Feijóo defiende sus pactos con Junts y pide detener a Puigdemont

Alberto Núñez Feijóo empezó 2024 con una ofensiva en la calle y en los tribunales contra la amnistía para los independentistas catalanes, y lo termina defendiendo sus acuerdos en el Congreso con Junts. El líder del PP se ha afanado este viernes, en su comparecencia para hacer balance del año, en explicar sus pactos con el partido de Carles Puigdemont, con el argumento de que el PP, a diferencia del PSOE, “cumple con su programa sin chantajes y sin amenazas”. “Mis principios son conocidos. Prueba de ello es que mantener mis principios me ha llevado a estar en la oposición después de ganar las elecciones”, ha justificado, antes de confirmar que en 2025 seguirá intentando suscribir acuerdos con el partido independentista, aunque no ha respondido a la pregunta de si está dispuesto a presentar una moción de censura con el apoyo de Junts. El líder del PP trata de mantener el difícil equilibrio entre pactar con los independentistas a la vez que marca distancias políticas con ellos, y ha defendido hoy, al mismo tiempo, que Puigdemont, el líder del partido con el que el PP tiene ya una interlocución fluida, debería ser detenido.

Feijóo también ha defendido al presidente valenciano, Carlos Mazón, en su gestión tras la dana, pero ha evitado pronunciarse sobre la polémica de que no entregue el recibo del almuerzo que mantuvo con una periodista el 29 de octubre, el día de la tragedia.

El líder del PP ha reconocido que necesita a Junts para ganar votaciones en el Congreso, como la que la semana pasada permitió tumbar el impuesto a las eléctricas, y se ha mostrado visiblemente molesto de que se equiparen sus acuerdos con los independentistas a los del Gobierno. “Hay votaciones en las que hemos coincidido con Junts. Sin estos partidos no podríamos haberlas ganado. A mí no me importa coincidir para bajar impuestos a los españoles ni para cumplir con mi programa sin chantajes y sin amenazas”, ha razonado, antes de calificar como “un insulto a la inteligencia” que se pueda considerar “que el PP está haciendo cosas parecidas” al presidente progresista, que aprobó la amnistía o la financiación singular para Cataluña, y está dispuesto a reunirse con Puigdemont. “Quien acepta fotografiarse con una persona a la que debería detener es el señor Sánchez”, ha cuestionado Feijóo dejando claro que cree que debería detenerse al líder de Junts. El presidente del Gobierno se mostró el lunes, durante su balance del año, dispuesto a reunirse con Puigdemont antes de que se le aplique la amnistía. Sánchez afirmó que “a efectos políticos” la medida de gracia ya se aplica, con independencia de los recursos que deberá resolver el Tribunal Constitucional.

El Gobierno cree que el giro en el discurso del principal partido de la oposición y su acercamiento a la formación neoconvergente da validez a su política de alianzas y resalta las contradicciones del PP. “Es irónico que ahora el PP quiera acercarse a esos partidos políticos a los que ha dicho que quería ilegalizar. También se han referido a ellos como el partido que rompe España y ahora vemos cómo intentan acercarse”, ha subrayado la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría.

El líder del PP termina el año con una relación mejorada con los independentistas catalanes, pero más complicada con Vox, que acaba de impedir la aprobación de los Presupuestos para 2025 en dos autonomías gobernadas por los populares, Castilla y León y Baleares. Feijóo ha reconocido su dificultad para interpretar a la extrema derecha, que tiene, ha descrito, “comportamientos contradictorios y confusos”, y ha dejado en el aire si habrá elecciones en alguna de las seis comunidades gobernadas por el PP que dependen de los ultras. “Vox tendrá que tomar una decisión: si lo que quiere es facilitar el cambio o impedirlo. Si quiere hacer oposición a Sánchez, o al PP”, ha presionado a los ultras.

El jefe de la oposición ha descrito un balance del año demoledor para el Gobierno progresista, que ha calificado de “bochorno”, además de cuestionar los buenos datos de la evolución económica con el alto coste de la vida, las dificultades para acceder a una vivienda y el aumento de la deuda. Y ha mantenido un tono durísimo contra Sánchez, de quien ha llegado a decir que “tiene un problema con la democracia”. “España no tiene Gobierno”, ha remachado. Para el líder del PP, el año que viene no será mejor con la izquierda en el Gobierno: “El 2025 de este Gobierno discurrirá entre los juzgados, algo de Waterloo y quizá algo de Franco”.

“El balance de Feijóo para echarse a llorar, con cero propuestas en positivo para nuestro país y miles de insinuaciones, falsedades, mentiras e insultos. La realidad de nuestro país es incontestable: crecemos económicamente, reforzamos el Estado del Bienestar y enfrente tenemos a una oposición que no desea que a España le vaya bien, porque cuanto mejor le va a España, peor les va a ellos. Nuestro país merece una oposición mejor”, le ha replicado Bolaños.

Después de haber confesado su “pereza” por la intención del Gobierno de conmemorar el año que viene con medio centenar de actos públicos el 50 aniversario de la muerte de Franco, Feijóo ha vuelto a sugerir hoy que no cree que deba celebrarse el fallecimiento del dictador, porque considera que hacerlo divide a los españoles. “Yo estoy dispuesto a celebrar la Transición española, la venida de la democracia y la Constitución española, lo que no estoy dispuesto a jugar a la división y a la fractura de mi país. Eso se lo dejo a los que viven del pasado”, ha contestado a la pregunta de si entiende que sea una efeméride a celebrar desde el Estado. “Nosotros hemos superado el pasado. El PSOE superó el pasado, si el sanchismo no lo superó, que vuelva al pasado. Nosotros no estamos en la década de los 40 del siglo XX. Nosotros estamos iniciando la década de los 30 del siglo XXI, ese es nuestro objetivo. Para celebrar la Constitución española y la Transición, aquí nos tienen. El problema quizás es que los socios del Gobierno no quieren celebrar ni la Transición ni la Constitución española”.

Feijóo ha defendido, por otro lado, al presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, en su gestión tras la dana, pero no ha querido pronunciarse sobre quién pagó la comida que este mantuvo el día de la tragedia en el restaurante El Ventorro, a la que según el Gobierno valenciano Mazón acudió en calidad de líder del PP y no de la Generalitat para alegar que no dispone de la factura. “Yo no me voy a dedicar a ver los tickets de la comida de ningún dirigente político”, se ha zafado. Y ha elogiado que Mazón “sigue dando la cara y gestionando la Generalitat”, pero, de nuevo, ha dejado otra pregunta en el aire, la de qué plazo le concede para decidir si ha cumplido o no con la reconstrucción de Valencia, después de haber pactado con él que vinculara su futuro político a la gestión, con eficacia, de la recuperación tras la catástrofe.