Rueda se topa de frente con el bumerán de la amnistía

La amnistía fue la lanza con la que el PP se propuso ganar la batalla electoral en Galicia y ha acabado por convertirse en un bumerán. La confesión de la dirección del PP de que se planteó aceptar bajo ciertas “condiciones” los indultos a los independentistas catalanes que le pidió Junts ha sacudido el último domingo de la campaña gallega. Todos los rivales del partido de Alberto Núñez Feijóo, desde el BNG hasta Vox pasando por el PSOE o Sumar, han arremetido duramente contra una revelación que su candidato, Alfonso Rueda, ha preferido no comentar. A preguntas de este periódico, su equipo se ha remitido a lo dicho por Feijóo. En un mitin en A Estrada (Pontevedra), Rueda ha proclamado su deseo de huir del ruido: “No quiero que [Galicia] sea otra sucursal del lío que se está montando” en España. Pide a los gallegos que le voten a él para “ayudar” a Feijóo a llegar a La Moncloa “cuanto antes”.

Los populares gallegos se han topado de frente con el bumerán de la amnistía justo después de admitir su intención de evitar la política estatal para centrarse en la agenda gallega durante la recta final hacia las urnas. La nacionalista Ana Pontón ve al partido de Feijóo “de bandazo en bandazo” y apretando “el botón del pánico”. “Lleva toda la semana atacando a Cataluña y ahora resulta que el señor Feijóo es el que quiere indultar a Puigdemont”, criticó la candidata del Bloque, que describe a un PP “totalmente desnortado” porque “sabe que un puñado de votos” puede decantar la Presidencia de la Xunta hacia el BNG.

En Ferrol, a poca distancia de las calles por las que paseaba Feijóo, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero contaba en un mitin que había tenido que leer la noticia del volantazo del PP sobre la amnistía varias veces y en diversos medios porque no daba crédito. “La mentira envuelve al PP”, atacó el candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro. La representante de Sumar, Marta Lois, exige a Rueda que dé explicaciones después de llevar “semanas” agitando “el tema de la amnistía”: “Han quedado al descubierto. Son unos mentirosos y unos manipuladores”. Junto a ella, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, considera un “fracaso” la estrategia de campaña del PP basada “en fomentar la indiferencia, el miedo y la incertidumbre” y “hablar de ETA y la amnistía”. También de paso por Galicia, el líder de Vox, Santiago Abascal, se mostró indignado con la “gigantesca estafa política de Feijóo y el PP”: “Sacan a la gente a la calle para manifestarse contra el indulto y por debajo de la mesa le dicen a Junts que estarían dispuestos a contemplarlo”.

Al PP le ha costado llenar este domingo de Carnaval el auditorio de A Estrada (Pontevedra), una localidad que la derecha gobierna con una holgada mayoría absoluta. Lo ha reconocido desde el atril su alcalde, José Campos: “Casi tuve que pedir algún favor más en este mitin que en alguno de los que hacemos en la campaña de las municipales. Hoy es un día complicado, mucha gente está disfrutando de unos días de fiesta”. Rueda, que como presidente de la Xunta fue quien decidió adelantar los comicios y hacer coincidir la campaña con la celebración del Carnaval y el debate en Madrid de la ley de amnistía, se presentó como garantía de “tranquilidad para hacer cosas” frente al “tumulto constante” de otros territorios de España: “Quiero que los más de 45 millones de españoles miren para nosotros y digan: ‘Mira los gallegos, qué listos son, qué claro lo tienen, que no se dejan llevar por todo este ruido, por toda esta locura que está instalada en España gracias al Gobierno central”.

Después de plantear estas elecciones como un plebiscito contra Pedro Sánchez, el candidato del PP a la Xunta mantiene el cambio de rumbo en su estrategia y sigue concentrando sus dardos en el BNG, partido al que tacha de “opción nacionalista/independentista”. El PP, sostiene, tiene enfrente a la izquierda “sectaria e intolerante de siempre”, que “divide”, que “adoctrina”, que “te dice lo que tienes que hablar” y que sitúa “la ideología por encima de todo”. “Yo no tengo objetivos ideológicos”, asegura Rueda, que llama al electorado a “no dejarse engañar” por la imagen de Pontón y las “muchas historias de mundos suaves y maravillosos que nos quieren contar”. Los nacionalistas tienen “aliados raros” y el PP solo acepta “aliados normales”, esgrime.

Enfilando las últimas horas en las que se pueden publicar encuestas, los candidatos de la izquierda ven al alcance un cambio en la Xunta. “Hay partido y hay una mayoría que quiere cambio. El reto es transformarlo en votos”, señala Pontón, tras el sondeo de 40dB. para EL PAÍS, que detecta que la mayoría absoluta de Rueda está en peligro. El líder del PP gallego ha destacado que “muchas [encuestas], la mayoría menos las de siempre y las que quedan por salir, nos dan la mayoría” y ha cargado contra el CIS, que fue el primero en dejar en el aire su reelección. El organismo que dirige Félix Tezanos divulgará este lunes su último sondeo antes de las votaciones. Rueda la considera la encuesta “del señor Sánchez y de la izquierda en Galicia”.