González Pons enfría el acuerdo con el Gobierno sobre el Poder Judicial ante la “humillación” de la ley de amnistía
El PP presiona a Von der Leyen para que cuestione la norma. “Pido al Grupo Popular Europeo que no haya compadreo con Pedro Sánchez”, dice Ayuso
El PP ha deslizado este miércoles la amenaza de romper la negociación con el PSOE sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) si los socialistas aprueban con Junts la proposición de ley de amnistía para los encausados del procés independentista catalán. El vicesecretario de acción institucional de los populares, Esteban González Pons, ha acusado a Sánchez de “rendirse” ante el partido de Carles Puigdemont, el expresidente catalán y líder de Junts, que permanece fugado de la justicia desde 2017 y que es uno de los beneficiarios potenciales de la amnistía. González Pons, interlocutor del Gobierno para la renovación del CGPJ —con la mediación del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders—, ha enfriado la posibilidad de un pacto en estos momentos: “Es muy difícil llegar a un acuerdo para el CGPJ con alguien que al mismo tiempo está humillando, desautorizando y obligando al Tribunal Supremo a corregirse, rompiendo la separación de poderes”, ha dicho Pons en Bucarest, donde participa en el congreso del Partido Popular Europeo (PPE).
Los populares arrojan así más incertidumbre sobre la reunión de la próxima semana entre González Pons y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, con el comisario Reynders. El PP ya ha roto la negociación sobre el CGPJ en ocasiones anteriores, alegando otros motivos: la última vez ocurrió en octubre de 2022, cuando el pacto estaba a punto de anunciarse y el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, se negó a firmarlo al constatar que el Gobierno iba a eliminar del Código Penal el delito de sedición para rebajar la pena a los condenados del procés, como le exigían los partidos independentistas. El CGPJ, que no es un tribunal, sino el órgano de gobierno de todos los jueces de España, lleva cinco años con el mandato caducado, pendiente de que el PSOE y el PP lleguen a un acuerdo sobre los nombres de los nuevos vocales. Ese bloqueo impide al Consejo realizar nombramientos de jueces en audiencias, tribunales superiores y sobre todo en el Supremo, lo que está agravando el colapso judicial.
En un tono durísimo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también ha clamado este miércoles en Bucarest contra la ley de amnistía, una ley que fue condición de Junts y ERC para apoyar la investidura de Pedro Sánchez el pasado noviembre y que está a punto de ser aprobada en la Comisión de Justicia del Congreso. Ayuso ha reclamado a la familia conservadora que endurezca las relaciones con Pedro Sánchez, en un mensaje claramente dirigido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que tiene muy buena relación con el presidente del Gobierno y que está en campaña para ser reelegida en el cargo. “Pido al Grupo Popular Europeo que no haya compadreo con Pedro Sánchez, que ha vinculado al presidente del grupo [popular] con los nazis”, ha lanzado la presidenta madrileña ante cientos de delegados. “No se le puede blanquear nunca más”, ha añadido. Díaz Ayuso aludía a las palabras de Sánchez en el Parlamento Europeo el pasado diciembre, cuando acusó al líder del PPE, el alemán Manfred Weber, de amparar los pactos del PP con Vox y le preguntó si estaría de acuerdo con que en Berlín volvieran a ponerse los nombres de líderes del Tercer Reich en calles y plazas, como el presidente dijo que quiere hacer Vox en España.
Las palabras de Ayuso y los comentarios de Pons —que ha asegurado que el PP dará su apoyo a Von der Leyen a “condición” de que “continúe con la defensa del Estado de derecho español”— elevan la presión sobre la jefa del Ejecutivo comunitario. En la práctica, sin embargo, no tienen demasiado recorrido, ya que Von der Leyen es la única candidata del PPE, que la proclamará mañana, y, además, es la favorita de todos los partidos para presidir (en su caso en un segundo mandato) la Comisión Europea. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha reunido con ella este miércoles, antes del congreso.
El PP ha llevado al congreso de Bucarest su contienda contra la ley de amnistía, que desde hace meses trata de europeizar. Los populares europeos han aprobado una resolución sobre la defensa del Estado de derecho que clama contra la medida de gracias. “Deploramos la propuesta de ley de amnistía en España, las acciones políticas que llevaron a su adopción y sus posibles consecuencias para Europa. Ofrece impunidad para los delitos relacionados con el movimiento prosecesionista, que ha sido considerado contrario al Estado de derecho y rechazado por las instituciones de la UE”, dice el texto que ha propuesto González Pons, uno de los varios vicepresidentes del PPE, quien, como Ayuso, también ha reclamado ayuda para frenar la medida y, en su intervención en el pleno, ha clamado contra el Ejecutivo por el caso Koldo.
Mantener una línea roja
“Lo que se ha demostrado hoy es que la debilidad del Gobierno vamos a volver a pagarla todos los españoles”, ha dicho González Pons. “Este Gobierno tan débil no tiene ya fuerzas para mantener una línea roja frente a ellos [Junts] ni frente a nadie. Me da la sensación de que lo que vamos a presenciar mañana [en la comisión del Congreso en la que se va a votar la ley de amnistía] va a ser una nueva rendición de Pedro Sánchez para seguir un día más en La Moncloa. Un Gobierno que en este momento está abusando y que no puede mantener sus líneas rojas”, ha abundado el vicesecretario del PP, que ha confiado en que el Tribunal Europeo de Justicia paralice posteriormente esa ley de amnistía. La Comisión Europea también analizará si la medida cumple con los tratados europeos, pero solo cuando el texto sea definitivo, como informó el comisario Reynders. “Sentimos el respaldo de todos los partidos populares de Europa”, ha dicho Pons.
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