Reynders reclama “voluntad política” al PP y al Gobierno para desbloquear el Poder Judicial: “Es difícil, pero es posible”

No se ha roto la baraja. El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, ha citado al Gobierno y al PP a una nueva reunión en Madrid antes de final de marzo para tratar de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que los populares mantienen varada desde hace un lustro con una mayoría conservadora. Reynders ha reclamado “voluntad política” a las partes. “Corresponde a los negociadores que se pueda lograr un acuerdo”, ha pedido Reynders. A pesar de ello, el comisario belga ha asegurado que percibe “voluntad de avanzar”. “Progresamos, avanzamos”, ha añadido Reynders tras una reunión en Estrasburgo con el ministro de Justicia español, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons. “Es difícil, pero es posible un acuerdo, los elementos están ahí”, ha asegurado Reynders. Que la próxima reunión sea en Madrid, de hecho, puede mostrar que algo se ha movido. El comisario de Justicia se ha declarado “optimista”.

No lo ve así González Pons. “Por desgracia, las posiciones siguen congeladas”, ha contradicho el dirigente del PP a Reynders. Pons ha reclamado al Gobierno “cesiones” para reformar la ley y ha vuelto a vincular la ley de amnistía con la negociación para desbloquear el órgano de los jueces. Tras salir de la reunión, ha llegado a decir a los periodistas que la independencia de los jueces no está garantizada en España.

“El hecho de que estemos hablando, negociando, es una buena noticia”, ha señalado por su parte el ministro Bolaños, que se ha definido como “realista y responsable” con el devenir de las conversaciones para desbloquear el CGPJ, un asunto que está causando daños severos a la justicia española. “Por cierto, la independencia de los jueces está absolutamente garantizada, lo dice el Gobierno, el Partido Socialista, pero sobre todo lo dice Europa”, ha zanjado, en respuesta a Pons.

Para Bolaños el solo hecho de que las negociaciones sigan es un progreso. “Es un acuerdo complejo pero absolutamente necesario para recuperar la normalidad de la justicia a todos los niveles. En el CGPJ y hasta el último juez”, ha abundado Bolaños.

Los representantes del Gobierno y del PP en ese “diálogo estructurado”, como lo definió Reynders cuando accedió a mediar, han llegado en el mismo avión a Estrasburgo e incluso se han alojado en el mismo hotel. Pero una vez terminada su tercera reunión —las dos anteriores fueron en Bruselas— y de cara a la galería el ambiente es muy tenso entre ambos en un momento de gran crispación en el Congreso de los Diputados entre PP y PSOE. Todo en vísperas de la votación de la ley de amnistía.

Las posiciones siguen alejadas. Y “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, dicen fuentes de la negociación. El PP, que se ha echado atrás en varias ocasiones en estos cinco años con el acuerdo ya prácticamente cerrado, reclama una reforma a fondo del sistema de elección de los vocales del CGPJ que le daría más poder en su composición.

Ni Bolaños ni Pons han entrado en el contenido de las discusiones, como Reynders les ha reclamado desde el inicio. La postura de Bruselas está clara y es uno de los toques de atención a España en sus informes anuales sobre el Estado de derecho: “Proceder con carácter prioritario a la renovación del Consejo General del Poder Judicial e iniciar, inmediatamente después de la renovación, un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de sus jueces-miembros, teniendo en cuenta las normas europeas sobre los Consejos de la Judicatura”, dicen. En esencia, sin embargo, no hay una pauta europea.

“Queremos una reforma del modelo del Poder Judicial que garantice la independencia de los jueces, y sin eso no vamos a dar un paso adelante”, ha recalcado el dirigente del PP en el Parlamento Europeo. “Y el Gobierno, en la víspera de la ley de amnistía, no está dispuesto a dar ese paso adelante en favor de la independencia judicial. Por lo tanto, las cosas siguen como estaban, y no puedo anunciarles ningún avance”, ha remarcado Pons tras la cita de una hora y media. Durante la primera parte, han estado solo el dirigente del PP, el ministro y el comisario. Después, han seguido acompañados por sus asesores. El idioma de comunicación entre los tres ha sido el inglés.

El dirigente popular ya vinculó hace semanas la negociación de la renovación del CGPJ con la amnistía. La semana pasada, en vísperas de su aprobación en la Comisión de Justicia, Pons amenazó con romper las negociaciones con la mediación de Bruselas, por la medida de gracia a los procesados por el procés. ”Es muy difícil llegar a un acuerdo para el CGPJ con alguien que al mismo tiempo está humillando, desautorizando y obligando al Tribunal Supremo a corregirse, rompiendo la separación de poderes”, dijo en Bucarest.

Reynders, que accedió a mediar para desbloquear el órgano de los jueces, un tema que preocupa muy seriamente a la Comisión Europea, no tiene demasiado tiempo. Deja la Comisión Europea para iniciar la campaña para encabezar el Consejo de Europa, una institución que no forma parte de la UE y de la que España es miembro. El liberal belga, que se percibe en ocasiones como cercano al PP, no ha cerrado la puerta a seguir como árbitro para ese diálogo estructurado si las conversaciones se alargan por un buen motivo.