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El giro de Feijóo sobre el indulto a Puigdemont: ‘shock’ en el PP e intento de Génova de apagar el fuego

Dirigentes y barones de peso admiten su “estupor” ante la información de que el líder del PP estaría dispuesto a cerrar la crisis catalana con un indulto condicionado al expresidente catalán

Alberto Núñez Feijóo, durante el mitin celebrado este domingo en Outeiro de Rei (Lugo). Foto: ÓSCAR CORRAL | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

El desconcierto recorre el PP a solo una semana de las elecciones gallegas ante las informaciones publicadas la noche del sábado por más una docena de distintos medios, entre ellos EL PAÍS, sobre que el líder del PP estaría dispuesto a cerrar la crisis catalana con un indulto a Carles Puigdemont condicionado a que este se arrepintiera y aceptara someterse a la justicia y la ley. El momento no es baladí, a solo siete días de unos comicios en Galicia en los que Alberto Núñez Feijóo se la juega, y dirigentes y barones de peso del PP admiten su “estupor” ante esta revelación periodística. La mayoría, además, reconoce su incapacidad para explicarla. “Me imagino que alguna explicación tiene que tener, pero no sé cuál es”, admite un presidente autonómico del PP. “Esto ha provocado estupor en muchos de nosotros”, añade. Génova trata en paralelo de apagar el fuego con una doble estrategia. Por un lado, Feijóo declaró este domingo que no cree que se den las condiciones para un indulto a Puigdemont, aunque no desmintió que esté a favor de uno condicionado; y, por otro, la dirección envió a dirigentes del partido a acusar a los medios de manipulación.

Las teorías internas para explicar el giro de Feijóo van desde que se ha tratado de una “voladura controlada” ante lo que pudiera revelar Carles Puigdemont, que la semana pasada amenazó al PP con tirar de la manta sobre sus conversaciones privadas de agosto, hasta un “ataque de sinceridad” del partido, cuyo problema principal son los tiempos, por haberse conocido a una semana de las elecciones gallegas en las que la batalla está muy reñida. Las últimas encuestas dicen que el PP corre riesgo de perder la Xunta.

“No tiene mucho sentido que te muestres partidario de un indulto condicionado después de todo el interés que hemos puesto con las movilizaciones contra la amnistía”, reflexiona un barón popular de peso. “Hemos cargado tanto las tintas con las movilizaciones, que ahora esto nos deja a todos en una situación rara”, analiza este presidente. “La única explicación es la voladura controlada, pero también podría ser un ataque de sinceridad ingenuo”.

Distintos dirigentes populares hablan de la hipótesis de la “voladura controlada”. Creen que podría haberse tratado de una estrategia de la dirección del PP para anticiparse a lo que pudiera revelar Puigdemont sobre sus conversaciones con los populares, cuyo alcance y contenido no se conocen. El expresidente catalán escribió el jueves una carta a todos los eurodiputados en la que amenazaba con descubrirlo. “Todo se sabrá”, advertía, y esas palabras retumbaron en todo el PP. Según esta teoría de la voladura controlada, al mostrarse con una actitud más comprensiva sobre la posibilidad de indultar al expresidente catalán, el partido estaría preparando el terreno por si Puigdemont revelara que el PP le ofreció la medida de gracia en sus conversaciones privadas del verano, algo que Génova niega.

En el ala dura del PP reconocen su “desconcierto total”, y avisan de que se ha dado munición a Santiago Abascal, líder de Vox, que ha aprovechado rápidamente el traspié para coger oxígeno y disparar contra los populares. “Lo que hemos conocido del PP y Junts es una gigantesca estafa al pueblo español”, dijo Abascal el domingo. “Se sentaron con golpistas, estudiaron la amnistía y ahora creen que se puede indultar a Puigdemont con condiciones. Si no van a oponerse al golpe, que se echen de una vez a un lado”, remarcó. Otros dirigentes populares entienden que, vistas las consecuencias, si era una estrategia pensada no ha salido bien. “Creo que es un intento de voladura controlada que se descontrola”, apunta uno crítico con los contactos con Junts. “Feijóo tendrá ahora que remontar esta metedura de pata”, avisa un dirigente del sector duro.

