España y Frontex confían en resolver su crisis “en horas”

España y Frontex, la agencia europea de protección de fronteras, esperan resolver rápido las discrepancias que tienen y firmar pronto el convenio de colaboración para que este órgano de la UE colabore en la lucha contra la inmigración irregular. El más concreto a la hora de calibrar cuándo puede aclararse la situación ha sido el ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, quien ha puntualizado a primera hora de este jueves que confía en que el asunto se resuelva en “cuestión de horas, no de días”. Desde el oganismo europeo, fuentes oficiales apuntaban que “el objetivo es concluir las negociaciones tan pronto como sea posible”.

“Es una cuestión técnica, no operativa”, añadía el titular español de Interior, tratando de minimizar una crisis que, por el momento, ha llevado a Frontex a suspender su misión de colaboración con España contra la inmigración en el Mediterráneo y en el mar de Alborán. Fuentes oficiales de la agencia europea admiten que hay un “retraso en el comienzo del inicio de la operación Índalo”, si ben apuntan que “no supone un cese de las operaciones en España”. Por ahora. EL PAÍS ha adelantado este jueves que si el acuerdo entre ambas partes no llega pronto, una semana, “se retirarán los recursos desplegados en España”, apuntaban en días anteriores otras fuentes de la agencia a las que ha tenido acceso este diario.

Las cuestiones técnicas a las que aludía el ministro Grande-Marlaska para de un cambio de normativa que hubo el pasado 18 de enero. Eso habría llevado a que el contenido de los convenios de colaboración tengan que firma Frontex con los Estados tengan renegociarse y ahí comenzaría el problema, que, según él, son “cuestiones que suelen acontecer todos los años”. Algo similar explican en Frontex. Sin embargo, España es el único país que todavía no ha suscrito el acuerdo de colaboración. Francia, Holanda, Bélgica, Grecia o Rumania ya lo han hecho y no habrían puesto las pegas que han puesto en Madrid.

Tanto Grande-Marlaska como las fuentes oficiales de Frontex han tratado en todo momento de restar importancia al contencioso, algo que también ha tratado de hacer señalando que es normal que los planes operativos “requieran más tiempo para un debate y un acuerdo exhaustivo”. “Son cuestiones técnicas, como la referida de una modificación en materia de protección de datos que requieren readaptar el texto de esos planes”, ha añadido Grande-Marlaska. No obstante, como ha contado este diario, las discrepancias han llegado al punto de que no se firme el acuerdo y Frontex se plantee retirar recursos en España.

El titular de Interior sí que venido a despejar la pelota está al techo de la agencia, que tiene su sede principal en Varsovia: “La propuesta de acuerdo está en la mesa de Frontex y esto son cuestiones de horas más que de días”. Desde Frontex, sus portavoces apuntan que “las negociaciones continúan con el objetivo de concluirlas tan pronto como sea posible”. Otras fuentes al tanto de las conversaciones apuntan que esos contactos están parados.

Al no haberse llegado ya a un acuerdo, este miércoles los efectivos de Frontex que colaboran en la lucha contra la migración irregular en España suspendieron su participación en el Mediterráneo y el mar de Alborán. Las dos partes se habrían dado una semana para llegar a una solución, pero si no se llega a ese punto, los recursos comunitarios “se retirarán”. Frontex tiene sobre el terreno 350 agentes en España y si llega el punto de dejar de colaborar, el impacto económico sería considerable, pues solo en la llamada Operación Índalo, la que se desarrolla en el Mediterráneo y Alborán, hay un coste de 63 millones de euros que paga la Unión Europea.

Este asunto ha provocado este mismo jueves la reacción del Partido Popular en el Parlamento Europeo. Los populares españoles han reclamado al presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, el socialista español Juan Fernando López-Aguilar, “que pida explicaciones por carta urgentemente al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la ruptura de negociaciones con Frontex”.

Grande-Marlaska también ha hablado en la capital comunitaria de otro de los frentes que tiene abiertos en su ministerio a cuenta de la migración: la situación en el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde cientos de personas han llegado desde el pasado verano, en teoría haciendo escala, pero han aprovechado para pedir asilo. “Es una situación que estamos abordando desde el minuto uno ante una situación extraordinaria de peticiones de derecho internacional. Hemos incrementado el número de instalaciones para hacer la gestión. [...] Es una situación de control, extraordinaria, pero de control porque tenemos los medios necesarios y una capacidad de respuesta antes una circunstancia de esa naturaleza”, ha declarado, sobre una situación que entre el 1 de diciembre y el 15 de enero provocó la petición de 847 peticiones de asilo de personas que habían llegado a España con pasaporte de Kenia cuando son en realidad refugiados somalíes que habían comprado un pasaporte keniano por unos cientos de euros para conseguir llegar a la zona de tránsito del aeropuerto español.