Las amenazas del jefe de gabinete de Ayuso revelan el nerviosismo del PP por el escándalo de la pareja de la presidenta

El mensaje que Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tiene fijado en la biografía de su cuenta oficial de X (antes Twitter) reza: “Me entristece el cada vez más bajo nivel de la vida pública española”. Su último tuit, del 14 de marzo, dice: “Tras el ataque desmesurado de Hacienda, de la Fiscalía, del Perro, de la vicepresidenta, del gañán de Transportes, del que no paga impuestos en España de PRISA, de la Intxaurrondo que cobra en B de TVE y la [sic] quitan el programa… no pueden matar a Díaz Ayuso!! Nos gusta la fruta!!”; El “Perro” es como se refiere al presidente del Gobierno; “gañán de Transportes” es como llama al ministro Óscar Puente; “la Intxaurrondo” es su forma despectiva para dirigirse a una presentadora de TVE y “la fruta” alude al insulto de Ayuso, quien, desde la tribuna de invitados del Congreso, el pasado noviembre llamó “hijo de puta” a Pedro Sánchez -el equipo de la presidenta madrileña aseguró en un primer momento que había dicho “me gusta la fruta” y, posteriormente, admitió la verdad-.

El anterior tuit, del 13 de marzo, de Miguel Ángel Rodríguez, dice: “Resumen de la locura de hoy: la fiscalía ofrece por email un acuerdo al sr. González [Alberto, pareja de Ayuso]; antes de que pueda responder, la misma Fiscalía dice que ha recibido órdenes ‘de arriba’ para que no haya acuerdo y, entonces, vayan a juicio”. El 4 de noviembre, también en X, el jefe de gabinete de Ayuso llamó “fascista” a Patxi López. Todo eso, en público. En privado, según ha denunciado Eldiario.es, el pasado martes “amenazó e insultó” a una periodista de ese medio: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar. Que os den. Idiotas”. El periódico digital no reproduce imágenes de los mensajes enviados por WhatsApp, pero afirma que ha “certificado ante notario” su contenido y que estudia “acciones legales para defenderse”. A preguntas de EL PAÍS, Rodríguez admite haber enviado esos mensajes, lamenta que hayan salido del ámbito “particular y privado” y asegura que obedecen a una relación de confianza con la periodista. Preguntado por si la expresión “os vamos a triturar, vais a tener que cerrar” es una amenaza, responde: “Es un modo bronco de decir que estaban inventando un caso donde no había”.

Las amenazas y los tuits de Rodríguez evidencian el nerviosismo en el PP de Madrid tras conocerse que la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador, intentó engañar a la Agencia Tributaria al imputarse unos supuestos gastos basados en facturas falsas y en servicios nunca prestados para ahorrarse 350.000 euros en los ejercicios de 2020 y 2021, cuando sus empresas sextuplicaron sus ingresos gracias a la mediación en la compra de mascarillas durante la pandemia. En rueda de prensa tras destaparse el escándalo, Ayuso declaró el pasado miércoles: “Aquí no hay un caso político, hay un caso turbio de todos los poderes del Estado contra un ciudadano anónimo, un particular al que le deben casi 600.000 euros”. Su pareja, sin embargo, admitió ante la Fiscalía, a través de su abogado, los delitos tributarios que la presidenta madrileña negó en público. Eso no impidió que Ayuso, quien, como el resto del PP, ha criticado los ataques a las instituciones judiciales cuando han llegado por boca de los independentistas catalanes, cuestionara el papel de la Fiscalía cuando el investigado era su novio: “La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue Directora General en el Ministerio de Justicia con Zapatero”, tuiteó el pasado martes. Alfonso Serrano, secretario general del PP de Madrid, ha definido al fiscal general del Estado como “el más siniestro de la historia de España”. Como es habitual en estos casos, los populares han denigrado como “filtraciones” las informaciones periodísticas sobre el escándalo, pese a que, cuando aluden a miembros del partido rival son “periodismo de investigación”.

Escalada de insultos, acusaciones graves y crispación

Sin llegar al nivel de Rodríguez y las amenazas denunciadas por Eldiario.es, el deterioro del discurso público se ha acelerado en las últimas semanas por el enfrentamiento descarnado entre el PSOE y el PP a cuenta, respectivamente, del escándalo que afecta a Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos, y el que señala a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. El pasado 5 de marzo, desde su cuenta oficial de X, el PP tuiteó: “Mensaje para los corruptos del PSOE: es la 1 de la madrugada. Dice Yolanda Díaz que es hora de salir de las marisquerías. Ya pueden dirigirse ordenadamente a sus prostíbulos de confianza. Recuerden saludar al portero. Quién sabe: igual llega a consejero de Renfe”. El pasado martes, en la tribuna de la Cámara alta, el senador del PP Luis Santamaría declaró: “Lo que había era bizums, leo textualmente, para pagar mamadas o la puta del otro día o al mediador del Tito Berni aprovechando para recordar que Ábalos era su jefe. Esa es la realidad que hay detrás del compromiso de ejemplaridad del que ustedes [refiriéndose al PSOE] hacían gala”. El ministro de Transportes, Óscar Puente, tuiteó este jueves, replicando a Isabel Díaz Ayuso: “Execrable es lo del testaferro con derecho a roce Isabel. Dimite”.

En el pleno del Congreso del pasado miércoles se lanzaron acusaciones de delitos graves que, de ser ciertas, solo tendrían cabida en los tribunales, como cuando el portavoz del PP acusó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de “destruir pruebas”; Feijóo a Sánchez de conocer y tapar el caso Koldo sobre el presunto cobro de comisiones ilegales en lo peor de la pandemia, y el líder de Vox, Santiago Abascal, de ser “el capo de la trama de corrupción” y gobernar “con delincuentes, criminales y enemigos de España”.