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El sector moderado de los populares, aunque comparte con Feijóo la tesis de fondo de que es necesaria una reconciliación con los independentistas, cree que se trata de un error táctico revelarlo ahora, porque en este contexto electoral da munición a los adversarios del PP. “Esto mete ruido y es un balón de oxígeno para el PSOE”, apunta un barón de este sector, que espera que todo quede en un “susto”. “La amnistía no te hace ganar ni perder las elecciones”, opina, confiado en que el revés no afecte tanto al resultado de las gallegas. “La pregunta es, ¿para qué se mete Feijóo en este barullo?”, reflexiona otro presidente del PP. Este barón discrepa del enfoque nacional que el partido está dando a la campaña gallega. “Hay que galleguizar la campaña”, insiste.

Las alarmas saltaron en Génova en la noche del sábado, con la publicación por una docena de medios de que, pese a la ofensiva política que el PP ha lanzado desde hace meses contra la ley de amnistía para el procés, fuentes de la dirección de Alberto Núñez Feijóo asumen que en Cataluña haría falta abordar una reconciliación con los independentistas que pudiera concluir con una medida de gracia como los indultos, aunque condicionados a su arrepentimiento y sometimiento a la ley. Fuentes de la cúpula popular al más alto nivel transmitieron esta posición el viernes ante 16 periodistas de medios de comunicación de distinta línea editorial (EL PAÍS, la Cadena SER, El Periódico de España, Abc, La Vanguardia, Eldiario.es, Público, RNE, TVE, Antena3, Efe, ElConfidencial.com, El Independiente, La Sexta, 20 Minutos y OKdiario), y todos ellos publicaron la información con titulares similares en la noche del sábado, puesto que estaba embargada hasta ese momento.

“Feijóo, abierto a estudiar un indulto condicionado a Puigdemont en un plan de “reconciliación” para Cataluña”, publicó EL PAÍS. “Feijóo plantea un indulto a Puigdemont condicionado a que sea juzgado y rechace la vía unilateral”, decía ElConfidencial.com; “Feijóo se muestra dispuesto a aceptar un indulto condicionado a Puigdemont”, La Vanguardia; “Feijóo daría el indulto a Puigdemont ‘con condiciones’ y nunca a cambio de una investidura”, OkDiario; “Feijóo indultaría a Puigdemont si es juzgado y acepta la Constitución y la ley”, El Independiente.

El mismo sábado a mediodía, antes de que aparecieran las noticias en la prensa, Feijóo recuperó desde Sarria (Lugo) de forma sorprendente el discurso de la “reconciliación” en Cataluña, después de meses con un discurso inflamado contra la amnistía para los independentistas. “Claro que nosotros estamos a favor de la reconciliación y haremos todo lo posible para que aquellos que rompieron la convivencia se reconcilien con el Estado de derecho y con la convivencia del país. La reconciliación es necesaria, pero nunca puede pasar por la impunidad”, enfatizó Feijóo en una comida-mitin en la que también habló sobre la amnistía y los indultos. “A los que piden amnistía, les pido que se sometan a las leyes; a los que insultan a los jueces, les pido que les dejen hacer su trabajo; a los que critican a los fiscales, les pido que les dejen trabajar; a los que piden indultos, que verbalicen el arrepentimiento, y a los que se fugaron, que regresen a España y se pongan a disposición de los jueces”, remarcó. Cuando habló de los indultos, no se opuso de forma frontal, pero sí especificó que quienes los pretendieran deberían “verbalizar el arrepentimiento”.

