo, pero también que quiere iniciar ese proceso. Y ha preferido no opinar siquiera de la posición que fijó el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en su balance del año, cuando exhortó a Sánchez a detener a Puigdemont en vez de prestarse a acudir a Bruselas para mantener una reunión bilateral, como concedió el presidente en su resumen anual.

Es el caso del PNV, que suele ser más previsible y anuncia sus acuerdos cuando los tiene ya sellados, pero que sí tiene muy claro que no observa en el horizonte una alternativa al bloque de legislatura actual. El portavoz parlamentario, Aitor Esteban, molesto con el Gobierno especialmente por cómo se llevó el tema de los gravámenes a las multinacionales energéticas, ha querido lanzar sin embargo un mensaje en estos días de renovación del compromiso de los que votaron la investidura de Sánchez: “Creo que hay que generar confianza entre todos los grupos, porque hacen falta todos los votos todo el tiempo. Y si se ha apoyado a un Gobierno creo que hay que darle un Presupuesto. En eso está trabajando el PNV. Y esto aseguraría cumplir gran parte de la Legislatura”.

Fuentes de la cúpula del Euzkadi Buru Batzar del PNV próximas a Andoni Ortuzar remachan que no ven “una mayoría alternativa a la actual por varios motivos: el principal, el factor Vox; otro, este PP tan echado al monte en su pugna con la ultraderecha”. Las mismas fuentes confiesan así, además, que su relación actual con el PP no solo “no pasa por sus mejores momentos” sino que “apenas va más allá de lo protocolario”.

En el PNV, y en otros grupos del Congreso, constatan como una evidencia el giro dado de manera radical en el tipo de relación especial que manifestó Feijóo hacia ese partido cuando aterrizó en la política nacional, tras su etapa al frente de la Xunta de Galicia en la que presumía de conexión con los lehendakaris vascos y hasta situaba las elecciones autonómicas en la misma fecha, y cómo es ahora, cuando tanto el líder como su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, le destinan los más ácidos comentarios. Un distanciamiento que se acrecentó tras las últimas elecciones vascas, su resultado y la decisión posterior del PNV y el PSE de cogobernar de nuevo juntos, algo que no se cansa de recordar el propio Feijóo en muchas de sus intervenciones.

En el PNV razonan que aunque muchas cosas que hace el Gobierno de Sánchez no les gustan, “ni en la forma ni en el fondo, los compromisos se van cumpliendo en forma y ritmo más o menos aceptables. Así que no, no vemos a día de hoy una mayoría alternativa”.

En lo que sí coinciden cada vez más Junts y PNV es en el creciente marcaje a cualquier iniciativa que otros socios de investidura y rivales en sus territorios puedan alcanzar con el Gabinete de Sánchez. Nogueras no pierde una oportunidad de denunciar con cierto desprecio que ERC no se trabaja sus votos con los mismos beneficios para Cataluña que consigue Junts y remacha que hasta ahora esos diputados republicanos le han salido gratis al Ejecutivo de coalición, lo que enfada sobremanera a Gabriel Rufián, que ha aumentado el ciclo de repetición de una de sus consignas preferidas de estos últimos meses: que Junts acabará apoyando un Gobierno del PP de Alberto Núñez Feijóo.

Esa competencia política se está recrudeciendo desde las últimas elecciones vascas entre PNV y EH Bildu y se evidenció precisamente en las diferentes posiciones que adoptaron en la comisión y el pleno ambas formaciones sobre el gravamen a las energéticas. El PNV quiso aprovechar su rechazo y el apoyo que le prestó a ese impuesto Bildu para denunciar que ese tributo “va contra el corazón del autogobierno vasco y es una carga de profundidad a futuro para el Concierto Económico”.