En el Bidasoa se pesca a las órdenes de Francisco Franco
La Armada desempolva un convenio firmado por el dictador en 1959 que autoriza en “exclusiva” las capturas a vecinos de Irún y Hondarribia en la parte española del río fronterizo
En la desembocadura del río Bidasoa y la bahía de Txingudi, área costera fronteriza que comparten España y Francia, solo pueden pescar los ciudadanos “ribereños”. Es un derecho que “pertenece exclusivamente” a los habitantes de Irún y Hondarribia en la parte española y a los vecinos de Hendaya, Urrugne y Biriatou en el lado francés. Nadie más puede pescar ahí. Y esto es así por un convenio internacional firmado por Francisco Franco Bahamonde en 1959. La orden está publicada en ejemplares envejecidos del Boletín Oficial del Estado y es algo desconocido para la gran mayoría de los pescadores que acostumbran a lanzar sus cañas o faenar en pequeñas motoras por la zona. La Armada española destacada en Hondarribia se ha encargado ahora de desempolvar este añejo convenio y de advertir a los pescadores de que están obligados a cumplirlo.
El “convenio relativo a la pesca en el Bidasoa y la bahía de Híguer” está en vigor desde hace 65 años. Delimita la zona de pesca “en el curso principal del río Bidasoa y su desembocadura (desde lo que se conoce como Chapitelaco Arria) hasta la línea que une el cabo de Híguer en España con la punta Tumbas en Francia”. En esta área marítima solo pueden pescar los habitantes ribereños [de los España y Francia] que dispongan de “una tarjeta otorgada a los interesados por los Comandantes de las Estaciones Navales”, se recoge en la disposición legal firmada por Franco en 1959. La aplicación de este convenio impide la pesca a todos aquellos que no estén empadronados en Irún, Hondarribia, Urrugne, Hendaya y Biriatou, algo que había pasado desapercibido durante muchos años a quienes frecuentan esta zona de pesca y desconocían por completo que rigen hoy estas restricciones.
La Ayudantía Naval del Bidasoa, con sede en Hondarribia, ha hecho saber en las últimas semanas a través de un tríptico informativo de la obligación de cumplir el convenio firmado por Franco. “Es responsabilidad de la Armada efectuar la vigilancia y control del cumplimiento del convenio de pesca”, asegura en el folleto, que remite a través de un código QR al contenido del convenio. Son seis páginas del BOE del año 1959 que firma el “Jefe del Estado Español, Generalísimo de los Ejércitos Nacionales”. Es un convenio que contiene 43 artículos en los que se detallan la delimitación de las aguas, los derechos de pesca, la policía y vigilancia de la pesca, la represión de las infracciones y las sanciones. Todos los pescadores consultados por este diario ignoraban su existencia.
A esta zona de pesca del Txingudi suelen acercarse aficionados con licencia recreativa de pesca expedida por el Gobierno vasco llegados de otros puntos de Gipuzkoa y de Navarra. Con ese permiso no tienen acceso a estas aguas. La Ayudantía Naval del Bidasoa ha comenzado a realizar inspecciones periódicas y exige que estos pescadores sean habitantes de Hondarribia o de Irún y dispongan del sello de la Armada: “El personal de la Armada realiza prácticamente todos los días patrullas marítimas en el río Bidasoa y bahía de Higuer y patrullas terrestres a lo largo de la ribera del río y su desembocadura en el mar Cantábrico hasta donde alcanza el área del convenio”.
“¿Sabía usted que...?”, encabeza el folleto informativo de la Armada. Enumera los preceptos que han podido pasar desapercibidos para la mayoría de los aficionados a la pesca: el área marítima comprendida en la parte final del curso fluvial y la bahía de Txingudi, la prohibición para aquellos que no son residentes de esta zona limítrofe, la obligatoriedad de obtener un permiso en la Ayudantía Naval... “Si observa que se está llevando a cabo la pesca ilegal... póngase en contacto con nosotros”, pone al lado de un teléfono móvil y un correo electrónico de la sede militar en Hondarribia.
El convenio estipula sanciones económicas para quienes contravengan sus preceptos. En el texto original se contemplan “penas” que incluyen ”la confiscación del producto de la pesca”, “la confiscación y destrucción de las redes o instrumentos de pesca prohibidos”, además de una multa que va desde los 2.000 francos (240 pesetas) hasta los 12.000 francos (1.440 pesetas) de la época. Este convenio fue renovado en 2013 para actualizar a euros la cuantía de las sanciones y otros asuntos menores. Las multas son ahora de 40 a 1.000 euros, nunca menos de 20 euros si hay “circunstancias atenuantes”. Entre las singularidades recogidas en el convenio, el artículo 38 señala que “el pescado cogido en contravención” a las normas será “inmediatamente distribuido entre los pobres del pueblo ribereño”.