Una vez en el aire las informaciones periodísticas, la noche del sábado, mientras se celebraba la gala de los Premios Goya, el partido distribuyó un breve comunicado en el que trataba de apagar el fuego diciendo que “el PP nunca indultaría a una persona acusada por cualquier delito que no mostrara total arrepentimiento por sus actos ni mostrara propósito de enmienda”. Pero en Génova se dieron cuenta de que la situación era tan grave que tenía que salir de boca del propio Feijóo. El domingo por la mañana, el partido modificó la agenda del líder para que compareciera y se explicara. Desde Ferrol, Feijóo se manifestó así sobre un indulto a Puigdemont: “Dije y digo que no a cualquier tipo de indulto porque no se da ni una sola de las condiciones para ningún posible indulto, porque no se da ninguna condición para esa posibilidad”. Con esas palabras reconocía, por tanto, que condiciona la medida de gracia, pero que no se opone de raíz a ella.

Para enredar más el asunto, el líder del PP en Barcelona e interlocutor reconocido del PP con Junts en las conversaciones de verano, Daniel Sirera, añadió el domingo por la mañana en Cataluña Radio que la recogida en los medios era la posición de siempre del PP. “Hace muchos años que nosotros decimos lo mismo en relación con los indultos. Sobre el señor Puigdemont o sobre cualquier otra persona, debe haber dos cosas que son fundamentales: una es arrepentimiento y la otra es un acto de contrición”.

El líder del PP no ha desmentido a los medios de comunicación que publicaron la información sobre el indulto, pero el PP sí lanzó a distintos dirigentes a acusar a los periodistas en la red social X (antes Twitter) de “manipulación”, “bulos” y “fake news”, especialmente dirigidos contra EL PAÍS. Génova se movió con rapidez intentando sofocar el incendio, para lo que desplegó también una estrategia de confrontación con la prensa. El gabinete del líder se encargó además de enviar a todos los barones y dirigentes de peso el vídeo de cuatro minutos en el que Feijóo se explicaba el domingo. La mayoría quedaron satisfechos, aunque algunos de ellos siguieron viendo en sus palabras la asunción, de forma velada, de que el mejor cierre para la crisis catalana habría sido un indulto condicionado a Puigdemont, a pesar de que eso contraste con toda la estrategia que el PP ha lanzado contra el PSOE por su gestión de los rescoldos del procés.

Junts guarda silencio

En Junts per Catalunya, el tema de los acercamientos con el PP se gestiona con mayor secretismo, si cabe, del que rodea la negociación con el PSOE por la ley de amnistía. Hasta que, el jueves, el propio Carles Puigdemont cerró un escrito suyo advirtiendo de que "todo se sabrá", el partido había tratado de obviar cualquier detalle sobre las conversaciones mantenidas con el PP para sondear una investidura de Alberto Núñez Feijóo. 

Desde Bélgica, Puigdemont ha pilotado el intercambio de información con el PP y ha dejado en personas de su máxima confianza las reuniones personales con los enviados de la derecha española. Josep Rius, portavoz de Junts y antiguo responsable de la oficina de Puigdemont en su época de presidente, y Albert Batet, presidente del grupo parlamentario, han participado en la ronda de contactos. Incluso la propia ejecutiva, el cuadro de dirección de la formación, ha sido ajena a los tratos que ha explorado Junts con los populares.

"El PP hizo alusión al Pacto del Majestic, y señaló que, si en su día la relación funcionó y fue útil para las dos partes, ahora también podría serlo", manifiestan fuentes de Junts, sobre el contenido que se trató en los encuentros. El Pacto del Majestic, llamado así por el hotel donde se selló el acuerdo, es el nombre con el que se conoce la alianza que firmaron, en la década de los noventa, el PP y Convergència i Unió para asegurar la investidura de José María Aznar. Jordi Pujol controlaba Convergència con mano de hierro y fue objeto de burlas reiteradas por parte de la militancia del PP tras la victoria electoral. Pero los gritos de "Pujol, enano, habla castellano" dieron paso a un acercamiento entre Pujol y Aznar que desembocó en un apoyo de CiU al PP.

Fuentes de Junts conceden que el marco político es ahora distinto al de entonces, y que las relaciones del PP con Vox añaden dificultad para poder establecer un acuerdo que sea comprendido por las bases independentistas. "Pero también es verdad que Puigdemont ha dicho en varias ocasiones que entre un Gobierno del PSOE y uno del PP, no hay muchas diferencias para Cataluña", señala un colaborador del expresident.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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