Los vaivenes de Feijóo: del indulto condicionado a Puigdemont a recular sobre la mesa de diálogo con Cataluña

La gestión de Alberto Núñez Feijóo al frente del Partido Popular ha estado jalonada de vaivenes sobre su posición en torno a Cataluña y al procés. Durante los últimos meses, y sobre todo a raíz de la convocatoria anticipada de las elecciones generales el 23-J y su resultado, el líder del PP ha reculado sobre sus palabras en numerosas ocasiones, azuzado por la reacción contraria de miembros de su formación. También por su relación con Vox. La última bomba cayó en la noche del sábado, cuando fuentes populares al más alto nivel admitieron que Feijóo estaría dispuesto a estudiar, como alternativa a la amnistía, la posibilidad de un indulto condicionado a Carles Puigdemont como parte de un “plan de reconciliación” para Cataluña. Esto supone un volantazo respecto a la estrategia de confrontación ejercida por los populares contra el Gobierno y la medida de gracia.

Antes de este episodio, que ha generado el desconcierto en el seno del partido en medio de la campaña gallega, el jefe de la oposición había protagonizado otros bandazos:

Mesa de diálogo. Feijóo expresó en la precampaña del 23-J en una entrevista en El Periódico de España que mantendría la continuidad de la mesa de diálogo con los independentistas, con la condición de que no se abordaran en dicho foro asuntos que afecten a todos los españoles. El anuncio provocó el malestar del PP catalán, por lo que acabó desandando sus propios pasos. El líder popular sostuvo después que desactivaría dicho instrumento en caso de ser investido presidente tras las elecciones generales.

Relación con Junts. La espiral de declaraciones de dirigentes del PP sobre Junts se fue enredando en agosto desde el shock vivido por el resultado en las urnas generales. El Partido Popular dio a la formación de Puigdemont la condición de interlocutor cuando el vicesecretario Esteban González Pons afirmó que era “un partido cuya tradición y legalidad no están en duda”.

Disolución de partidos. Feijóo se abrió a suavizar su propuesta de disolver partidos que promuevan declaraciones de independencia o un referéndum ilegal después de las críticas unánimes recibidas por su propuesta en la prensa. La enmienda a la totalidad de la ley de amnistía registrada por el PP implicaría, de ser aprobada, la ilegalización de Junts. Miembros del círculo de Puigdemont se reunieron en verano con el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera.

Encaje territorial. En septiembre, en el contexto de las negociaciones para su investidura, Feijóo abrió la puerta a “buscar un nuevo encaje del problema territorial de Cataluña”, siempre que se haga por la vía de un pacto de Estado, “de acuerdo con la ley” y la Constitución. Ante el malestar que provocaron sus declaraciones en el PP catalán y las dificultades de Génova para explicar su propuesta, la formación matizó que se refería a que era “necesario un pacto territorial que mejore el funcionamiento de las comunidades autónomas”.

Inflamar el discurso. Durante las últimas semanas, con la mirada puesta en las elecciones gallegas del 18-F, Feijóo ha ido escalando peldaños en su tono contra el Gobierno. De la amnistía ha considerado que es “inconstitucional” y del Congreso que no tiene “legitimidad” para aprobar la ley. En la actualidad, fuentes populares han revelado que durante 24 horas estudiaron la propuesta de Junts de aplicar a los encausados la medida de gracia.

En 2021, cuando aún no era líder del PP, sino presidente de la Xunta, Feijóo apoyó una manifestación en Colón contra los indultos. “Es un indulto a los socios de gobierno, y ahí surge un conflicto de intereses, y en derecho administrativo eso obliga a abstenerse”, dijo entonces. Hoy se abre a un indulto condicionado a Carles Puigdemont como parte de un “plan de reconciliación” para Cataluña.

Terrorismo. Durante una de las numerosas manifestaciones convocadas por el PP contra la amnistía, Feijóo calificó de “actos terroristas” la “violencia” ejercida sobre los policías en Cataluña en 2017 y durante los disturbios posteriores a la sentencia del Supremo en 2019. Fuentes del PP al más alto nivel admiten ahora que será difícil para los jueces probar que Puigdemont cometió un delito de terrorismo, como le atribuye el juez Manuel García-Castellón en un auto judicial recurrido por la Fiscalía.