La Armada no especifica si ha llegado a imponer alguna sanción económica. Se limita a informar de que está “llevando a cabo una campaña de difusión del convenio de pesca, principalmente entre la comunidad marítima”. Y precisa que “se ha percibido un incremento del número de aficionados a la pesca que han regularizado su situación, bien obteniendo o bien renovando la licencia de pesca que emite la Ayudantía Naval del Bidasoa, que es la única válida para la práctica de la pesca en el área que abarca el convenio”.
El director de Pesca del Gobierno vasco, Leandro Azkue, confirma que han recibido llamadas de pescadores asombrados por la prohibición de pescar en el Bidasoa: “Hasta ahora, tácitamente, se admitían las licencias de pesca recreativa expedidas por el Gobierno vasco, como ocurre en Cantabria o Galicia, por ejemplo. No habíamos tenido ningún problema y los distintos capitanes de la Comandancia Naval lo permitían. Ahora se está aplicando estrictamente lo que pone en el convenio y es verdad que ahí pone lo que pone. No se están inventando nada, aunque podría ser un exceso de celo”.
Un pescador del Baztan (Navarra) se afana con su caña este pasado viernes en la cuenca del Bidasoa. Estaría incumpliendo el convenio de pesca: “Esta prohibición me parece un disparate. ¿Hay alguna explicación ambiental para que se nos impida pescar?”, se pregunta. Miguel A. es un veterano pescador que renueva todos los años lalicencia recreativa de pesca y suele acudir “a menudo” a la zona de Híguer a pescar: “Nunca he recibido una advertencia. Nadie me ha dado el alto. Siempre he enseñado el pescado a la Ertzaintza o la Guardia Civil y no he tenido problemas de ningún tipo”.
Juan Carlos Pastor es capitán de corbeta y está adscrito a la Ayudantía Naval del Bidasoa: “Nosotros solamente hacemos cumplir el convenio. Esto es algo que está así desde hace muchos años y, a lo mejor, no había un conocimiento de ello entre la ciudadanía porque la normativa es de hace muchos años. Puedo entender el malestar de la gente, pero el convenio hay que cumplirlo. Es como las normas de tráfico”. Los agentes de la Armada han puesto en marcha una “campaña de difusión” del convenio de 1959 con el objetivo de “hacer cumplir la legalidad”, añade. “Dentro de estas áreas de pesca solamente se admiten la licencia de la Ayudantía Naval del Bidasoa para los vecinos de Irún y Hondarribia”, aclara. De ello han sido informados tanto la Ertzaintza como la Guardia Civil.
El folleto informativo de la Armada, con su logo y el lema “defendemos España en y desde la mar”, indica que la única tarjeta válida para pescar en el Bidasoa y la bahía de Híguer es la que expide la Armada en Hondarribia (se exige el certificado de empadronamiento), y se informa de que “los ribereños de los dos países podrán pescar con toda clase de embarcaciones” siempre que lleven visibles “las señales distintivas que indica el convenio”: un listón amarillo de extremo a extremo, el nombre de la población y el número de inscripción de la embarcación” en ambos costados. El tríptico deja constancia de que “queda prohibida la pesca de noche”, desde 45 minutos antes de la puesta del sol hasta 45 antes del amanecer.
Al Gobierno vasco han llegado “quejas” de pescadores al descubrir que se está aplicando el convenio de 1959: “Algunos han recibido advertencias y hay cierta marejada”, reconoce Azkue. El Departamento vasco de Pesca admite que poco puede hacer al respecto: “Están aplicando la norma y no hay nada que objetar. No tenemos margen de maniobra, más allá de las comunicaciones que mantenemos vía correo electrónico”. No obstante, el responsable del Ejecutivo anuncia que pondrán “encima de la mesa” este asunto en la próxima reunión de la comisión internacional del Bidasoa, a la que asisten las autoridades militares de España y Francia y son citados como invitados los responsables de la Dirección de Puertos y de Pesca del Gobierno vasco”. “Esto requiere un nuevo acuerdo institucional que actualice las condiciones de Pesca en el Bidasoa”, remata Azkue.
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