El Gobierno cree que Feijóo ha entrado “en pánico” por la posibilidad de que Junts desvele sus negociaciones

El Gobierno y el PSOE están aplicando en estas horas una máxima atribuida a Napoleón: “cuando el enemigo está cometiendo un error, no lo interrumpas”. El Ejecutivo está tratando de sacar el máximo partido al giro que se ha producido en el discurso de Alberto Núñez Feijóo, que ahora ya habla de “reconciliación”, una palabra que no había utilizado en ningún momento en los últimos meses, e incluso abre la posibilidad de un indulto si los independentistas “verbalizaran el arrepentimiento”, según las palabras que el propio líder del PP pronunció el sábado en un mitin, cuando ya sabía que el domingo varios medios publicarían que fuentes del máximo nivel del partido avalaron este giro en una conversación el viernes con 16 periodistas.

El Gobierno no está pensando solo en la campaña de las elecciones gallegas, que por supuesto se está viendo trastocada por este inesperado incendio en el PP, sino en el medio y largo plazo. En La Moncloa creen que este giro de Feijóo, por mucho que ahora trate de suavizarlo, desactiva su crítica a la amnistía y avala la política del Gobierno al hablar de reconciliación. Pedro Sánchez, que aún no ha hablado abiertamente del asunto, podrá usar este giro en cada debate con Feijóo para intentar debilitar el que ha sido el argumento principal de la oposición para desgastar al Gobierno: la amnistía y los pactos con los independentistas.

Esta idea, que se ha instalado en estos días en el Gobierno, esto es, que se trata de un giro de fondo, y no un error táctico sin más en una campaña, la resumió este lunes Félix Bolaños, ministro de Justicia y principal artífice de la ley de amnistía además de objetivo claro de la oposición, que la semana pasada trató de desgastarlo con seis preguntas parlamentarias sobre esta cuestión. Bolaños cree que a partir de ahora todo será diferente porque cada vez que el PP saque el asunto de la amnistía, el Ejecutivo podrá contestar con la posición que expresaron el fin de semana los populares y su propio líder, cuando habló de “reconciliación”. “Este fin de semana hemos conocido la gran impostura del PP. El PP tiene que pedir perdón al PSOE, pero sobre todo a los millones de ciudadanos que de buena fe les han creído las mentiras. Feijóo piensa que el camino de los indultos es el correcto, y piensa que no ha existido terrorismo en el procés, como creemos la mayoría. La credibilidad de Feijóo se pulveriza para siempre. Creo que esto va a condicionar esta legislatura. Ya no tienen credibilidad. Cada vez que salgan a hablar de indultos, de amnistía, les diremos que ya sabemos lo que piensan realmente. Les doy la bienvenida al camino del reencuentro, me alegro mucho de que consideren que los indultos y la amnistía es el camino correcto”, ironizó el ministro.

Mientras el PP intenta salir de este asunto cuanto antes, y prefiere centrarse en la polémica por los dos guardias civiles fallecidos al ser arrollados por una narcolancha en Barbate, por la que han pedido la dimisión de ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, el Gobierno y el PSOE no quieren hablar de otra cuestión que no sea esta, que les parece decisiva para debilitar el argumento de desgaste fundamental del Ejecutivo, el corazón de la estrategia de la oposición. El Ejecutivo está decidido a presionar al PP hasta que revele con detalle cómo fueron las negociaciones con Junts en agosto pasado cuando intentaron convencerles de que facilitaran la investidura de Feijóo y no abrieran paso a la de Sánchez. En el Gobierno creen que todo esto saldrá de una u otra manera, porque si no lo cuenta el PP lo hará Junts. La número dos del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue más lejos y atribuyó directamente este giro de Feijóo a una “reacción de pánico” tras la frase que, un día antes, había dejado escrita Carles Puigdemont en una carta a todos los eurodiputados. “Puigdemont dijo todo se sabrá, y el PP ha tenido una reacción de pánico. El PSOE exige al PP que dé explicaciones sobre el contenido de sus reuniones con Junts, que pida perdón por haber mentido a los españoles”, aseguró Montero. La vicesecretaria general del PSOE reclama además al PP que pida perdón a los socialistas después de meses de acusaciones durísimas.

“Cinismo e hipocresía”

“Ahora hemos descubierto que Feijóo mentía con cinismo e hipocresía. Que cuando se apagan los focos, el PP reconoce que nuestra política de reencuentro y superación del drama que ellos provocaron en 2017 es acertada. Fue durante su gobierno cuando se gestó la mayor crisis de la democracia, que el PSOE ha tenido que gestionar con altas dosis de generosidad. El PP ha trabajado todos los días por la desestabilización. Hemos tenido que soportar insultos, acosos a nuestras sedes, agresiones, porque la derecha lo ha alentado. El PP, estando de acuerdo en el fondo de nuestra política, han optado por estrategia irresponsable de crispación”, insistió Montero.

Incluso fue más allá, al poner en cuestión la continuidad de Feijóo al frente del PP. En el Gobierno esperaban más reacción interna, y de momento ningún dirigente importante está criticando en público a Feijóo -sí en privado- pero en La Moncloa creen que si el PP pierde la mayoría absoluta en Galicia volverá la tensión con algunos barones. “El liderazgo del señor Feijóo se parece ya más a una interinidad”, llegó a decir Montero. “El señor Feijóo está mirando de reojo porque sabe que los que le auparon a ese puesto para sustituir a Casado pueden hacerle lo mismo a él. España no merece esta oposición destructiva que ha hecho de la mentira y la hipocresía su modus operandi”, remató.

Mientras, desde Sumar, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, bromeó con la idea de que Feijóo ya se metió en un gran lío también en la última semana de campaña de las generales, cuando llegó a decir que el PP había subido siempre las pensiones. “Feijóo tropieza siempre con la misma piedra, la de la mentira. Empieza a ser una costumbre: mintió con Marcial Dorado, con las cajas gallegas, con las pensiones. No es un cambio de opinión. Ahora sabemos que mientras se dedicaba a incendiar Ferraz por las noches, por las mañanas hablaba con Junts para valorar la amnistía”, dijo Urtasun.